Fracaso de la utópica ideología populista

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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Bolítica

  2. El Día: La ‘meca’ de Evo Morales

  3. El Día: ¿Y después del 21060 qué?

  4. El Día: El verdadero ‘cambio’

  5. El Día: El lado oscuro de la luna

  6. El Día: La fiesta de la vida

  7. Los Tiempos: La fragilidad del sistema democrático

  8. El Deber: Resurrección y esperanza

  9. Cambio:

  10. La Prensa: Relecciones en Semana Santa

  11. El Diario: Fracaso de la utópica ideología populista

  12. El Mundo: Conmoción.

  13. Clarín, Argentina: Los nuevos pecados resultan nimios pero se castigan con todo


El Día: Bolítica



La derecha, como lo ha hecho siempre, toda la plata de los bolivianos se la va a volver a robar como lo ha hecho durante 180 años. Ese mensaje hay que llevarlo de puerta en puerta porque el proceso de cambio es de los pobres’

Álvaro García Linera

VICEPRESIDENTE DEL ESTADO PLURINACIONAL


Se dice que: Para salir del atraso en el que se encuentra Bolivia se debe ‘descolonizar’ todo, volver a la economía del Ayllu y apuntar al nacimiento de la república del socialismo comunitario y antiimperialista.

 


   Ser obsesivos con la historia no vale en estos tiempos de competencia y globalización. El siglo XXI será el siglo de la economía del conocimiento, contrariamente a lo que pregonan presidentes y líderes populistas latinoamericanos’.
 

Andres Oppenheimer
PERIODISTA Y ESCRITOR DEL LIBRO ‘BASTA DE HISTORIAS’

 

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El Día: La ‘meca’ de Evo Morales

Cada quien peregrina como quiere y al lugar que desea. Unos lo hacen hacia el Santuario de Copacabana, otros acuden a Cotoca y el presidente Morales decidió pasar la Semana Santa en la nueva “meca” boliviana, el Chapare. Pese a que en el trópico cochabambino no es el sitio más adecuado para las expresiones de fe, el ministro de Comunicación, Iván Canelas, ha dicho que el jefazo no hizo más que
golpearse el pecho y rezar estos días como buen católico que es, según dicen. No hace mucho, el Primer Mandatario amenazó con poner en una lista negra a esos ministros que juran por Dios y que hacen la señal de la cruz en lugar de respetar la pose plurinacional del brazo izquierdo levantado. El obispo de El Alto, Jesús Juárez, le recomendó hace unos días al Presidente que recapacite y que en lugar de recluirse en el Chapare, que participe en los actos litúrgicos oficiales de la Semana Santa. El consejo del prelado le viene bien a Evo Morales, cuando las cosas comienzan a ponerse algo feas en su Gobierno. Los curitas suelen decir que a Dios no le gustan  esos fieles que comienzan a rezar cuando el avión ya está por caerse. 

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El Día: ¿Y después del 21060 qué?

La pregunta parece ociosa ya que, según el Gobierno, del famoso decreto 21060 ya no queda ni la cáscara y lo único que harán el próximo primero de mayo será organizarle un entierro digno en el que, seguramente, nadie se atreverá a pronunciar un discurso de agradecimiento por los servicios prestados al país.

También es absurdo preguntarse por lo que se viene después de las exequias del 21060. Sólo hay que mirar lo que ha estado sucediendo los últimos cinco años para darnos cuenta qué nos espera a los bolivianos.

Curiosamente, los que más pidieron la derogatoria del famoso decreto neoliberal fueron los mismos dirigentes mineros pertenecientes a la COB que ahora se oponen a la nacionalización de las cuatro minas que había anunciado el Gobierno en pleno conflicto. Esos trabajadores hacen bien, pues primero que nada está su fuente de trabajo, amenazada de muerte si es que el Estado Plurinacional decide ponerle la mano encima a esas empresas que explotan metales, cuyos precios están batiendo récords todos los días en el mercado internacional.

¿Qué va a reemplazar al decreto 21060? ¿Cuál será la gran alternativa? ¿Adefesios como Emapa?  ¿El control de precios y la prohibición de exportaciones que han ocasionado escasez de alimentos en un país donde siempre se habían producido excedentes para vender en el exterior?

¿Qué van a inventarse los grandes genios del Gobierno? ¿Convertirán en un paradigma lo que acaba de afirmar el ministro de Economía, Luis Arce Catacora, quien asegura que la inflación es buena para combatir el contrabando? Una vez un dictador inventó la fórmula para acabar con la pobreza. Brigadas de la muerte salían todas las noches a exterminar mendigos. Habría que probar señor ministro, todo es cuestión de creatividad.

