Control camuflado de medios de comunicación

Jimmy Ortiz Saucedo*

jimmy-ortiz1 Noticia: Se agota la primera edición del libro de Raúl Peñaranda (Página Siete 11-04-13).- El autor del libro y ex director de Página Siete indica en su libro que "el Gobierno boliviano ha logrado constituir una red de medios proclives que en este texto llamamos ‘paraestatales’ (…) según esta investigación esos medios son ATB, PAT, Full TV, La Razón y el canal Abya Yala".

Comentario: El gobierno no puede con su mentalidad totalitaria, todo lo quiere controlar. No contento con el descarado control que tienen sobre el Poder Judicial, el Poder Electoral y el Poder Legislativo, también se empeña en controlar los medios de comunicación.



Prefiero llamarlo poderes, aunque la Constitución de la Calancha los llama órganos, porque órgano es muy michi. Los poderes son autónomos, tienen capacidad por sí mismos de hacer que las cosas sucedan. Los órganos dependen de un cerebro, no tiene autonomía. Aunque desgraciadamente para la mentalidad masista Sí son verdaderamente órganos, simples colgandijos de un poder ejecutivo que todo lo contrala, desvirtuando la verdadera democracia.

El tema que aborda Raúl Peñaranda, en su libro Control Remoto, es un asunto que se comenta en Bolivia hace tiempo. ¿Quién no tenía fundadas sospechas, que como mínimo, ATB, PAT, Full TV, La Razón, Gigavisión y el canal Abya Yala eran del gobierno, como lo adelanto Peñaranda a la red ERBOL?

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La importancia del libro radica en la investigación periodística seria, la sistematización y la constancia histórica que deja para siempre. El libro cuenta, con pelos y señales, lo que la ciudadanía comenta en las tertulias vespertinas.

El gobierno, sabedor que el libro saldría, días antes se dio a la tarea de estigmatizar al periodista (Página Siete 9-04-14). Aunque no es la primera vez que lo ataca, ya lo hizo correr de la dirección del periódico Pagina Siete tiempo atrás (El Deber 23-08-14). No cabe duda, las tiranías temen a las ideas más que Drácula a la Cruz.

El reciente ataque del gobierno al periodista fue de la peor calaña, indigno de un gobierno honorable. Dijo la ministra de Comunicación Amanda Dávila, en una rueda de prensa exclusiva para el tema: "El señor Raúl Peñaranda se ha desenmascarado hoy de su verdadera nacionalidad. Se trata de un ciudadano chileno que ocultó hábilmente su ciudadanía", afirmó la autoridad.

¡Qué triste papel, de la esta ministra! ¡Como alguien puede vender su alma al diablo por un sueldo! ¿Cuál es el problema de ser chileno, chino o azerbaiyano en Bolivia? Aunque los cruceños conocemos en carne propia lo qué ellos hablan.

La ministra Dávila, a nombre del gobierno de Evo Morales, muestra una actitud claramente xenofóbica, que no es norma en el pueblo boliviano.

La constitución de La Calancha expresa en su Artículo 14.II: "El Estado prohíbe y sanciona toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color, edad (.) cultura, nacionalidad, ciudadanía (.) que tengan por objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos de toda persona".

¿Será la ministra castigada como manda la constitución? ¡Claro que no!, ella es parte del absolutismo, y por en cuanto es inmune a la ley.

Responde Peñaranda, en un artículo de opinión: "Demonizar a las personas por haber nacido aquí o allá ha causado las peores tragedias humanas, para empezar, dos guerras mundiales en el siglo XX, incluidos sus ominosos campos de concentración" (.) Por otros "hugos" y otras "amandas" un tutsi ve con desconfianza a un hutu, un palestino sufre en Israel, un musulmán ataca a cristiano, un boliviano es discriminado en Madrid" (El Potosí 10-04-14).

Como ciudadano de esta tierra me solidarizo con el ilustre periodista, que enaltece al periodismo boliviano. Y levanto mi voz de protesta contra un gobierno de alma negra, que nos avergüenza cada día.