Llanto por el padre Mateo

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Pese a todo el cariño y reconocimiento que se merece el padre Mateo Bautista, no deja de ser patético que toda una sociedad esté llorando por la partida de un cura, porque supuestamente su alejamiento deja en una total orfandad a la salud en el país, especialmente en el departamento.



Y no es para menos, justo ayer, a pocas horas de haberse conocido la noticia del retorno del sacerdote a Buenos Aires, se inauguraba una sala de terapia intensiva en el hospital Oncológico construida gracias a las gestiones del religioso y de un grupo de damas voluntarias. Precisamente el Oncológico es fruto del trabajo de personas que hace décadas se agruparon, juntaron dinero y dieron una respuesta que le corresponde al Estado.

Pero como en Bolivia el Estado siempre anda en otras cosas, ese centro y muchos otros servicios de salud caerían en la ruina de no ser por la mano generosa de individuos como el padre Mateo y esas señoras. ¿Es tan pobre este país que la salud depende de una sola persona? ¿Son tan ineptas nuestras autoridades? ¿Es tan ignorante nuestro pueblo? Luego no nos quejemos de que alguien quiera quedarse para siempre en el poder.

Bajo el penoco-El DíaFuente: eldia.com.bo