¿Enemigos íntimos?


Vicealmirante Ismael Schabib Montero

Vicealmirante Ismael Schabib Cuando celebramos otro aniversario de nuestra patria cabe pensar Bolivia.

“El libertador Simón Bolívar, claramente escindió la “bolivianidad” asignada a todos los que habían nacido bajo la jurisdicción territorial de la nueva república, de los “ciudadanos”, que debían saber leer y escribir el idioma dominante (castellano); carecer de vínculos de servidumbre; con lo que de inicio los indios carecían de ciudadanía. Previamente, y en un retroceso frente a la propia colonia que había reconocido la vigencia local de los sistemas de autoridad indígena, Bolívar, en un intento de instaurar una constitución liberal, declara extinguida la autoridad de los caciques indígenas, sustituyéndolas por funcionarios locales designados por el Estado” (Álvaro García Linera. Autonomías Regionales Indígenas y Estado Multicultural, Pág. 173).



Asumiendo que lo escrito por el Sr. Vicepresidente, es totalmente cierto, ¿porque el padre de la patria tomó esa medida? por que quienes lograron hacer del Alto Perú un país independiente fueron las personas que tenían conocimiento, educación, que se aplicó para convencer al Mariscal Sucre primero y después al propio Libertador Bolívar para hacer de esta región una unidad política diferente de la Argentina y del Perú, pagando un carísimo precio el Libertador, resignó su ideal de hacer de los países independizados por su espada uno sólo, como es EE.UU de Norte América o el Brasil. Acepto la fragmentación de su ideario político e hizo de la República de Bolívar, su hija predilecta.

A la República de Bolivia, la imaginaron los hombres cultos del Alto Perú que se habían formado en las universidades, especialmente la de Charcas, no fueron los indígenas. Se dio en la región la confluencia de tres fuentes de poder, la riqueza, (Del Cerro Rico de Potosí) el conocimiento y la capacidad de generar violencia*, que no eran monopolio de los indígenas sino de los criollos y mestizos. No fue una mera casualidad que Casimiro Olañeta se hubiera convertido en el Secretario del Mariscal Sucre y haberlo acompañado en su recorrido prudente y triunfante desde Desaguadero hasta la misma Charcas y que el General Lanza hubiera gozado de su confianza. Y si algunos indígenas compartían el poder colonial con los españoles, es lógico que al desaparecer, al haberse instaurado la flamante República de Bolívar, los triunfadores, hubieran marginando a quienes habían compartido el poder con los colonizadores, porque así son las cosas.

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Que no se hubiera concedió al indígena un trato digno, el trato de iguales, de compatriotas, ocurrió porque en el contexto de esa época las cosas también eran así, no sólo en Bolivia, sino en casi toda la América española, en la Argentina el Presidente Roca tomó durísimas medidas contra el indígena y en el Perú estaban prohibidos de caminar por la ciudad de Lima.

Pero esas enormes verdades son comparables a otras, también, enormes verdades, como fue la Revolución de 1952 que encumbró al Dr. Víctor Paz Estenssoro, revolución que nació inspirada en el dolor sentido durante la guerra del Chaco, al ver la cruda realidad que ofrecía el indígena a su compatriota de clase media, compañero de trinchera, compañero en el esfuerzo, de fatiga, de sed, de sacrificio y de la frustración por perder la guerra. El mestizo de clase media, con la Revolución del 52 demostró fehacientemente que no era indiferente con la suerte del indígena y pago la deuda histórica.

El hombre de clase media, el mestizo, fue el que lideró la revolución que tuvo entre sus grandes medidas la reivindicación del indígena en lo social y cultural, obviamente que al enseñarle a leer y escribir se lo hizo en castellano y no en Aymara o Quchua, no sólo porque no había quien le enseñe a leer en su idioma sino porque era conveniente para propio interés del nativo integrarlo a la sociedad hablando castellano, de la misma manera que en los EE.UU al inmigrante se lo integra a la sociedad americana hablando el idioma inglés y respetando su cultura de origen. En América Latina solamente en México y Bolivia ha ocurrido una revolución de esta importancia histórica. Sin embargo hay que reconocer que en algunos aspectos, el indígena, siguió marginado después de la Revolución, pero quizá porque los bolivianos no somos muy solidarios, pero esa insolidaridad de la sociedad dominante desde el nacimiento de la República, no sólo fue con el indígena del Occidente, sino con el oriental de todas las clases sociales, que Santa Cruz ahora luzca, como luce, no desmiente la historia, también en la guerra del Chaco, no sólo se encontraron el indígena con el mestizo del occidente, sino con el hombre oriental, se identificaron, tomando el cáliz del sacrificio, la guerra también inspiro para que la Revolución considere la articulación del Occidente con el Oriente, como una necesidad para consolidar al Estado boliviano.

Estamos asistiendo a la venganza contra el Libertador Bolívar y Bolivia que hace este gobierno a nombre del indígena. “el nuevo amanecer de lo que hasta hoy se conocía como “Bolivia”, para convertirla en Estado plurinacional campesino- indígena y con un gobierno centralista”*. Sin embargo a los orientales no se nos ha ocurrido vengarnos de Bolívar y de Bolivia.

¿Acaso que no es un Objetivo Nacional la integración nacional? Que quiere decir hacerse uno, que se puede alcanzar con mayor y mejor infraestructura vial, recurriendo a instrumentos modernos de integración como el internet, la TV, la radio, la computación, el teléfono, no sólo hablando el idioma castellano, como medio para integrarnos a Latino América, sino el Inglés para integrarnos al mundo de cara al futuro ¿Por qué transpolar un problema del siglo XIX, al siglo XXI, cuando la realidad era otra y pretender aplicar soluciones del siglo XIX, ahora, tomando venganza contra inocentes, contra la República de Bolivia, contra el actual hombre mestizo que es mayoría, y no tiene la culpa de lo que ha pasado. Se utilizan los ahora abundantes recursos económicos del Estado, debido a los mejores precios de las materias primas exportables, para remarcar lo que nos hace diferentes, para dividirnos, para hacernos sentir enemigos entre bolivianos, cuando lo aconsejable es sentirnos todos bolivianos? ¿Por qué estrellarse contra una medida verdaderamente revolucionaría, las Autonomías Departamentales, que puede unir más a los bolivianos, porque es una forma de compartir el poder nacional, precisamente para que no existan ciudadanos de primera y de segunda categoría? ¿Acaso que los hermanos y los amigos no se sientan alrededor de una mesa para compartir el pan? ¿Por qué suicidarnos mezclando la política con la raza y la religión?

Pareciera que en el mismo territorio convivimos enemigos íntimos y esto hay que resolverlo por el bien de nuestros hijos, de nuestros nietos, por el bien de Bolivia.

*Alvin Toffler, “El Cambio del Poder”.

*Guía de Acción Política de Orinoca para los compañeros revolucionarios del MAS y sus aliados.