Fuente: Opinión
Como en 2021, la afroboliviana Tomasa Medina -conocida por ser parte de las filas de los cocaleros de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca)- vuelve al ruedo mediáticamente. La paceña apareció en un video corto, arengando a sus compañeros productores y dirigentes a «salir» a las calles y defender su causa.
Los llamó «mandarinas», apelativo que suele designarse, en lenguaje coloquial, a las personas que obedecen los designios de sus parejas.
«Mandarinas, c…, yo voy a entrar personalmente a Los Yungas, c… Los voy a multar comunidad por comunidad. Ya, salgan, pues, c…, así como hemos hecho la primera vez, ¿qué cosas están haciendo? (…). Dejen, pues, un rato, c… Vengan, siquiera aquí, a esta gasificación (en la) que estamos, esta masacre. Quiero verles aquí», dijo Tomasa, mediante un video breve compartido por Radio FM Bolivia.
Esta mujer ha tomado mayor resonancia el año anterior, cuando apareció al frente de una fila de efectivos policiales armados durante los conflictos suscitados en la sede de Adepcoca, en Villa Fátima.
Tomasa también se mostró compartiendo cafés con el líder de Unidad Nacional (UN), el empresario Samuel Doria Medina, quien en octubre publicó una fotografía en la que se lo veía con la cocalera nacida en Arapata.
Doria Medina escribió: «Encuentro casual, pero simbólico. Tomé un café con esta brava y alegre luchadora social. Tomasa es la reencarnación del espíritu de Adela Zamudio. Rebeldía contra el poder y sus límites; amor por la libertad».
Más allá de la figura de Tomasa, la fuerte crisis que viven los cocaleros de La Paz se agudiza. Este lunes, un manifestante perdió la mano y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, de emergencia. Su estado de salud es crítico. El hombre se encuentra en terapia intensiva.
Hoy, por segundo día consecutivo, los enfrentamientos entre la Policía y los movilizados vuelve a darse en la zona de Villa El Carmen.