El decreto 21060 surgió como una medida de emergencia ante circunstancias muy difíciles que vivía el país. Cuba lo está haciendo en este momento con el despido de miles de empleados públicos y la liberalización de numerosas actividades económicas que ahora van a ser atendidas por privados. Tenía razón Fidel, el viejo modelo ya no les sirve ni a ellos y menos a Bolivia, donde al finalizar el año pasado se dieron cuenta del desastre al que han estado conduciendo al país e intentaron cambiar el rumbo. De nada sirvió, el iceberg ya se les había venido encima y ahora van a tener que pagar las consecuencias. Hasta eso, todo el Gabinete ya había cambiado el discurso. Comenzaron a hablar de precios internacionales y de la necesidad de respetarlos para generar inversiones. Neoliberalismo puro.

En teoría, lo que debería hacer el Gobierno a partir del 2 de mayo es eliminar el mercado, sustentado de manera elemental en el decreto 21060. Pese a que ya hemos tenido suficientes muestras de lo que es capaz de hacer este dizque socialismo a la boliviana que practica el MAS, lo que falta del 2011 podría convertirse en un excelente laboratorio para poner a prueba las medidas que se aplicarán para reemplazar al decreto 21060, que sacó al país de la mayor hiperinflación nunca vista en Bolivia. ¿Servirán al menos para conseguir la soberanía alimentaria y evitar que la inflación se dispare otra vez? Los hechos ya demostraron que no y hasta el Presidente lo ha reconocido. ¿No sería mejor organizar dos entierros o al menos cambiar de muerto?.
 

¿Qué va a reemplazar al decreto 21060? ¿Cuál será la gran alternativa? ¿Adefesios como Emapa?  ¿El control de precios y la prohibición de exportaciones que han ocasionado escasez de alimentos en un país donde siempre se habían producido excedentes para vender en el exterior?
¿Qué van a inventarse los grandes genios del Gobierno?

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El Día: El verdadero ‘cambio’

Una lectura del último libro de Andres Oppenheimer –que ofrecerá algunas charlas en Santa Cruz durante la semana que se inicia–, nos ratifica plenamente sobre los temores, penas y suplicios, que vivimos a propósito del “cambio” que lleva adelante el Gobierno del MAS.

Resulta evidente que S.E. –y las ONG que armaron su proyecto– no dejó de mirar hacia el pasado, hacia la violencia de la Conquista, hacia la colonización española, o hacia la anarquía republicana y el poder oligárquico posterior, maldiciendo todo por igual. De lo único que se olvidó Evo Morales fue de un pequeño detalle: del futuro.

¿Cómo pedirle a S.E. que se preocupe del cambio y del futuro nacional cuando creía –o cree todavía– que después de cinco años de fracasos el futuro es él? ¿Qué argumentos convincentes exhibirle a S.E. cuando es partidario de los ayatolás iraníes y de los mulás talibanes? Evo Morales está siglos más atrasado que Chávez, históricamente hablando.
Hugo Chávez padece de una necrolatría enfermiza porque no deja descansar en paz los restos mortales del Libertador Bolívar, hurgándolos macabramente; mientras S.E. ya está más próximo a la necrofagia, tratando de alimentar a los bolivianos con momias del incario.

Los cambios que ha hecho el Gobierno del MAS no están sirviendo sino para retroceder. Se han producido cambios absurdos, innecesarios, demagógicos, con el único propósito de justificar a una administración incapaz, sin ideas, anquilosada, inexistente en el fondo. Son los cambios revolucionarios que están representados en la perjudicial nacionalización de los hidrocarburos o en estatizaciones de minas o de la industria del cemento o la reversión tramposa de tierras o los histriónicos anuncios de la muerte del decreto 21060 que el MAS no acaba de matarlo nunca y que lo enfurece.

Continuamos, como siempre, viviendo de la explotación de nuestras materias primas. De manera farisea queremos ser defensores mundiales de la Madre Tierra, de la Pachamama que estamos destrozando, quemándola de forma desconsiderada, abriéndole heridas irreparables en una ávida búsqueda de riqueza minera, pero sobre todo, poblándola de hoja de coca, agotándola, envenenándola con todas las sustancias nocivas que se utilizan para la producción de cocaína. La cocaína y en narcotráfico ha sido en lo que, tecnológicamente, más ha avanzado la Bolivia actual.

Hemos cambiado la República por un Estado Plurinacional mentiroso por inexistente; hemos creado una bandera como la "wiphala" copiada hace dos décadas de los Tercios españoles con el embuste de que fue la enseña “originaria”; hemos cambiado hacia una justicia cobarde e infame; y hemos cambiado hacia una Constitución que es mala, por irreal,  inaplicable, y confusa a raíz de su traducción de alguna lengua ajena. Pero seguimos con nuestros vicios de siempre en cuanto a lo que es baja productividad, escasez de mercados, corrupción, y lo que menos le interesa al Estado Plurinacional: educación. Si Bolivia fuera un pueblo educado S.E. no hubiera llegado jamás al poder y el
MAS habría tenido acceso al Palacio Quemado no antes del 2100, siempre y cuando se hubiera educado desde hoy para gobernar.

