Una de las tres personas que saltaron cuando el supermercado Fidalga estaba en llamas (lunes 19 de diciembre de 2011) denunció ayer a los dueños del centro comercial por lesiones gravísimas, pues afirma que no lo han colaborado en nada y que las operaciones a las que fue sometido fueron pagadas con dinero que su familia se tuvo que prestar. Esta es la segunda acusación en contra de la empresa, ya que la madre de Raissa García, la joven que también se lanzó del edificio siniestrado, acusó a la empresa a finales de diciembre del año pasado. Erik Sánchez Heredia (25), un joven cochabambino que ayer cumplió un año de estar en Santa Cruz, trabajaba como supervisor de caja en el Fidalga. Tiene una hija de cinco años y se recupera de las múltiples fracturas que sufrió al caer del edificio, en la casa de sus familiares. El hermano de Erik, Ariel Sánchez, y su abogado, Herland Forteza, llegaron ayer hasta la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) para formalizar la denuncia en contra de los propietarios del Fidalga. La acusación es por lesiones gravísimas, basada principalmente en el certificado forense que indica que el muchacho tiene 95 días de impedimento. De acuerdo con la documentación presentada por Forteza, la familia de Erik pagó en la clínica Foianini más de $us 24.700. Al final de la tarde el gerente administrativo y financiero del Fidalga, Orlando Peña Maldonado, atendió a la prensa y dijo que la empresa no dejó a su suerte al muchacho, que responderían a la denuncia presentada y que buscarían una conciliación con el afectado a través de la vía jurídica.
Fuente: Red Uno, El Deber
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