“La muerte súbita en deportes que esté implicada la carrera, es hasta 7 veces mayor que en otros deportes, así como también hay que decir que su porcentaje es mayor entre los hombres que en las mujeres. Con cifras en la mano, se ha visto que a partir de los 35 años, las probabilidades de sufrir esta circunstancia, aumenta, con una proporción de 1 cada 18.000 habitantes. En cambio, por debajo de esa edad, las probabilidades son de 1 cada 200.000 habitantes. Con estos datos en la mano coherente pensar que someterse a una revisión profesional y rigurosa del aparato cardiovascular al menos una vez al año es algo que debería hacerse de forma obligatoria”.
La prueba más extendida y conocida a la que se suelen someter los ‘runners’ es la prueba de esfuerzo, con el protocolo habitual de toma de tensión arterial en reposo y en ejercicio, así como un electrocardiograma antes de la prueba y en pleno es fuerzo. Proceder de esta manera podría ser el principio de estar haciendo las cosas bien pero quizás esta prueba máxima no es suficiente. Una ecocardiografía, ecografía del corazón, sería la prueba más definitiva para saber si este se está formando y funciona bien según lo sometemos al continuo machaque diario. Ver su morfología o el estado de arterias y válvulas es fundamental. Si lo comparáramos con nuestro coche, no es lo mismo que este parezca que funcione bien porque nunca nos ha dado problemas que hacerle una revisión a fondo del motor para ver cualquier detalle que podría llevarnos a quedarnos tirados el día menos pensado.El Dr. Dicenta añade también estos importantes datos:
“Normalmente las razones de muerte súbita en menores de 35 años se deben a miocardiopatía hipertróficas -engrosamiento del miocardio, con frecuencia de una sola parte del corazón, que hace que tenga más dificultad para sacar sangre del mismo, forzándolo a trabajar más- y en mayores de 35 años a arterosclerosis -depósitos de sustancias lipídicas en las paredes de las arterias- . Si ya es recomendable para una persona que no hace deporte, un chequeo previo a comenzar con una actividad como es correr, así como un seguimiento en el tiempo podría ser decisivo a la hora de prevenir que cualquier participante con una cardiopatía congénita o adquirida no debutara con riesgo de muerte súbita”.
Además de ser el órgano más importante del cuerpo, el corazón de un corredor está sometido a constantes cambios estructurales, todo ello debido al intenso y continuo trabajo al que se le somete. Al ser un músculo,‘crece’ a medida que lo ejercitamos, por lo que debemos asegurarnos que estos cambios se producen dentro de la normalidad y que no están siendo un problema para que esté continúe haciendo normalmente su función.
“Cualquiera que se pone a hacer deporte hoy en día tendría que hacerse un buen chequeo. No es normal gastarse mucho dinero en unas zapatillas y no pagar para conocer el estado de su corazón”, dictamina este cardiólogo.
Fuente: runners.es
La muerte súbita en el running
Por desgracia, con el boom de las carreras populares también han aumentado las noticias sobre paradas cardiorrespiratorias. Un especialista en la materia como es el Doctor Daniel Brotons aclara conceptos y nos da algunos consejos.