Sin mencionar a naciones como China, India o Brasil que son unos colosos, citando sólo a Finlandia, Israel, Singapur, Corea del Sur y Chile –nuestro vecino con el que pretendemos compararnos en todo– Oppenheimer nos da algunos consejos sobre lo que es el verdadero cambio. No son sus consejos personales, ni se trata de su conocimiento, que lo tiene, sino del resultado de estudios, investigaciones, entrevistas y viajes, los que hacen comprender por qué algunas naciones irrumpen en la modernidad, en el Primer Mundo, y por qué otras se quedan atascadas, paupérrimas, plañideras, sin esperanzas, con hambre y resentimiento, buscando siempre culpables a sus males.

Pues bien, concluye Oppenheimer en que lo más importante de todo es la educación, la tecnología, la innovación. País que pretenda un horizonte de bonanza ignorando la educación de su pueblo y confiando en sus recursos naturales, por millonarios que sean como el caso venezolano, estará condenado. En Bolivia se hace todo lo contrario actualmente. Algunas de las claves de un progreso seguro –según puedo interpretar– están en mirar hacia adelante, hacia el futuro; involucrar a todos en la educación, en especial a la familia; formar buenos maestros, bien pagados, respetados, pero que no vivan en marchas callejeras sino enseñando en las aulas; abrir el país a universidades extranjeras, a profesores contratados, y no estar como el tatú, cavando en la oscuridad, rechazando el contagio imperialista o como si guardáramos secretos que nos pudieran copiar; y  por supuesto que atraer inversiones de alta tecnología.

Ese sí que es el cambio. Por ahí vamos a encontrarnos con la economía del conocimiento, la más importante del mundo actual. Pero se debe cambiar la mentalidad. Con cacumen de aldea perdida no daremos un paso más. Con cercos abusivos se nos bloqueará la mente. Con dinamitazos espantaremos las ideas. Creyendo mentiras será imposible liberarnos de la miseria. Siguiendo a sofistas depresivos un día e histéricos otro, perderemos el futuro.
 

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El Día: El lado oscuro de la luna

H   ay un después de la crisis financiera del 2008, la economía internacional y los equilibrios de poder estratégicos a nivel mundial se transformaron de manera importante. En el primer caso, la recuperación del crecimiento económico, después de la debacle en los países desarrollados, está siendo liderada por economías emergentes como Brasil, Rusia, India y sobresaliendo entre todas, China, los famosos BRICs.  Varios países en vías de desarrollo están viviendo un período excepcional de expansión económica. Al contrario, el mundo industrializado, a la cabeza de los Estados Unidos, sufre de serios problemas estructurales (pérdida de competitividad, problemas fiscales y financieros),  que les impenden recuperar el dinamismo productivo.

Las bajas tasas de crecimiento económico y los elevados niveles de desempleo  persistirán aún por varios años, situación que cambiará la participación e influencia de los países desarrollados en la economía mundial. Por otro lado, y conectado con lo anterior, la geografía del poder también se transforma. Asistimos a una disminución de la hegemonía norteamericana y europea, y al surgimiento de un nuevo polo de influencia, China.  El cambio en la supremacía del poder mundial es sólo cuestión de tiempo. A nivel de América Latina, Brasil se consolida como un poder regional muy importante.

Un libro reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID):  “One Region, Two  Speeds? Challenges of the New Economic Order for Latin America and the Caribbean” escrito por Alejandro Izquierdo y Ernesto Talvi (marzo 2011) retrata los mencionados cambios en económica mundial y sustenta que éstos constituyen una enorme ventana de oportunidad para los países de la región.

Según Izquierdo y Talvi, el ajuste de la economía mundial se traduce en tres hechos que están cambiando las tendencias de crecimiento económico en América Latina y el Caribe. 1) En el año 2006,  las economías emergentes representaban el 50 por ciento del crecimiento de la demanda mundial. En el 2010, esta variable subió al 75 por ciento.

El aumento significativo se concentra sobre todo en el consumo de materias primas. 2) El año pasado, los precios del petróleo, los minerales y los alimentos eran 23,8 y 35 por ciento más altos que los niveles del 2006 antes de la crisis. El boom de los productos primarios continua con fuerza. 3) Los costos de financiamiento para las economías latinoamericanas están muy bajos comparados con el período precrisis. Existe una abundancia de capitales baratos tanto para préstamos como para inversiones. En el 2010,  el flujo de capitales a la región fue el récord de 266 mil millones de dólares.  Por lo tanto, existen mercados, los precios están excelentes y hay dinero para esta región del mundo.

Dadas estas condiciones externas, el libro del BID analiza sus impactos en las economías de América Latina y el Caribe utilizando la metodología de “clusters”. El trabajo identifica dos clusters, uno de economías del tipo brasileña que son exportadoras de materias primas y tienen baja exposición a la demanda de países industrializados, y que además, tienen un enorme potencial para atraer ahorro externo. En el “cluster Brasil” están casi todos los países de Sudamérica, incluyendo Bolivia. Para ellos los océanos del crecimiento son azules.

El otro cluster lo formarían economías tipo México que concentran sus exportaciones en países de desarrollados como Estados Unidos, viven de las remesas internacionales y son dependientes de importaciones de bienes primarios. En este grupo están, además de México, las economías caribeñas, a quienes el contexto externo no les favorece.

