El Diálogo Nacional por la Economía y la Producción se reactivará este viernes y el tema de biotecnología es clave para el sector productivo con miras a reencauzar al agro e impulsar los biocombustibles
El trigo HB4 es un transgénico que ya se utiliza en otros países de la región
Fuente: Unitel
Desde la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) manifestaron que la propuesta de acelerar los procesos de evaluación y aprobación de la soya HB4, la soya Intacta (RR+Bt), el trigo HB4 y el maíz Bt, es uno de los temas cruciales de la propuesta de los productores en el Diálogo Nacional por la Economía y la Producción que se reactivará este viernes.
Autoridades y empresarios de Gobierno llevan adelante una serie de reuniones con miras a dar soluciones conjuntas a la coyuntura económica que atraviesa el país, donde también asoma un encuentro que está fijado para el sábado y el que participaran las esferas del sector primario y el denominado gabinete agropecuario del Órgano Ejecutivo.
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El presidente de Anapo, Fernando Romero, consideró que con el acceso a estas semillas, la crisis económica que atraviesa el país podría comenzar a ser superada en un menor tiempo posible y así también se podrían paliar las problemáticas que se registran en las labores del campo.
Según el ejecutivo, tan solo con la aprobación de la soya con tecnología Intacta, ya evaluada, aprobada y cultivada en todos los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), en un mediano plazo las exportaciones generarían cerca de $us 3.500 millones, lo que es “prácticamente, el mismo valor que tuvo en su momento la exportación del gas natural”.
Del mismo modo, el reporte refleja que es esencial dar lugar a estos nuevos eventos para proveer la materia prima del aceite vegetal para la producción de biodiésel en el país, la cual es uno de los puntales de la política energética del Gobierno de Luis Arce.
Santa Cruz, el departamento que alberga el 97% de la producción de soya y el 49% del maíz en el país, atraviesa la mayor sequía registrada en los últimos 30 años. La situación, resultado en una caída del 30% en la producción de soya de verano y del 70%, en los cultivos de invierno como el maíz, el trigo, el girasol, el sorgo y la chía, se agrava frente la crisis climática, según Anapo.
La entidad productiva remarca que, así como la soya puede ser la salida, el panorama tendría una mejora contundente con la aprobación del maíz RR+Bt, pues Bolivia pasaría de ser importador a contar con un superávit de 1,3 millones de toneladas para 2030, transformando al país en un exportador neto.
“Los excedentes generados por el uso de maíz RR+Bt hasta 2030 podrían ser exportados, generando divisas por un monto superior a los $us 1.239 millones”, agregó Romero.