Un frustrado referéndum

humberto-vacaflor-colorEconomía de palabras – Humberto Vacaflor Ganam

Desde algún punto de la zona rural donde hace discursos ahora que evita mostrarse en las ciudades y viajar al exterior, el presidente Evo Morales dijo que quiere un referéndum.

La idea ilusionó a muchos bolivianos, a la mayoría, antes de saber que la idea del presidente era consultar sobre el uso de las reservas internacionales del BCB.



Cuando el presidente regresó al área urbana sus colaboradores dijeron que estaban preparando el referéndum, dando a entender que son muy eficientes.

Pero luego la realidad se impuso. Alguien debió decir al presidente y a sus ayudantes que preparaban el referéndum, que de las reservas mejor ni hablar.

Es decir que las reservas pueden servir para hacer propaganda, machacona y millonaria propaganda, pero que es mejor no entrar en detalles sobre los montos.

Alguien mencionó el hecho de que la estructura de las reservas no da mucho margen para usar los 2.000 millones de dólares que el presidente quiere para este su repentino y tardío entusiasmo por industrializar el país.

La explicación acerca de que no se hará un referéndum no fue muy eficiente por parte de los voceros, a los que les faltó explicar por qué estaban desoyendo el deseo del presidente.

Se ha perdido una oportunidad para que el gobierno admita ante la ciudadanía que toda la propaganda sobre las reservas fue una fantasía.

Hacer un referéndum sobre ese tema hubiera obligado a desmenuzar las cifras y revelar el origen de las reservas, pero sobre todo su estructura, que no deja márgenes muy amplios.

En suma, que estamos llegando a un 1 de mayo con una larga lista de frustraciones para el presidente, que ahora, además, deberá buscar algún pretexto para explicar que ese día no asistirá a festejos urbanos.

Y los bolivianos nos habremos quedado con las ganas del soñado referéndum.