Ahora bien, el libro de Izquierdo y Talvi sostiene que algunos países del cluster Brasil vienen aprovechando mejor  la ventana de oportunidad externa y están creciendo de manera sostenible; sin embargo,  otros le están dando la espalda a la bonanza externa, este sería el caso de Bolivia, en mi humilde opinión.  Aunque ahora no nos situamos en el lado oscuro de la luna de la economía mundial, no estamos aprovechando del gigantesco shock de ingresos positivos.

En Bolivia, las tasas de crecimiento económico de los últimos 5 años, en promedio 4,7 por ciento,  es muy similar al período neoliberal de los noventa e inferior a los años setenta, cuando tuvimos un contexto externo  muy parecido. Hacer parte del tipo de cluster Brasil, nos brinda una fuerte y dinámica demanda por los productos que exportamos y precios fabulosos, pero sólo para contrariar la historia, en el año 2010, Bolivia  produjo menos minerales y alimentos que años pasados. Y tampoco aprovechamos la disponibilidad de capital barato que hay en el mundo, de hecho el flujo de inversión extranjera directa en el país fue uno de los más bajos de la región.

“One Region, Two Speeds? Challenges of the New Economic Order for Latin America andt he Caribbean” ofrece una serie de recomendaciones de políticas públicas que debería entrar a nuestro debate para que no perdamos la rueda de la historia.
 

 

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El Día: La fiesta de la vida

Moros y cristianos saben que estamos en la Pascua. Pero son pocas las personas que saben cómo se ha originado la Pascua y que la Pascua de Jesús es su Resurrección de entre los muertos. Por ello, es conveniente saber el origen de la Pascua.

Los orígenes de las fiestas de Pascua se encuentran en la prehistoria. Cuando los judíos la asociaron con la victoriosa como milagrosa salida de Egipto, la celebración de la Pascua estaba vigente en la comarca. Se trataba de la fiesta de la primavera del hemisferio norte, ante el eterno milagro de la vida que renueva los campos… El primer “paso” o la “Pascua” que se ve es el de la vida que vuelve a dar a la tierra, flores y frutos.

Israel asoció la Pascua con el nacimiento del pueblo de Israel. El pan ácimo de las fiestas agrarias se hizo recuerdo de aquella partida apresurada, la noche de la liberación. Era el Dios poderoso que con su brazo fuerte pasó para liberar al pueblo de la esclavitud. La salida de Egipto y el paso del Mar Rojo, camino de la libertad, es el gran acontecimiento de la historia de la liberación del pueblo de Israel.

La Resurrección de Jesús es el paso definitivo de Dios por la historia de la humanidad. Es también el paso definitivo del hombre hacia Dios. La resurrección confiere un sentido nuevo y definitivo a las celebraciones de la Pascua.

Dentro de la celebración más importante del año, la Vigilia Pascual- durante siglos los cristianos empezaban la vigilia al atardecer y terminaban al amanecer-, en el pregón pascual de esa noche se cantan las tres perspectivas pascuales: a) la de los judíos; “esta noche en que sacaste de Egipto a los israelitas”; b) la de Cristo: “esta es la noche en que rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo”; c) la nuestra: “esta es la noche en la que los que confiesan su fe en Cristo son arrancados de los vicios del mundo y de la oscuridad del pecado, son restituidos a la gracia y agregados a los Santos”.

Es una pena que la celebración de la vigilia pascual se celebre en un par de horas y que siendo la celebración capital de todo el año sean pocos los que participen en ella.

Pascua es nochegrande, así como llamamos a Navidad nochebuena. La fuerza renovadora de la vigilia debe acompañarnos los cincuenta días de la Pascua.

La Pascua está pregonando la vuelta a la vida, o sea, el paso a la vida inmortal de Jesús de Nazaret condenado por la justicia injusta: “ustedes renegaron del Santo y del Justo, y, pidiendo como una gracia la liberación de un homicida, mataron al autor de la vida” (Hech. 3,14-15).

Este es el gran acontecimiento de la Pascua. Cristo ha resucitado saliendo victorioso del sepulcro. Este es el acontecimiento que da sentido a nuestra fe en Cristo, el Señor de la vida. Si somos cristianos, al igual que los mil doscientos millones de cristianos y, otro tanto de otros grupos cristianos, es por eso, porque Jesús de Nazaret no se quedó en el sepulcro, sino que la fuerza de Dios  le hizo pasar a una nueva existencia en la que está para siempre, y desde la que se nos hace presente continuamente, especialmente en la  Santa Eucaristía.

Es verdad, “¡ha resucitado el Señor!” exclaman los discípulos de Emaus. Esta noticia es el centro del Credo cristiano. Cristo ha resucitado. Es necesario dejarnos embargar por esta alegría del acontecimiento de la Pascua. Los cristianos no seguimos a un muerto, seguimos a alguien que está vivo y camina junto a nosotros. El aviso del Ángel junto al sepulcro vacío la mañana de Pascua es la consigna para todos los tiempos, para los discípulos de hoy en este siglo XXI: “ha resucitado de entre los muertos y va delante de ustedes…”.

