Clanes sí, cárteles no: Gobierno confirma presencia de narcofamilias en el país y avala informe de UNODC


El viceministro aseguró que gracias a las políticas antidrogas implementadas por el actual Gobierno “se ha estabilizado los cultivos de hoja de coca” en Bolivia.

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El Gobierno boliviano reconoció este jueves la existencia de clanes familiares dedicados al narcotráfico en el país, pero negó la presencia de cárteles internacionales, tal como señala el más reciente Informe Mundial sobre Drogas 2025 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).



“Este informe ratifica lo que venimos diciendo en los diferentes informes, que en nuestro país existen clanes familiares dedicados a las actividades ilícitas del narcotráfico y, no así, cárteles”, afirmó el viceministro de Sustancias Controladas, Jaime Mamani.

La autoridad aseguró que gracias a las políticas antidrogas implementadas por el actual Gobierno “se ha estabilizado los cultivos de hoja de coca” en Bolivia. Sin embargo, advirtió sobre la presencia de emisarios extranjeros que ingresan al territorio nacional para reclutar personas con el fin de transportar sustancias controladas, aprovechando la ubicación geográfica del país.

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El informe de la UNODC identifica que en Bolivia y Perú operan grupos delictivos con estructura de clanes familiares que restringen su ingreso a vínculos cercanos. Estas redes participan en el tráfico de cocaína y mantienen nexos logísticos para el transporte, distribución y lavado de dinero, pero a diferencia de los cárteles, se caracterizan por un funcionamiento cerrado y localmente enraizado.

En cuanto a la producción de cocaína, el organismo internacional advirtió que en 2023 se alcanzó un récord mundial de 3.708 toneladas, lo que representa un aumento del 34% con relación al año anterior. Este incremento se debe principalmente a la expansión de cultivos en Colombia. En contraste, Bolivia registró una estabilización y Perú una leve disminución.

Asimismo, el informe confirma que el cannabis sigue siendo la droga ilícita más consumida del mundo, con aproximadamente 243 millones de usuarios en 2023, lo que equivale al 4,6% de la población mundial entre 15 y 64 años. América del Norte continúa siendo la región con mayor prevalencia de consumo y el cannabis representa el 42% de los trastornos por uso de drogas a nivel global.