Bulacia cumple y va por más

Acabar el Rally Dakar 2013 era como una espinita que lo presionaba por causa de sus dos abandonos en 2011 y 2012. Con ese panorama, Marco Bulacia largó en Lima y fue superando una a una las etapas hasta llegar a Santiago de Chile. Allí, se emocionó bastante porque también le estaba cumpliendo una promesa a su padre Miguel, que falleció cuando él debutaban en esta prueba. En esa ocasión tuvo que dejar la competencia en la quinta etapa.
Pero no solo fue cruzar la meta, pues además acabó en el puesto 46 de la clasificación general de coches, entre los 90 pilotos que lograron cumplir los 8.400 km de recorrido. Allí, superó rivales que tenían mejores coches e inversiones que en muchos casos duplican o triplican la suya.
Antes del Dakar, la apuesta de Bulacia, y de su navegante el español Óscar Montaño, era terminar entre los 20 primeros, pero a medida que avanzaba la prueba ese objetivo se alejaba más por los problemas mecánicos que sufrió su camioneta Toyota, preparada en Bolivia por el equipo de mecánicos de Juan Luis Ramírez.
El calentamiento del motor por varios días retrasó el paso de Bulacia, que por momentos apuraba el ritmo, pero se frenaba cuando volvía a aparecer el problema. Luego se le fregó la bomba de agua, inconvenientes que lo hizo perder cerca de dos horas. “El problema es que probamos la máquina en plena competencia, pues no hubo tiempo para hacerlo antes del Dakar”, explicó Bulacia, que luego tuvo su coche en óptimas condiciones.

Quiere más
El gran objetivo que se ha trazado de ganar el Dakar sigue en pie, pues aún se considera, con 39 años, un piloto joven para la categoría coches. Es más, Marco Bulacia dijo que su participación en el Dakar 2014 está asegurada y que llegará mejor preparado.
El piloto sacó sus primeras conclusiones sobre el rendimiento de su máquina al afirmar que respondió de forma espectacular en el desierto, que fue donde mejor le fue.

La aventura de Diego Martínez   fue única
Fue la primera y única vez que Diego Martínez participará del Dakar, por la promesa que le hizo a su madre, Leddy. Esta aventura le dejaba al piloto, de 26 años, experiencias inolvidables vividas en las 14 etapas que corrió durante la competencia. Cada día aprendía algo diferente, que poco a poco lo fueron haciendo más fuerte, pues cuando comenzó la prueba el objetivo de acabar una etapa era complicado.
“La verdad que a medida que avanzaba el Dakar me sorprendía a mí mismo”, sostuvo Martínez, que primero tuvo que recuperar los ánimos tras el accidente de su padre, Leonardo, en la tercera etapa. Después hubo jornadas en las que manejó su cuadriciclo durante 25 horas, partiendo a las 5:00 de la mañana y llegando a la meta a las 6:00 del otro día. En otra ocasión quedó atrapado entre dos ríos, situación que movilizó a los organizadores del Dakar que lograron sacar la moto con un helicóptero. También fue golpeado en la pierna por una piedra que lanzó un camión que lo rebasó. Acabó de 26 en la clasificación general.



    En competencia  

La familia Bulacia
Marco Bulacia casi siempre tuvo la compañía de su esposa Susibeth y de sus hijos Valeria, Marco y Bruno.
Mecánica nacional
Bulacia tuvo el apoyo de un equipo de mecánico, integrado en su totalidad por bolivianos, entre ellos José Luis Ramírez.
Crecerá la apuesta
Es un hecho, Marco Bulacia está entusiasmado con el Dakar y por ello su apuesta en 2014 será mayor.

Apoyo de sus padres
Diego Martínez hablaba a diario con su padre Leonardo y su madre Leddy durante la competencia del Dakar.
Callos en las manos
Entre las marcas que le dejó el Dakar a Martínez están los callos en las dos manos, que por momentos eran doloridos.
Estrenó la máquina
Martínez se subió por primera vez en su moto durante la primera etapa del Dakar. No la probó antes.

Fuente: QNMP, El Deber.

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