Durante la Cuaresma se nos invitaba a seguir a Cristo, tomando la cruz de cada día, para poder llegar a resucitar con Cristo. Es fácil entusiasmarse con la alegría de la Pascua, pero es necesario pensar que no se llega a vivir en profundidad la alegría pascual sin pasar por la cruz.

La muerte en cruz no fue un accidente, sino la comprensible derivación de todo un estilo de vida. Le mataron porque fue como fue, porque enseñó lo que enseñó, porque pasó haciendo el bien, porque hizo la voluntad del Padre.

 

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Los Tiempos: La fragilidad del sistema democrático

NUESTRA PALABRA

La crisis del Concejo Municipal es una  muestra más de lo deteriorada que está la institucionalidad y la cultura democrática en nuestra sociedad

La crisis en la que se ha sumido el Concejo Municipal de Cochabamba a raíz de una serie de denuncias sobre tráfico de influencias, cobro de diezmos y otras prácticas corruptas en las que según muchos indicios ya formarían parte de una "normalidad" aceptada por todos, ha ocasionado que afloren otros síntomas del deterioro de la institucionalidad municipal y de la fragilidad de la cultura democrática de las autoridades electas.

En efecto, los días transcurridos desde que se iniciara el desmoronamiento de la "gobernabilidad" hasta entonces lograda sobre la base de aceptadas distribuciones de "cuotas de poder" entre oficialistas y opositores, con todo lo que ello trae consigo, han sido suficientes para que se ponga al descubierto la falsedad que se esconde tras las apariencias de una institucionalidad democrática que, como ahora se ve, sólo existe en los discursos.

A tan penosa situación se ha llegado como consecuencia de un doble proceso de involución política. Por una parte, por la absoluta y total incapacidad de los grupos opositores para articularse en algo más serio que una fórmula electoral cuya razón de existir termina al día siguiente del acto electoral. Y por otra, por la transformación del Movimiento Al Socialismo en una estructura burocrática vertical y autoritaria en la que la vida democrática interna ha sido sustituida por la voluntad arbitraria de sus cúpulas jerárquicas.

En el caso de la oposición, lo que ocurre a escala del municipio de Cochabamba no es diferente de lo que ocurre a nivel nacional. Es sólo el más fiel reflejo de la inexistencia de organizaciones políticas capaces de participar en las lides por la disputa del poder con un mínimo de solvencia. Ante la falta de liderazgo, de estructura orgánica y de un referente doctrinario que guíe sus actos, todo se reduce a un juego de voluntarismos individuales que sólo se orientan por intereses también individuales. La noción de una voluntad colectiva es inexistente y así no es sorprendente que cada concejal pueda disponer de su voto con total arbitrariedad negociándolo como mejor convenga a su propio interés.

Diametralmente opuesto, pero no por eso mejor, es lo que ocurre en la bancada oficialista, la del MAS, donde la voluntad individual, el criterio propio, la capacidad de discernimiento y de decisión de cada concejal ha sido confiscada por una "instancia superior" que es la que toma las decisiones. "Nosotros somos orgánicos, quien debe definir (quién presidirá el Concejo Municipal) es Leonilda Zurita" (jefa de esa partido en Cochabamba), ha explicado una de las concejalas masistas, lo que describe con precisión lo decorativo que es el lugar que en los hechos ocupan quienes supuestamente representan en el gobierno municipal a la ciudadanía que en las urnas les dio sus votos.

Así, por falta de estructura orgánica en el caso de la oposición, y por exceso de autoritarismo centralista en el del oficialismo, el Concejo Municipal de Cochabamba se constituye en la más elocuente manifestación del distanciamiento entre la ciudanía y las instituciones que la representan. Toda una síntesis del envilecimiento del sistema democrático.

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El Deber: Resurrección y esperanza

La liturgia de la Iglesia Católica Apostólica Romana, religión a la que nos suscribimos la inmensa mayoría de los bolivianos, celebra hoy el milagro de la Resurrección, magno hecho que año tras año la feligresía cristiana celebra con unción. El Dios único en su Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) ha resucitado mediante la figura de su amado hijo Jesús, El Cristo, el ungido por el Señor, cuyo sacrificio se hizo para expiar nuestros pecados y al mismo tiempo dar esperanza al mundo de una vida nueva con el fuerte pilar de la  indeclinable fe, esa fe inconmovible que siempre nos debe sustentar en todo momento.

Y de la esperanza y de la fe justamente se trata ahora. Al recordar hoy la Resurrección del Señor, cabe pensar al mismo tiempo en que este milagro nos tiene que servir no solamente para superarnos en nuestras vidas, hacerlas dignas, hacerlas mejores, reflexionar sobre nuestros procederes, sino también para esperar cosas positivas tanto para nosotros en nuestra modesta existencia personal e individual, como para el país y el orbe entero.

