Barco boliviano es de una firma iraní sancionada

EGLANTINE El MV Eglantine, anteriormente llamado Bluebell e Iran Gilan, es propiedad de Darya Hafiz Shipping, una de las 10 compañías navieras sancionadas por el Tesoro de Estados Unidos en junio de 2011.

La Fiscalía de Nueva York acusó a las navieras iraníes de crear una red de “empresas pantalla” para evadir las sanciones impuestas por Estados Unidos hace casi tres años y movilizar más de 60 millones de dólares en el sistema financiero estadounidense a través de una decena de bancos.

Nave de bandera boliviana

El viernes, a través de un comunicado oficial, el Registro Internacional Boliviano de Buques (RIBB) admitió que “en el mes pasado, el RIBB hizo el registro del buque granelero Eglantine, con señal de llamada CPC-825, Nº OMI 9193202 y Nº de registro 041231966”.



El lunes 26, esa nave, que declaró que transportaba 63.000 toneladas de azúcar de procedencia brasileña hacia Irán, cargadas en febrero, fue secuestrada por piratas somalíes en aguas territoriales de las Islas Maldivas.

Fuerzas militares de esa nación insular dejaron la búsqueda de la embarcación, pues sus secuestradores la condujeron a aguas territoriales de su país.

Por ese motivo, el RIBB confirmó que la búsqueda de la embarcación quedó bajo la responsabilidad de la Fuerza Operación Antipiratería Atalanta (Eunavfor), formada por fuerzas navales de diferentes países, entre ellos Reino Unido, Holanda y fuerzas componentes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Según el RIBB, “la responsabilidad como Estado de Abanderamiento se enmarca únicamente en coadyuvar con la facilitación de información del buque, que sea requerida por las autoridades pertinentes, además de hacer un seguimiento al desarrollo de los acontecimientos”.

Según un reporte del portal Todo Logística, que cita informaciones de la agencia Reuters, “grupos piratas armados hacen millones de dólares en rescates y son capaces de permanecer en altamar por largos periodos usando naves mercantes capturadas como naves madre. La crisis en la seguridad del transporte marítimo le cuesta a la industria naviera miles de millones de dólares cada año”.

Los 23 tripulantes

Por el momento, se ignora la suerte corrida por los 23 tripulantes de la embarcación. Informes provenientes del punto en el que se registró el secuestro dan cuenta de que los oficiales y marineros a bordo son de nacionalidad india, aunque el dato no pudo ser comprobado oficialmente.

Después de efectuarse el abordaje de la nave, los piratas obligaron a la tripulación a dirigirse a aguas territoriales somalíes, pero a tiempo de registrarse el ataque, algún responsable de la embarcación dio el parte respectivo por radiocomunicación.

Ante la ola de secuestros en el océano Índico, la OTAN y otros organismos internacionales intentan patrullar ese espacio marítimo, aunque por tratarse de una inmensa extensión de agua, es casi una tarea de muy difícil realización, por lo que estos actos se presentaron recurrentemente en los anteriores meses.

12 años es la antigüedad del MV Eglantine, que tiene capacidad para trasladar 63.400 toneladas de granos.

La piratería en Somalia surgió a principios de la anterior década del siglo pasado, cuando estalló una guerra civil en esa nación del llamado Cuerno de África, cuyas costas son bañadas por el océano Índico. Como resultado de la guerra interna, el país está, de hecho, dividido en pequeños estados y facciones independientes, sin un poder que lo gobierne en su totalidad.

Una posibilidad para los jóvenes

Los piratas somalíes se dedican a la pesca artesanal en aguas territoriales y luchan contra los grandes pesqueros de firmas internacionales que operan en las costas de su país. Es, en realidad, una posibilidad de supervivencia para los jóvenes de Somalia.

Las sanciones contra Teherán

El programa nuclear desarrollado por el régimen de Mahmud Ahmadineyad es la causa de las sanciones.

En total, 433 empresas iraníes no pueden hacer negocios con firmas o ciudadanos de Europa.

Una lista de 133 ciudadanos iraníes tienen prohibido el ingreso a territorio europeo.

Teherán asegura que las sanciones encarecerán el petróleo, que produce en grandes volúmenes.

La Prensa – La Paz