Parece mentira pero en todo este tiempo aún no habíamos invitado a nuestra sala de
despelleje críticas al iPod shuffle de cuarta generación. Este pequeñísimo reproductor de Apple llegó a nuestras vidas sin apenas modificación alguna frente a su antecesor, de manera que se convierte en el protagonista perfecto de nuestra querida sección Qué cambiarías de.
Con un peso de solo 12 gramos y un delgado grosor de 8 mm, este dispositivo se ha convertido en compañero inseparable de muchos precisamente por su gran portabilidad y lo simple que resulta su utilización, aunque para otra buena cantidad de personas resulta demasiado limitado tanto por la ausencia de más funciones como por una autonomía que quizás a veces sea algo escasa para largas sesiones de música.
Ahora queremos saber qué opinas tú sobre este pequeño iPod, y nos cuentes qué sugerencias harías a los de Cupertino para que en su próxima keynote (en la que imaginamos que veremos una nueva generación) el shuffle te enamore por completo. ¿Sabes ya qué modificarías de su ficha técnica? Seguro que se te ocurre más de un apunte, así que vete directo a los comentarios y dinos, ¿qué cambiarías del iPod shuffle 4G?
Elena: Puede ser porque me paso la vida de un lado a otro (y sinceramente no sé estar sin banda sonora de fondo), pero su autonomía se me hace algo cortita para estos tiempos que corren. ¡Ah! Y si además se le diera un empujoncito extra a su almacenamiento, sería ya un producto aún más redondo de lo que ya es.
José Andrade: Se me hace muy difícil criticar al shuffle, porque es un dispositivo que me ha mantenido muy contento por mucho tiempo. Lo usaba seguido para hacer deporte, pero tuve que cambiar de reproductor porque ya no compro música, sino que tengo una suscripción a un servicio de streaming. Tomando eso en cuenta, me encantaría que el iPod shuffle pueda reproducir desde servicios de streaming, pero eso acarrea otras complicaciones que su diseño actual posiblemente no pueda solucionar.
Alberto: El sintonizador FM o la ausencia del mismo es el primer punto que acude a mi mente. Por otro lado, uno rara vez presta atención a la radio cuando está buscando una tendinitis en el gimnasio o echando los pulmones en el parque, que es para lo que está diseñado el shuffle, así aunque a estas alturas la falta de radio es un acto de cabezonería pura y dura por parte de Apple, puedo hacer un gran esfuerzo e ignorarlo. Con lo que no puedo es con la capacidad de almacenamiento. Cuando en Engadget acudimos a una feria, las compañías facilitan la información de prensa en pendrives de 4 y 8 GB que entregan a los asistentes como si fueran caramelos. Así, regalados por puñados. ¿Me quiere decir Apple que 2 GB es el tope para su reproductor? ¿En serio?
Carlos: Yo me inclinaría más por el diseño. La anterior generación ofrecía un tamaño espectacular con proporciones muy adecuadas con las que parecer aún más pequeño. Con esta cuarta generación Apple volvió a los orígenes de la Click Weel, así que intentaría unificar los controles físicos de esta versión y el aspecto de su predecesor. De esta forma, puede que incluso el iPod nano con funciones de reloj encuentre su sitio y vuelva a la vida. Y muchos lo agradecerían.
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José Mendiola: Soy usuario habitual del shuffle desde el modelo anterior y es mi acompañante habitual cuando salgo a correr. Al igual que José Andrade, me resulta difícil criticar un reproductor tan bien concebido, pero a mi juicio en el pecado lleva la penitencia. Es tan simple y sencillo que apenas tiene margen para la innovación. Sinceramente, pensaba que Apple me sorprendería con algo nuevo en esta nueva versión, pero con tanto minimalismo y parquedad de diseño, no hay margen para ello.
Drita: Lo acompañaría para empezar de unos auriculares EarPods, algo de lo que Apple nos privó a pesar de sí incluirlos en su hermano mayor, el iPod nano. Puestos a imaginar, además, le modificaría su frontal, insertando un panel táctil que sirviera de rueda de control al tiempo que en el mismo se visualizaran pequeños iconos correspondientes a nuevas aplicaciones pensadas y adaptadas para el shuffle (por ejemplo para monitorizar la actividad deportiva). Si además incluyera sincronización inalámbrica con algún nuevo reloj de la casa (hey, soñar es gratis), ya sería redondo.
Fuente: http://es.engadget.com