El Domingo de Resurrección marca ese punto de inflexión que tiende a llevarnos hacia algo bueno y de interés benéfico para  toda la comunidad. Esto, por encima de la problemática personal de cada uno. Siempre ha sido así, siempre será así.

Muchos problemas atraviesa el mundo y no son pocos los que tiene actualmente Bolivia. Confiemos en que la fe y la esperanza se impongan conjuntamente sobre maldades, desaciertos, pequeñeces, conflictos, odios y perversidades. Que la Providencia Divina oriente a gobernantes aquí, allá y acullá, para hacer de este planeta Tierra un lugar digno para la existencia humana. La alegría creyente de la Resurrección hay que transformarla en pauta activa para nuestra propia resurrección en materia de constructivos hechos, emprendimientos, conductas y decisiones.

Una vida en paz, con labores honestas y con progreso, es lo que queremos todos. Trabajemos en ello pensando en el inmenso sacrificio  de Jesús, sacrificio a favor de la humanidad entera y que sigue presente hoy, como lo estará hasta el final de los tiempos.

Que este domingo tan especial sea un día de cambio auténtico, real, tangible, en todo lo que emprendamos a partir del presente. Ojalá el Gobierno de Evo Morales asuma esa misma posición superando estridencias, enconos, desencuentros e ineficacias,  para intentar más bien llevar a Bolivia hacia lugares cualitativamente por encima del  muy bajo nivel que actualmente ocupamos en materia de desarrollo social integrado.

Todos necesitamos –y podemos- resucitar  en Cristo. Fe y esperanza, no las perdamos nunca. Tengamos,  además, presente  en todo momento el  gran ejemplo de Jesús. Si pedimos con fe y mantenemos la esperanza,  podemos tener la certeza de que Él sabrá guiar  eternamente nuestras vidas, para el propio sano provecho y el de la patria que nos cobija.

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Cambio:

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La Prensa: Relecciones en Semana Santa

Este tiempo es un buen momento para la reflexión, un instante para evaluar a quién servimos, al Dios de la salvación o al dios del mundo.

?Gracia y paz sea con vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén?. (Gálatas 1: 3 -5)

Diversas costumbres existen para celebrar la Semana Santa, momento en el cual se recuerda la pasión, sufrimiento, muerte y posterior resurrección de entre los muertos de nuestro Señor Jesucristo. A lo largo y ancho del mundo católico, se realizan cultos y misas, se elevan oraciones y se entregan ofrendas, y hasta se revive la historia en las calles mediante procesiones, las que nos llevan a rememorar el acontecimiento más importante de la fe, esto es, el perdón de nuestros pecados, a través de la crucifixión del Cordero de Dios.

La cruz puede ser considerada la esencia de la justificación de nuestros delitos. Con el fallecimiento de Cristo en ella, podemos presentarnos confiadamente ante el Creador para alcanzar misericordia. Con Jesús se ha crucificado la naturaleza caída del hombre, representa la muerte de la carne y de aquello pecaminoso que existía antes de la santificación que nos fue regalada.

Este tiempo es un buen momento para la reflexión, un instante para evaluar a quién servimos, al Dios de la salvación o al dios del mundo. ¿La vida que llevamos es la de un creyente o solo recurrimos al Creador para satisfacer necias necesidades? El apóstol Pablo, en la epístola a los Efesios, señaló ?porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe.? Qué alivio más grande, la fe que reside en nuestros corazones es un regalo de Dios y constituye la piedra fundamental de la salvación.

Sin duda, dejarse llevar por la calzada terrenal es muy sencillo, más aún cuando tenemos a nuestro alcance las más peligrosas tentaciones. El mundo globalizado y el desarrollo de la tecnología, si bien beneficiosa para un sinfín de aspectos de la vida cotidiana, han permitido que seducciones tales como la pornografía, la prostitución, el adulterio, las drogas, la delincuencia u otros se encuentren al toque de una tecla. El camino del Señor, el camino correcto, ciertamente es estrecho. Conlleva entrega, compromiso y decisiones muy firmes, de repente ajenas a nuestra naturaleza. Todos pecamos de alguna manera, y de igual forma, somos prontos para arrepentirnos. Tenemos conciencia cuando practicamos actos que son contrarios a la Palabra de Dios, por ello nos arrodillamos para pedir perdón, para suplicar una segunda oportunidad.

Los festejos concluyen, las velas se apagan y muchas promesas se disiparán en el tiempo. A todo esto, lo que debe quedar y residir en el corazón, en la mente, cuerpo y alma, es la esperanza de reencontrarnos con la verdad, el camino y la vida, esto es: Jesucristo.

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El Diario: Fracaso de la utópica ideología populista

Hace aproximadamente cinco años, los profundos teóricos criollos del populismo, ideología con implicaciones racistas e indigenistas, plantearon como programa oficial del Estado Plurinacional (que desconoció la Nación) que Bolivia debería convertirse al socialismo sobre la base de las comunidades originarias y no debía pasar por la etapa capitalista. Fueron dictadas algunas medidas y, entre otras, se lanzó una furiosa campaña contra el capitalismo.

