Mar: Ex canciller Loayza pide precisar términos


Mientras Bolivia habla de soberanía, Chile se refiere a los tratados vigentes que no incluyen soberanía. Loayza dice que es importante precisar los términos de negociación de puertos con Chile en el Pacífico.

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Armando Loayza, ex canciller. (foto Abi)



Por Oroz­co Ga­brie­la – Los Tiempos – 17/07/2010

Mar: Loayza pide precisar términos

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Para el ex canciller de la República Armando Loayza es importante precisar los términos de negociación de puertos con Chile en el océano Pacífico, pues mientras que para Bolivia la administración de territorio con soberanía es un “objetivo básico”, el país vecino aún entiende las negociaciones en el marco de los tratados vigentes, que no incluyen soberanía.

Loayza hizo estas apreciaciones tras la ola de repercusiones generadas en ambos países sobre el acta de entendimiento de la agenda bilateral de 13 puntos en la que está incluido el tema marítimo, suscrito hace unos días en La Paz entre las representaciones diplomáticas de ambos Gobiernos.

El cónsul de Bolivia en Chile, Walker San Miguel, declaró incluso que para Bolivia el fin último de las negociaciones de Bolivia con Chile es el acceso al océano Pacífico con soberanía.

¿Cómo evalúa esta nueva etapa en las conversaciones oficiales sobre la cuestión marítima?

Creo que es muy positivo haber definido una agenda bilateral concisa. Cuando yo era canciller trabajábamos sobre una agenda con más de 60 puntos. La diplomacia es para gestionar intereses y cuestiones concretas.

El cónsul en Chile, Walker San Miguel, considera que luego de la conciliación de esta agenda, Bolivia estaría en las puertas de la negociación con Chile en el tema marítimo.

¿Usted cree que estemos en ese punto?

En los últimos 80 años se han realizado cuatro o cinco importantes negociaciones. Por lo tanto, siempre ha estado en el pensamiento y en la acción diplomática el planteamiento de la negociación marítima con Chile. Ahora, habría que ver si realmente estamos enmarcados o se ha determinado un procedimiento, una definición institucional de cómo se van a encarar esas negociaciones diplomáticos. Durante cuatro años ha habido contactos sobre el tema del mar, pero no se ha iniciado la negociación. Si se está iniciando ahora, bueno, eso lo vamos a saber en noviembre cuando dicen que se va a iniciar lo que se dice “un arreglo gradual, específico, concreto, factible y útil”. Eso tendríamos que verlo, ¿no?

¿Lo que quedaría es que en las próximas reuniones se aborden propuestas concretas?

Así es. Esta es una fase preparatoria. Ya se ha creado algo que le han llamado, de manera muy interesante, “confianza mutua”. Se dice que esa confianza mutua se habría realizado a nivel presidencial inclusive y se ha entrado a una confianza plena, pues entonces ahora tendría que precisarse los términos de la negociación, los mecanismos de la negociación. No creo que una reunión de viceministros cada seis meses por dos horas constituya una reunión como las que hubo en el pasado. Habrá que ver en noviembre si realmente se ha definido un procedimiento. He revisado varios diarios chilenos esta mañana y Chile ha manifestado de manera explícita y clara a través de personeros del Congreso y del Poder Ejecutivo que Chile maneja la hipótesis de la negociación en el marco de los tratados vigentes y sin considerar ninguna cesión de soberanía boliviana en el Pacífico. Es importante decir que en una negociación debe haber una voluntad concordante de alto nivel político de las partes para negociar un objetivo básico común. Este objetivo básico es para Bolivia asumir soberanía en el Pacífico, para Chile parece que no lo es. Si eso no está concordante a un alto nivel, resulta accesorio.

¿Ve usted diferencias entre la política en el tema marítimo del actual gobierno chileno de Sebastián Piñera en comparación al anterior de Michelle Bachelet?

La señora Bachelet fue también muy clara, y su canciller, don Alejandro Fox, dijo que no podían en ese momento en Chile considerar una solución soberana. En cambio, quien no tuvo una posición tan tajante era un hombre de ideas socialistas, Ricardo Lagos, quien no se negó absolutamente a considerar cuestiones de soberanía para Bolivia.

¿Usted sabe si el Gobierno tiene alguna propuesta concreta para desarrollar estos meses y presentarla en la reunión de noviembre?

No, no he sabido. Sé que han hecho un estudio como corresponde a las cancillerías, pero no conozco que tengan una hipótesis de negociación concreta sobre el tema. Se ha hablado incluso, porque hay varios expertos bolivianos que así lo consideran, que podría haber una solución intermedia que no implique soberanía total, pero se podía definir como de cuasi soberanía. Chile le concede a Bolivia un enclave con facultades de gestión y bajo leyes bolivianas. Era la concesión de una zona económica con amplias facultades para la exportación por parte de empresas privadas. Quizá también el Gobierno está manejando entre sus hipótesis ésta que se conoció en el pasado.

¿Cómo califica la inclusión del histórico tema de las aguas del Silala en la agenda con Chile?

El Silala, bajo el rubro de aprovechamiento de recursos hídricos, es un tema que se viene discutiendo desde la época en la que estaba el canciller Antonio Araníbar. Es un tema en el que no nos hemos podido poner de acuerdo. El año pasado hubo un principio de acuerdo pero las organizaciones de Potosí se opusieron. Va a seguirse negociando. Si no llegamos a un acuerdo, entonces se podría llegar a una situación de arbitraje jurisdiccional.

¿Algo más que quisiera agregar?

Yo quiero creer en la buena fe y lo que estamos edificando entre Bolivia y Chile tiene que preservarse, porque independientemente de que el clima es fundamental y la negociación incluya la cuestión marítima para los bolivianos, los últimos 20 a 25 años se ha generado entre ambos Estados una interacción económica, cultural, política, libre tránsito muy amplia. Los Estados deben buscar arreglos y gestión diplomática con visión hacia el futuro, porque volver a esas etapas en que se volcaban las espaldas no beneficia a nadie y crea más bien un ambiente de desarmonía, de enemistad que no es lo más conducente. Yo creo que las nuevas generaciones bolivianas y chilenas paulatinamente se están preparando a un enfoque positivo a lo que toca a la cuestión marítima boliviana.