Ostentación y fuerte inversión marcan el inicio del Gran Poder. En Santa Cruz residentes paceños anticipan la celebración de El Gran Poder.
Alegría: fraternos de Los Intocables bailan en el escenario bajo el Puente Avaroa
La Prensa. Tradición: Rosas de Viacha, Los Intocables, Señorial Illimani y Los Catedráticos bailaron al son de grupos internacionales como Sonido Master de México y los argentinos Supermercado y Don Cumbión.
“Si quieres te vas y ya no vuelvas más, así es ser Intocable y así morirá”, cantaron ayer muy alegres y a voz en cuello cientos de integrantes de la comparsa Los Intocables.
La ostentación de costosos trajes y pesadas joyas de oro, prestigiosos y caros grupos musicales y fiestas de gala en las que no faltaron comida ni bebida —sinónimo todo de una fuerte inversión económica— caracterizó ayer el inicio del Gran Poder 2010 con la “primera recepción” de cuatro de las más populares comparsas de morenada de La Paz.
En las zonas del Cementerio General, Max Paredes y Los Andes, convergieron el estruendo de las bandas, las coloridas vestimentas de los danzarines —hombres y mujeres— y el carisma de conjuntos musicales nacionales e internacionales, en todos los casos ante una nutrida asistencia de fraternos de Señorial Illimani, Los Catedráticos, Los Intocables y Rosas de Viacha, y miles de espectadores de todas las edades.
Luego de las misas matinales con las que arrancó la jornada inicial de ensayo y preparación para la Entrada del Señor Jesús del Gran Poder —que se realizará el 29 de mayo—, cada fraternidad se dirigió a un espacio público previamente acondicionado para los recitales. Hasta 3.000 personas —según cálculos de dirigentes folklóricos— se concentraron en estos escenarios hasta las 18.00, hora tope fijada por la Alcaldía paceña. Por la noche, las celebraciones continuaron en locales contratados por cada colectivo.
Además de la inversión de los pasantes (padrinos, auspiciadores) que gastan entre 20.000 y 30.000 dólares para cada celebración, el movimiento económico ligado a esta actividad folklórico-religiosa se traduce en el alto consumo de cerveza, las incripciones de los fraternos que alcanzan hasta los 800 dólares y el pago de entre 1.000 y 20.000 dólares a los músicos.
Señorial Illimani instaló su escenario en las calles final Los Andes y Entre Ríos. Según Álex Choque, uno de los cuatro pasantes, el “fuerte” de esta fraternidad de 1.500 adeptos en este su quinto año de actividad es “la llegada del conocido grupo mexicano Sonido Mazter” —que cobró 17.000 dólares por su show de la víspera— y el “paquete de cinco canciones exclusivas” que les compuso el nacional Semilla a cambio de 8.000 dólares.
En la avenida Avaroa, debajo del puente del mismo nombre, se congregaron los Verdaderos Intocables, quienes trajeron desde Argentina al grupo La Rosa, del Perú a Fernando Faisán del conjunto La Nueva Sangre, y a los bolivianos Veneno, La Bamba, Iberia e Hiru Hicho.
Elvis Ajuacho, comerciante que este año es uno de los cuatro pasantes, prefirió no detallar el costo de la organización del evento, pero dijo que para este 2010 se congregó a unas 1.500 personas, cada una de las cuales “gastó entre 1.000 y 1.500 dólares en sus trajes y en la inscripción”.
Los Catedráticos, tradicional morenada conformada por gremiales y profesionales, ocuparon el parque Niño Jesús del Macrodistrito Max Paredes. Su pasante, Pedro Márquez, contó que para esta primera recepción convocó a dos grupos argentinos, Los Supermercado y Don Cumbión, y para la fiesta en el local, a Alto Voltaje, Los Signos, Kollamarca y Jumataqui”.
A pocas cuadras, en la avenida Entre Ríos, los de Rosas de Viacha bailaron con Llajtaymanta, Mámbole e Iberia.
Los de Señorial Illimani pagaron $us 17.000 por un grupo mexicano.
Los detalles
Para cada fiesta o recepción social del Gran Poder, los pasantes invierten entre 20.000 y 30.000 dólares.
Los fraternos deben pagar una cuota de ingreso de 300 y 800 dólares para participar en una comparsa.
El abrigo de Los Intocables, según un fraterno, llegó a costar entre 200 y 250 dólares, dependiendo del material.
Los grupos musicales cobran entre 1.000 dólares, los locales, y 20.000 dólares, los internacionales.
