Lupe CajíasLos periodistas, los ciudadanos, los jóvenes urbanos, los seres con pensamiento libre deben prepararse ante la creciente figura de un personaje que ocupa diferentes puestos de poder y que, cada vez con mayor soberbia, amenaza las libertades ciudadanas. Se llama Leonardo Loza, representante de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarias de Bolivia (Csciob), máximo dirigente del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Cochabamba, relacionado con los movimientos sociales-estatales.Loza (Ayopaya, 1983) relató a la prensa que migró a Chapare a los nueve años movido por la pobreza junto a su abuelo y desde los 15 es sembrador de coca. A los 17 ocupó su primer puesto sindical y desde ese año avanzó hasta ser ejecutivo de la Federación de Chimoré, que reúne a 15 centrales con 100 sindicatos. En 2014 fue elegido vicepresidente de la Coordinadora de las Seis Federaciones cocaleras del Trópico, que agrupa a unos 50.000 cocaleros, cada cual con su cato. Gestionó uno de los polémicos proyectos con el Fondioc y, según Erbol, recibió más de Bs 900.000 para la “recuperación de potreros degradados”. Loza aseguró que él cumplió, pero que el propio Fondo Indígena perdió los papeles y aseguró que benefició a 200 cocaleros ganaderos.Como seguidor de Morales –y junto a él– logró en una reunión sindical la expulsión de cocaleros que no habían apoyado al MAS en las elecciones de ese año. Les quitó sus catos ante el silencio del antiguo tribunal electoral. Loza dijo que cualquier cocalero que se adhiriese a otra corriente que no fuera el MAS perdería sus derechos. Esa es la visión ‘democrática’ de Leonardo, que parece desconocer cómo fueron las luchas para gozar de garantías constitucionales en cualquier lugar del territorio nacional. En Chapare no entra cualquiera, es zona roja.Tampoco las radios sindicales del trópico entrevistan a alguien que no sea de su línea. Las emisoras no informan sobre la profunda descomposición social de zonas como Ivirgarzama, donde se produjeron los linchamientos más feroces. Ahí es donde más circulan los vehículos indocumentados, según admiten diversas fuentes. Es espacio sin ley y donde ni Loza puede asegurar que su coca no sea parte del circuito coca-cocaína. La industrialización de la ‘hoja milenaria’ no existe.Ahora amenaza con penas corporales a quienes ellos consideren que ofenden al presidente Morales. Presenta un proyecto para controlar las redes sociales. Justamente él, que pertenece a un sector que nada hizo por defender la libertad de expresión, pero la aprovechó cuando así le convenía. ¡Alerta con sus intenciones!El Deber – Santa Cruz