La excesiva sequía, las heladas y las inundaciones generadas por el cambio climático amenazan con desatar una crisis alimentaria en Bolivia, afirmaron recientemente analistas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La Paz, 23 Ago (Erbol/tomado de Xinhua de China).- El gobierno de Bolivia, que rechaza la crisis y prefiere hablar de algunas afectaciones, garantizó la provisión de alimentos para evitar la escasez y el aumento de precios de los principales alimentos de la canasta familiar. El coordinador de la FAO, Einstein Tejada, aseguró que los efectos del cambio climático afectan a una quinta parte del territorio boliviano, unos 250.000 kilómetros del territorio nacional, circunstancia que se traduce en el alza de precios de algunos alimentos.
El Banco Central de Bolivia (BCB) señaló por su parte que la sequía y heladas producirán un alza en la inflación debido al fuerte impacto en la producción de alimentos.
«En nuestro balance ponemos a la sequía como posible riesgo por el impacto que tiene en el nivel de producción de alimentos», dijo a Xinhua el presidente del BCB, Gabriel Loza.
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El analista económico Luis Ballivián explicó que el sector agropecuario en el primer semestre de 2010 se desaceleró a una tasa de 0,5 por ciento, debido a la sequía y las heladas que afectan las zonas productivas del país y que derivaron en el encarecimiento de los productos.
Las perspectivas para los últimos seis meses de 2010 apuntan a una estabilización gradual de la inflación a largo plazo, que es de 4 por ciento, aunque ésta puede dispararse hasta 6 por ciento a finales de año debido al aumento de precios a los alimentos.
Las pérdidas económicas son cuantiosas y en los departamentos de Santa Cruz, Chuquisaca, Tarija, Cochabamba, Oruro y La Paz se corre el riesgo de un incremento en los precios de la canasta familiar en las próximas semanas.
Un sondeo arrojó que el aumento de los alimentos de primera necesidad como las verduras, frutas, carnes, pescado y tubérculos, suben en promedio de 30 a 40 por ciento.
QUINTA PARTE AFECTADA
El coordinador de la FAO afirmó que las heladas, la sequía y las inundaciones afectaron unos 250.000 kilómetros del territorio boliviano, lo cual equivale a una quinta parte del territorio nacional.
Según Tejada, la superficie más vulnerable se encuentra en la zona andina, el Chaco en el sur y vastas zonas del este. En las dos primeras regiones los daños obedecen a la sequía.
El gobierno boliviano informó que este fenómeno afectó a más de 16.000 cabezas de ganado y a más de 24.000 hectáreas de cultivos de trigo, frijol, maíz y otros productos propios de esas zonas.
Las lluvias, según Tejada, también son otro problema, especialmente en el este, porque en pocos días «malogran la producción agrícola».
El frío, otro efecto climático, también afectó al país. Se presentó en julio y durante tres días provocó nevadas en regiones cálidas del sur, meintras que en el este bajó la temperatura, lo cual causó la mortandad de millones de peces en los ríos.
Con excepción de huracanes, Bolivia está afectada por todos los eventos climáticos que ocurren a escala mundial, indicó.
La FAO en Bolivia destacó los esfuerzos del gobierno por mitigar los efectos climáticos sobre la producción agrícola y ganadera, pero advirtió que a pesar de ello el impacto en la seguridad alimentaria se hará sentir en el país, así como en el equilibrio del ecosistema.
«Estos cambios climáticos afectarán a Bolivia que se puede mitigar con las acciones del gobierno, no se puede negar el impacto tan fuerte que tiene el cambio del clima sobre los sistemas productivos, tanto agrícolas como ganaderos», afirmó. «La muerte de los peces obviamente va a tener una incidencia muy fuerte sobre la gente que vive de la pesca, no sólo como medio de comercialización, sino que su única fuente proteica en esa región es la carne del pescado», sostuvo.
Se tratan de especies muy valiosas como el surubí, tucumaré y otras que proceden de ríos de agua dulce.
Tejeda afirmó que con la muerte masiva de peces en el este del país se puede generar un desequilibrio ecológico en esa región, ya que no sólo se trata de especies acuáticas, sino también de silvestres, como las capihuaras o caimanes, lo cual causa pobreza en las familias que habitan las orillas de los ríos.
El experto recomendó evitar la perforación de pozos en el chaco cruceño, tarijeño y chuquisaqueño como una respuesta ante el déficit de agua.
«Hacer más pozos sería alborotar la Madre Tierra por diferentes aspectos que la FAO lo ha hecho notar claramente», subrayó.
La extracción de agua puede ser perjudicial debido a que no se conoce su calidad, tal es el caso de Boquerón en Paraguay, donde la población padece varias enfermedades a causa del agua de pozos.
GARANTIZA SEGURIDAD ALIMENTARIA
El gobierno de Evo Morales descartó una supuesta catástrofe ganadera ocasionada por la sequía, las heladas y los frentes húmedos y dio fe de los niveles óptimos de seguridad y soberanía alimentaria en Bolivia.
La ministra de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo, dijo que todos los países están expuestos a efectos de los cambios climáticos, sobre todo cuando se trata de alimentos, pero su gobierno asumió medidas preventivas para evitar estas situaciones, por lo tanto descartó la emergencia de una crisis de provisión de alimentos de origen agropecuario.
Bolivia acelera los planes para garantizar una mayor seguridad y soberanía alimentarias.
El viceministro de Desarrollo Agropecuario, Víctor Hugo Vásquez, señaló que una de esas estrategias es el Programa Nacional de Fomento al Desarrollo Pecuario de Carne y Leche, que comenzará en septiembre próximo.
Vázquez anunció que este año la iniciativa cuenta con una inversión de 10 millones de dólares. Los eventos climáticos que se dieron en el país, primero con lluvias intensas que inundaron varias comunidades del departamento de Beni y posteriormente las sequías que impactaron en el chaco, más allá de provocar la pérdida de ganado, ocasionaron una disminución en la capacidad reproductiva de los animales.