El fundamento teórico de esa utopía, refutada hace más de un siglo por la teoría y la práctica, proponía “la construcción de un nuevo sistema de organización social fundado en la producción y la apropiación comunitaria-universal”… “salvar en la actualidad a la forma comunal allá donde ella se ha preservado”, tarea que sería “una monumental obra de reconstrucción de la comunidad ancestral”… “para superar la enajenación capitalista”, argumentación que, por lo demás, fue adoptada como ideología oficial por el grupo gobernante.

La mencionada utopía, es decir no ir a ninguna parte, fue puesta en aplicación hace aproximadamente cinco años, pero, llevada a la práctica, terminó en un fracaso completo, pues no se cumplió ni en mínima proporción y, más bien, en cuanto fue posible aplicarla, lo único que produjo fue caos social, destrucción de las actividades de producción y mayor dependencia del país ante economías extranjeras. Efectivamente, ni las comunidades indígenas han podido desarrollar hacia el socialismo, ni tampoco se ha podido frenar el desarrollo capitalista, aunque sí se le ha producido enormes perjuicios con medidas antieconómicas que obligan al país a enfrentar graves dificultades. Es más, esa ideología populista se ha negado a sí misma y ha dejado de convertirse en una nueva fórmula para la solución de los problemas propios de Bolivia.

El intento de aplicar ese populismo, que además gira más a la derecha que a la izquierda, se produjo pese a las advertencias en contrario y sucesivamente señaladas por toda clase de medios de comunicación, es decir que se marchó hacia el fracaso a sabiendas y con conocimiento de causa. Es mas, se reiteró en esa oportunidad que el desarrollo capitalista en Bolivia era inevitable, por más que se hiciesen todos los esfuerzos posibles en sentido contrario.

Al respecto, ya el año 2003 un folleto de amplia circulación (“Práctica y teoría de la Asamblea Constituyente”. CIMA. 2003) señaló que “… el contenido del actual proceso histórico boliviano es enteramente nacional y democrático-capitalista”… “que ese y no otro es el contenido del movimiento social boliviano y nadie ni nada podrá detenerlo, desviarlo o llevarlo hacia otro objetivo. Y si este proceso no se puede cumplir ahora o es detenido por alguna acción, inevitable e inexorablemente volverá a renacer con las mismas características, aunque más agudas que antes, hasta su plena realización, porque no se puede detener indefinidamente el reloj de la historia”… “Este actual proceso histórico-político nada tiene en absoluto de socialista…”, etc.

Pasado el tiempo, los hechos se han encargado de demostrar la exactitud o inexactitud de las posiciones políticas que fueron planteadas en esa oportunidad y, por tanto, las fracasadas teorías utópicas deben ser sustituidas por las que han dado resultado en su aplicación.

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El Mundo: Conmoción.

La opinión pública ha quedado conmovida con la desaparición del periodista David Niño de Guzmán, Jefe de Informaciones de la Agencia de Noticias Fides que fue encontrado muerto en una avenida de la sede de Gobierno.

El cadáver del periodista mostraba señales de haber sido golpeado, además de tener una herida en el abdomen que podría ser el producto de una explosión.

Las autoridades de la Fuerza de Lucha Contra el Crimen han asumido el compromiso de intensificar las investigaciones para esclarecer las circunstancias y una de las primeras acciones fueron las de probar si la explosión fue provocada por la misma persona.

Si bien resulta riesgoso hacer observaciones sobre el tema, en todo el país se han estado haciendo reclamos por la creciente presencia de acciones de violencia contra los ciudadanos, en diferentes situaciones, especialmente con motivo de robo.

Se trata del segundo caso de periodistas fallecidos en los últimos años, en el caso anterior de periodista David Quisbert, pese al tiempo transcurrido y los reclamos insistentes, no ha podido ser esclarecido; en ese caso también se encontró signos de violencia y si bien el periodista se encontraba seriamente lesionado y fue encontrado con vida, también murió como consecuencia de ello.

Con frecuencia se habla del periodismo como una profesión de mucho riesgo; sin embargo, en los caos que mencionamos, no se trata de accidentes de trabajo por haber estado expuestos a una situación especial, sino que los periodistas fueron identificados y perseguidos con fines delincuenciales.

El hecho de que los periodistas hubieran sido un centro permanente de críticas y acusaciones de parte de las autoridades, hace que estas tengan en el caso presente la obligación de esclarecer la situación, para evitar versiones que puedan vincularlas en los entretelones de este hecho luctuoso.

Los trabajadores de la prensa, en todas sus organizaciones, han expresado su preocupación por este hecho y han presentado a alas autoridades el pedido para que se hagan las investigaciones necesarias para esclarecerlo a la mayor brevedad.

Por otra parte, los periodistas agremiados han presentado una solicitud de ley para que los periodistas puedan contar con un seguro que permita compensar de alguna manera a la familia en el caso de siniestros que puedan presentarse en el desarrollo de su trabajo.

