Choferes advierten con paro indefinido y alcalde condiciona el alza de tarifas


Conflicto por el pasaje único en El Alto (La Paz).

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ERBOL.- Los choferes de El Alto anunciaron una huelga indefinida para la próxima semana, después de haber cumplido hoy un paro de 24 horas en demanda del pasaje único de 1,50 bolivianos. En respuesta, el alcalde Edgar Patana condicionó el alza de tarifas a que los transportistas pongan fin al “trameaje”, que consiste en recortar las rutas para obtener más ganancias.



“Se ha declarado este paro de 24 horas como un anuncio. A partir del día lunes vamos a entrar en paro indefinido”, indicó el secretario ejecutivo del sindicato 8 de Agosto, Roberto Laura.

Los choferes aseveran que ya acordaron con Patana el incremento en febrero, sin embargo, el Alcalde negó esta versión. “Nos han mamado como si fuéramos chiquillos”, exclamó al respecto el dirigente.

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Patana señaló hoy que “mientras no haya una posición oficial pública y clara, (el incremento) será ilegal”.

“Estamos seguros que esta disposición (el alza) debe salir de manera pública y para ello necesitamos sobretodo el cumplimiento de no al trameaje”, añadió el burgomaestre.

El ejecutivo de la Federación Andina de El Alto, Silverio Paca, respondió que su sector trabaja contra el trameaje, pero advirtió que necesita del incremento para continuar esta labor. Indicó que ayer el Alcalde envió una nota para invitar a dialogar, sin embargo la convocatoria no tenía fecha ni hora. “Siempre nos toma el pelo”, dijo, en contacto con ERBOL.

Los transportistas debían llevar adelante un cabildo la tarde de este miércoles,  pero lo suspendieron. Mañana llevarán adelante una evaluación donde tomarán nuevas determinaciones.

Los choferes dicen que “los ricos no quieren pagar”

Los choferes utilizaron como argumento para el incremento que “los ricos” son los que se benefician del pasaje diferenciado vigente. Explicaron que se paga sólo un boliviano desde la Ceja hasta las extrancas, donde vive la población más “pudiente” de El Alto, mientras que los más pobres pagan 1,50 hasta las zonas más alejadas.

“Si se darían cuenta un poco, la gente pobre vive bajando las extrancas. La única gente que no quiere el pasaje único es la gente rica que tiene tiendas”, indicó el chofer del sindicato 8 de Agosto, Jaime Quispe.

Señaló que esos mismos “ricos” no se quejan cuando en La Paz pagan 1,50 bolivianos por un tramo de tres cuadras. “¡Qué! ¿En La Paz usan corbata y aquí usan abarcas”, cuestionó.

“El transporte de El Alto es el más barato y conscientemente (la gente) debería darnos esa tarifa. Así de fácil le digo: 1,50 no es mucho”, agregó su compañero Epifanio Guarachi.

El ejecutivo del Sindicato, Roberto Laura, afirmó que “hasta un ‘lustracachos’  cobra 1,50”.

Patana respondió que este argumento es un “enredo” planteado por los choferes y señaló que el alza sería “una masacre para la población más empobrecida”.

Los costos

Según Laura, cada día, los minibuses alteños gastan 70 bolivianos en GNV y 120 bolivianos los que se mantienen funcionando a gasolina. El dirigente estimó que el 80 por ciento de las unidades de trasporte público trabaja a gas.

Guarachi, por su parte, recordó que hace poco cambió el motor de su movilidad. Sólo el equipo le costó 1.800 dólares. Aparte, con la mano de obra, terminó pagando más de 2.000 dólares.

El dirigente expuso que cada vez que se compra un nuevo motor a GNV se juega a la “suerte” porque puede durar tres meses o un año.

Agregó que un cambio de aceite subió de 100 bolivianos a 160 y que una “soplada de filtro” subió de 50 centavos a 1,50 y hasta dos bolivianos.

Por otro lado, los choferes deben pagar un ayudante que cobra de 50 a 70 bolivianos, sin contar con el desayuno, almuerzo y cena que consume. Por eso, los conductores dicen que varios de sus compañeros optaron por trabajar junto a sus esposas.

La situación es peor para los que no son dueños de su vehículo. Ellos deben pagar por las averías, por el ayudante y por el combustible, pero además, son responsables de la ganancia del dueño del motorizado, quien usualmente cobra 120 bolivianos.