Binacional. Santa Cruz (Bolivia) es el segundo destino de las paraguayas que son víctimas de las bandas dedicadas a la trata de personas con fines de explotación sexual. El delito se ha incrementado.
Si bien la debilidad en el control fronterizo se pone en evidencia cada vez que se conoce sobre el hallazgo de un cargamento de droga que burla los mínimos dispositivos de seguridad que existen, los traficantes de mujeres han encontrado en este problema un aliado perfecto para convertir a Bolivia, específicamente a Santa Cruz, en el segundo destino más utilizado para la explotación sexual de paraguayas.
De acuerdo con los organismos de investigación sobre la trata de personas, Argentina sigue siendo el destino que los ‘tratantes’ eligen para ganar dinero con las féminas guaraníes.
Sin embargo, los datos que actualmente manejan las autoridades extranjeras indican que hay más de 300 paraguayas que son víctimas de este ilícito negocio, que los investigadores observan crecer sin control.
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Los informes de Inteligencia que se tienen en el vecino país dan cuenta de que hay al menos una veintena de ‘tratantes’ que operan en esta ruta y que actualmente son buscados, aunque aclaran que esta cantidad significa poco más del 10% del porcentaje real de personas que se dedican a este ilícito negocio de seres humanos.
Los datos de casos investigados en otros años muestran que a partir de junio hay un alza en el número de compra de boletos aéreos y terrestres, de mujeres que deciden salir de Paraguay para ingresar al país.
Los investigadores señalan que esto se debe a las ferias que hay en la capital cruceña, donde muchas de estas jóvenes son utilizadas como representantes de diversos productos, pero que luego son convencidas para trabajar como prostitutas.
“Muchas veces las chicas quedan con deudas altas por una serie de infracciones que les cobran en los locales, donde son retenidas y debido a esto no pueden salir. También aquellos ‘tratantes’ que les quitan sus documentos y las extorsionan, en complicidad con los policías”, contó una investigadora policial, que añade que el temor de las víctimas a denunciar a sus captores agrava la dificultad para resolver estos casos.
Detalles de los ilícitos de una extensa zona fronteriza
– Organización. Las redes dedicadas al tráfico de mujeres con fines de explotación sexual tienen una organización que está compuesta por financiadores externos, que corren con todos los gastos de las muchachas para que lleguen hasta el país de destino, donde luego deben pagar con favores sexuales o con trabajo el dinero invertido en ellas. Además, hay una cadena de captadores de mujeres en Paraguay, que son las personas que tienen algo más de dinero en las localidades donde se encuentra a las víctimas y les pueden ofrecer recursos para el viaje.
– Explotación. Las investigaciones que se realizan en los departamentos dedicados al tráfico de personas han descubierto que la capital paraguaya es utilizada por delincuentes peruanos y bolivianos como un puente para llevar hombres y mujeres a talleres de costura en Brasil. Las víctimas de esta explotación llegan a territorio guaraní sin documentos, por lo que son escondidas en alojamientos cercanos a la terminal de buses y luego son llevadas, en complicidad con las autoridades migratorias, hacia Ciudad del Este, donde cruzan sin necesidad de documentación hacia el territorio brasileño.
– Zonas. Se ha descubierto que en Asunción, en las localidades de Fernando de la Mora y Ñendú, donde hay una gran cantidad de talleres mecánicos donde se hace el cambio de volante, hay cientos de bolivianos y peruanos que son explotados laboralmente. Reciben poco menos del sueldo mínimo de este país y trabajan sin derecho al descanso.
– Radares. Si bien los agentes de la Senad indican que hay un radar militar que funciona a medias y que ayuda en parte a la detección de vuelos irregulares entre Bolivia y Paraguay, la ausencia de estos instrumentos hace que el espacio aéreo en esta zona sea tierra de nadie.
– Tráfico. Se ha identificado que muchas de las mujeres paraguayas que vienen al país como prostitutas son utilizadas como correos humanos de droga, ya que, debido a su nacionalidad, su ingreso al territorio guaraní se facilita, lo mismo que su salida a Brasil, país que luego de acopiar el alcaloide -que generalmente es impregnado en sus prendas íntimas-, es enviado a Europa.
No hay cruce de datos con Bolivia
Marina Franco / Comisaria de Paraguay
El primer país donde hay explotación sexual de mujeres paraguayas es Argentina, y luego está Bolivia. Pero las situaciones respecto al trabajo de investigaciones son diferentes.
Existe una buena cadena de datos con la policía de Buenos Aires, pero con los agentes bolivianos este cruce de información no existe, lo cual dificulta realizar algún rescate o procedimiento.
Este es un delito muy complejo, en el que las víctimas no declaran en contra de sus traficantes porque son amenazadas y extorsionadas con sus familiares. Aquí las regiones más vulnerables son Caaguazú y Caazapá, donde las muchachas viven en situaciones económicas bajas.
Hay una facilidad para el ingreso
Teresa Martínez / Fiscal penal de Asunción
Antes Bolivia no era una ruta tan frecuente para el tráfico de mujeres, pero desde la crisis en la Unión Europea los ‘captadores’ han buscado nuevos destinos para sus víctimas y Santa Cruz es uno de estos nuevos lugares de destino.
Lamentablemente tenemos un alto porcentaje de mujeres que van hacia territorio boliviano, porque ayuda la facilidad de acceso que hay, situación que aprovechan en su favor los tratantes. A esto se suma el bajo costo de los traslados, que se hace vía aérea y terrestre.
Otro problema es el financiamiento de estos hechos, ya que el dinero viene de fuera y se necesita un mayor control migratorio entre ambos países.
El Deber