Desde el nacimiento del periodismo como un medio para tener informada a la ciudadanía sobre las actividades que se desarrollan a su alrededor, el centro de atención han sido las autoridades encargadas de manejar los bienes públicos y como una consecuencia, ellas han desarrollado acciones para controlarla y evitar que se transmitan ciertas informaciones.

En nuestro país no son pocos los casos de periodistas agredidos con consecuencias graves aunque no fatales, son frecuentes las amenazas y presiones que se hacen para evitar la publicación de determinadas situaciones que muestran la incapacidad de quienes tienen en sus manos el ejercicio del poder.

En el caso que nos ocupa, es importante que se completen las investigaciones para establecer la verdad sobre el tema y evitar así cualquier susceptibilidad.

Po otra parte es importante conocer a quienes tuvieron que ver en este hecho y que sean castigados de una manera ejemplar, con el fin de evitar que situaciones de ese tipo un puedan repetirse.

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Opinión:

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Clarín, Argentina: Los nuevos pecados resultan nimios pero se castigan con todo

Poco antes de que empezara el año se difundió una encuesta impresionante. No recuerdo quién la llevó a cabo, pero sí que la muestra era numerosa y cubría varios países latinoamericanos. La pregunta era simple: un deseo personal para el año por venir. La respuesta más votada: ?hacer más ejercicio físico?. No, alcanzar la felicidad; no, conseguir un mejor trabajo o progresar en el que se tiene; no, adquirir nuevos conocimientos o habilidades; no, realizar un viaje soñado; no, casarse con el amor de su vida y tampoco, en fin, pasarla requete bien. No, semejante pavada era el objetivo máximo del año para de miles y miles de encuestados que formaban aplastante mayoría.

¿Se trata de un proceso de descerebramiento compulsivo ? Sigmund Freud anticipó meridianamente en ?El malestar en la cultura? (1929) que vivimos inmersos en una cultura de la culpa. La relativa novedad es que si antes la culpa se depositaba en el pecado -la ofensa a un dios y el condigno castigo-, ahora muda a espacios escandalosamente nimios.

Del pecado, que era tan trascendente y terrible -una violación de la ley divina- se migró a la pena chiquita y banal de trasgredir un dictado social.

Mucho más frívolos y menos lúcidos que nuestros antepasados temerosos de un dios, ahora no nos mortifican nuestras faltas ante la divinidad, bastante difumada, sino lo que nos hacemos sin querer.

Y, por extensión, lo que les hacemos sin querer a nuestros seres queridos.

En una extraña cabriola, la culpa ha pasado desde un plano moral a uno físico , refugiándose en el cuerpo. Pocas cosas hay peores en nuestra cultura que engordar o ser gordo, por ejemplo.

No cuidarse en la alimentación, comer las cosas que a uno de gustan en la cantidad deseada, fumar o tomar bebidas alcohólicas convella desde el punto de vista omnímodo de la dictadura espiritual del tándem belleza-salud , algo así como una condena a muerte anticipada. Así, el simple acto de deglutir a placer panchos o hamburguesas devendría en tragedia.

Porque cometer esos flamantes pecados (imagen infernal: mirar la tele tirado en la cama, comiendo chocolate y tomando algún licor), nos aterrorizan que nos acortará perversamente la existencia o nos traerá las más espantosas enfermedades.

?Somos lo que comemos?, reza la estupidez consagrada, como si no pudiéramos aspirar a ser algo más que un mejunje de líquidos, vegetales, hidratos de carbono y carnes.

Pero también es deber moverse, justo en una sociedad del espectáculo que nos ofrece las mil y unas tentaciones para permanecer inmóviles. No cumplir con el precepto gimnástico , según nos prometen, también nos arrojará a las llamas de la muerte temprana o al agobio de males horripilantes.

Es la misma sociedad que nos exige mucho tiempo dedicado a trabajo, en general, tozudamente sedentario. Y esa misma exigencia se convierte en fuente de nuevas culpas: no les dedicamos el tiempo necesario a nuestros hijos, a nuestra pareja, a nuestros padres, a nuestros parientes y amigos. Estas demandas en el caso de las mujeres tienen el peso y el espesor de un container repleto de plomo.

Y como paroxismo de la contradicción, la misma sociedad que nos impone un trabajo absorbente, nos recrimina que no nos hagamos lugar para el ocio , tan saludable por cierto.

Presos de tantas coerciones que bajan esos discursos blindados por la autoridad sanitaria -y la industria light, claro-, al fin y al cabo la ya célebre imagen de Juanita Viale, en pareja y con una panza de seis meses, entregada a las alas de su deseo con el enrulado ex ministro de Economía Martín Losteau, por lo fresca y transgresora, se parece mucho a una caricia de libertad.

La misma libertad a la que se refirió Mario Vargas Llosa el jueves cuando lo dejaron al fin hablar en la Feria del Libro y supo avergonzar a sus toscos difamadores con la potencia, la claridad y la belleza de una lección maestra.

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