Masacre en la ciudad-prisión

PALMASOLALa trágica matanza en la cárcel de Palmasola, con 38 muertos y 60 heridos, incluyendo a dos niños fallecidos, es algo más que el producto de un tiroteo ocasional entre bandos criminales y el subsiguiente incendio.Es, en realidad, el resultado de los problemas estructurales que aquejan a esta ciudad-prisión, una suerte de campo de concentración o favela amurallada donde los hijos de los presos comparten reclusión con sus padres y donde la policía tiene escaso control interno. Una aberración que incluso ha merecido varios documentales de canales internacionales.Durante años, la bomba de tiempo de Palmasola siguió marchando hacia la tragedia, sin que el gobierno actual ni los anteriores hicieran gran cosa para impulsar la imprescindible reforma carcelaria.Es triste que se haya tenido que llegar a esta jornada negra para que recién se proceda a hacer los cambios necesarios, si es que se procede.Y es indignante la actitud de autoridades como el viceministro Pérez, que en medio del escenario dantesco de Palmasola posaba sonriente para Facebook, puño en alto. El desastre de la ciudad-cárcel también reveló la debilidad de la infraestructura médica en Santa Cruz, cuyos hospitales colapsaron tratando de atender a los heridos…[email protected]