Según los pasantes, en las fraternidades se concentran profesionales, empleados públicos y comerciantes.
Los espectáculos de las zonas del Cementerio, Max Paredes y Los Andes acogieron a miles de simpatizantes.
La fuerte lluvia, que cayó entre las 16.00 y 16.30, no impidió que los danzarines continúen su paso.
Los gremiales lidiaron entre ellos para ocupar un buen lugar, la mayoría eran vendedores de cerveza.
Los choferes del sindicato Copacabana protestaron porque la avenida Entre Ríos fue bloqueada por la tarde.
Residentes paceños anticipan la celebración de El Gran Poder
Tradición. La recepción fue amenizada por tres grandes bandas de Oruro
Con alrededor de 800 danzarines, los residentes paceños en Santa Cruz ofrecieron una recepción al Tata Santiago, patrono de la población de Chijmuni, y bailaron al ritmo de morenadas ayer por la tarde desde el quinto anillo de la carretera a La Guardia hasta el local Mónica, de la radial 17 y medio.
Con esta celebración preparan la Entrada del Gran Poder, una de las mayores expresiones folclóricas del país.
En La Paz también hubo actividades donde las fraternidades Señorial Illimani, Los Intocables, Los Catedráticos y Rosas de Viacha fueron las anfitrionas.
Juran al Señor del Gran Poder festejo sin exceso
El lujo y la ostentación predominaron en directivos, pasantes y danzarines de las cuatro fraternidades que iniciaron la festividad religiosa. El público pudo disfrutar de conciertos abiertos de famosos grupos nacionales e internacionales.
La Razón. El párroco del templo del Señor Jesús del Gran Poder pidió un juramento a los fraternos de “no chupar hasta los excesos”. Obedientes y devotos, los pasantes levantaron la mano y dijeron al unísono, “sí, juro”. Luego, salieron bailando, dentro la iglesia, al son de la morenada para dar inicio a la primera recepción de la festividad. Lujo, belleza y la presencia de grupos musicales internacionales y nacionales destacaron ayer en la celebración, que tuvo su máxima expresión en los conciertos abiertos al público.
En la primera mitad de jornada se mezcló la devoción y ostentación de pasantes y miles de fraternos que mostraron las nuevas tendencias en trajes, joyas y ofrendas.
Cuatro fraternidades dieron lo mejor de sí y bailaron dentro del templo ubicado sobre la calle Antonio Gallardo, como ofrenda a la imagen del Tata Señor del Gran Poder .
“Éste es el segundo año donde los fraternos han comprendido que la mejor manera de darle a ofrenda al Señor es bailando en la iglesia”, destacó el presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder, Fernando Valencia.
Desde las 8.35, cuatro fraternidades: Juventud SP Residentes de Achacachi, Juventud Rosas Residentes de Viacha los Legítimos, Verdaderos Intocables y Señorial Illimani celebraron a su turno solemnes misas para el Señor del Gran Poder.
Las ofrendas presentadas en el templo al pie de la imagen de Jesús del Gran Poder variaron entre arroz, azúcar, aceite, verduras, frutas y otras especies.
En el sermón, los sacerdotes se refirieron a la diferencia del gasto que se hace para la ceremonia religiosa con respecto a las fiestas. “Acá se da mucho menos para el Señor, en función a lo que ustedes gastan para comprar bebida y en fiestas”, reflexionó uno de ellos.
Al mediodía, tras salir del templo, los grupos se dirigieron a la calle Eloy Salmón. Los organizadores hicieron reventar una carga de 10 mil bengalas de juegos pirotécnicos.
Posteriormente, todos bailaron por las calles de la zona hasta puntos de concentración, donde se instalaron tarimas para la presencia de grupos musicales que llegaron de México, Argentina y el interior del país.
La elegancia fue una vez más uno de los principales ingredientes que marcaron diferencia entre los actores de la festividad.
Pasantes, directivos y guías estrenaron trajes y joyas cuyo valor oscila entre los $us 3 mil en varones y $us 10 mil en mujeres.
El resto de los componentes de cada fraternidad, quienes son parte de bloques de 50 a 200 fraternos, utilizó los trajes de la fiesta del año 2009.
“Invertí Bs 1.800 entre zapatos, pollera, blusa y manta; mi sobrero que es de borsalino cuesta Bs 4 mil bolivianos y nuestras joyas tienen un valor de $us 7 mil dólares, porque todo es de oro”, dijo la guía de señorial Illimani, Ericka Orellana.
Las fiestas callejeras terminaron entre las 17.30 y 18.00 y los grupos