El ex presidente de la CBHE opina que el Estado debe pasar de un rol omnipresente a un rol facilitador. También advierte sobre la inminencia de que Bolivia se convierta en un importador neto de hidrocarburos. En cuanto al litio, no ve claridad en los objetivos del sector público.
En ediciones anteriores de los Especiales de eju.tv indagamos sobre las locomotoras económicas alternativas que tendría Bolivia, ante la debacle por la que pasa el sector de los hidrocarburos.
Ver: La economía boliviana después del gas: la transformación digital y energética y La economía boliviana después del gas: la transformación agropecuaria.
Posteriormente, le preguntamos a otros analistas sobre las proyecciones de la explotación del litio, en el marco de cierta lentitud gubernamental para concretar ese despegue.
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Ver: Litio: ¿Bolivia se arriesga a dejar pasar el momento de auge?
En esta ocasión, unimos ambos temas consultando la opinión experta de Carlos Delius, ex presidente de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), quien nos dio una visión sintética sobre el posible desfasaje temporal entre estos dos “motores económicos” y sobre la necesidad de un cambio significativo en el rol del Estado en cuanto al petróleo y el gas.
eju.tv: ¿Desde el Estado se está apostando al litio como motor económico sustituto, ante la declinación de la producción de hidrocarburos?
Carlos Delius: Si esa es la apuesta, podría haber una brecha entre la declinación de los ingresos por gas natural y los futuros ingresos por explotación de litio.
Estamos a 5-7 años de tener que disminuir las exportaciones de gas natural, y estos 5 años parecen cortos para desarrollar una extracción de litio que pueda reemplazar la exportación del gas natural.
Cuando tengamos que explotar sólo para abastecer el mercado interno, el subsidio al gas natural será insostenible.
¿Estamos cerca de convertirnos en un país importador neto de hidrocarburos?
Sí, es una realidad cercana para la que no estamos preparados. YPFB debe resolver la logística de importación, se debe pasar a transportar mayoritariamente por ducto desde los puertos de entrega de diésel, gasolina y en un futuro muy próximo petróleo.
¿Un nuevo marco normativo podría intensificar la exploración de gas y petróleo?
Un nuevo marco es condición necesaria pero no suficiente, el sector tiene que cambiar profundamente para adaptarse al escenario local y regional.
Los desafíos son importantes y seguramente requieren un cambio de orientación, de un Estado omnipresente a un Estado facilitador, con el concurso de inversores con reconocida capacidad técnica y financiera.
En cuanto al litio, ¿Cuál debería ser el enfoque de las políticas públicas? ¿Hay una politización en las búsquedas actuales de socios internacionales?
En el litio la oportunidad de que Bolivia sea relevante está ahí, sin duda pasa por definiciones de políticas públicas. El desafío es enorme, toda vez que en mi opinión no hay una claridad de objetivos.
Si a esta situación sumamos la consideración de que no es nuestro país el que tiene el sartén por el mango, y que tendríamos que participar en una cadena de valor de gran crecimiento, complejidad y competitividad, es pertinente darle una buena pensada al plan. El pensamiento mágico debe ser evitado.
Edición y entrevista: Emilio Martínez
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