El miedo a la 1008 frena al contrabando

La Razón visitó ayer Guaqui y Desaguadero. Existe un estricto control de las FFAA y el COA en esos lugares. No hubo personas transportando garrafas de GLP, aunque se decomisaron algunos bidones de gasolina.

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• En plena inspección• Efectivos militares de Guaqui detienen vehículos que se dirigen a Desaguadero, piden bajar a los pasajeros y revisan el interior de los mismos. Así pasó ayer.



El Decreto Supremo 29788, que puso en marcha el Plan Puño de Hierro para controlar el tráfico ilícito y especulación de combustibles, estableciendo duras sanciones enmarcadas en la Ley 1008 (de lucha contra el narcotráfico), al parecer atemorizó a los contrabandistas de diesel, gasolina y gas licuado de petróleo (GLP). Desde el viernes ha cesado su actividad antes muy visible.

Así lo constató ayer La Razón, que visitó la tranca de Guaqui y la región fronteriza de Desaguadero (próxima al Perú), donde se evidenció el control de las Fuerzas Armadas (FFAA) y del Control Operativo Aduanero (COA). Cada uno de los vehículos que pasan por la tranca es revisado por tres o cuatro soldados.

También se observó que se está ejecutando el control sobre los camiones cisternas que se dirigen hacia Perú para importar diesel oil, de manera que esté garantizado que salen vacíos.

Uno de los efectivos del regimiento de Guaqui, que pidió mantener su nombre en reserva, explicó que normalmente los minibuses u otros vehículos livianos que se dirigían a Desaguadero pasaban cargando algunas garrafas de GLP. Desde el viernes, informó, no se observó ni encontró ni una sola garrafa en las inspecciones.

En Guaqui, algunos bidones de gasolina decomisados yacían a un costado de la carretera. Uno de los soldados explicó que fue lo último que se decomisó, ayer por la madrugada. No quiso especificar la suerte de los propietarios del combustible.

“Creo que la mayor parte de la gente del pueblo se enteró de los operativos y ahora no transporta combustibles ni GLP”, dijo.

Cruzando la frontera hacia el Perú, en Desaguadero, donde se solía ver bloques de garrafas de GLP y otras a bordo de bicicletas, ayer el panorama había cambiado: ni una sola garrafa a la vista.