Cae una de las mayores bandas de narcotraficantes entre Sudamérica y España


Lucha contra las drogas. La red contaba con una extensa infraestructura empresarial de importaciones y exportaciones entre Argentina y España con la que amparaba el tráfico de contenedores entre las dos orillas del Atlántico.

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La Policía española ha desmantelado una de las principales organizaciones de traficantes de cocaína. También se incautaron de 65 vehículos de gran lujo y seis embarcaciones – Efe Agencia



MADRID | Efe

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La Policía española ha desmantelado una de las principales organizaciones de traficantes de cocaína a gran escala entre Sudamérica y España, en una operación en la que se ha detenido a 50 personas y se han intervenido más de 5,5 millones de euros en efectivo (unos 7,5 millones de dólares).

Según informaron hoy fuentes policiales, también se incautaron de 65 vehículos de gran lujo y seis embarcaciones.

La red contaba con una extensa infraestructura empresarial de importaciones y exportaciones entre Argentina y España con la que amparaba el tráfico de contenedores entre las dos orillas del Atlántico, señalaron las fuentes.

Los agentes detuvieron a 50 personas por narcotráfico y blanqueo de capitales en Madrid, Alicante (este español), varias provincias de Galicia (norte) y Argentina.

La red, integrada en su mayoría por colombianos y mexicanos, camuflaba la droga en paquetes de un kilo entre cargamentos de manzanas.

Una de las vías de entrada era el puerto gallego de Vigo, donde un importante grupo de "narcos" de esa región española se encargaba de la cocaína, que era remitida a sus destinatarios a través de una empresa de distribución de contenedores por España.

El contacto entre los traficantes se materializaba en frecuentes viajes entre Argentina y España para supervisar el narcotráfico.

De hecho, uno de los "empresarios" gallegos permanecía en Argentina gran parte del año para controlar desde sus inicios las operaciones.

En la operación, y gracias a la colaboración policial internacional, se intervinieron en Argentina y Brasil un total de 3.400 kilos de cocaína cuyo destino final eran puertos españoles.

En el puerto de Barcelona también se localizó un alijo de 200 kilos de droga escondido en un contenedor de chatarra.

El dinero obtenido con el narcotráfico se blanqueaba después a través de varios concesionarios de vehículos de lujo.

Los traficantes gozaban de un altísimo nivel de vida, ya que los gastos de uno de los cabecillas superaban los 2.000 euros diarios (unos 2.700 dólares), y conducían vehículos de gran lujo.

En la veintena de registros practicados se requisaron 5,5 millones de euros en efectivo envasados al vacío, para que no fueran detectado por los perros policía.