Las declaraciones del magistrado del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), Gualberto Cusi, volvieron a poner en el tapete el debate sobre la irregularidad de la postulación del presidente Evo Morales a una nueva reelección.
“Es inconstitucional, no debió disponerse la reelección por segunda vez, en este caso, del Presidente y el Vicepresidente; más bien se debía disponer que se reforme la Constitución Política del Estado mediante los referendos que la propia Constitución establece, pero no ha sido así, entonces hay una señal de una manipulación y una injerencia política”, señaló Cusi, en opinión concordante con la de los principales juristas del país.
A la manipulación de las reglas de juego constitucionales debe sumarse la parcialización del árbitro, ya que el Tribunal Supremo Electoral sigue estando en entredicho, máxime cuando acaba de acatar la “instrucción” dictada por Morales desde La Guardia, en sentido de que los comicios deben adelantarse para el mes de octubre de 2014.
Ni bien el mandatario opinó, los magistrados del Órgano Electoral procedieron a refrendar el nuevo cronograma, tras lo cual el “último Poder del Estado”, el Legislativo, se dispone a hacer lo propio.
Recordemos también las denuncias sobre la militancia en el partido de gobierno de varios de estos magistrados, como el vicepresidente del TSE, Wilfredo Ovando, quien incluso fue grabado participando en un mitin del Movimiento Al Socialismo en El Chapare.
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Todo indica que nos dirigimos a unas elecciones manipuladas, donde además de los factores apuntados habrá que tener en cuenta el “ventajismo electoral”, con el uso y abuso de los bienes y medios de comunicación del Estado en favor de la candidatura oficial.
¿Lo interesante del caso? Que la decisión de adelantar los comicios se hace ante la posibilidad de una segunda vuelta, lo que mostraría a un oficialismo bastante más débil de lo que declara -y declama- con suficiencia y regularidad…