Cómo convertirte en tu peor enemiga

enemigaLas circunstancias adversas, perder el empleo, una ruptura sentimental, una discusión familiar, alteran nuestro estado de ánimo, pero nuestras rutinas diarias y nuestros patrones de pensamiento pueden determinar el tiempo que nos tomará salir del agujero y recuperarnos. 

Aquí les dejamos seis maneras en que solemos sabotear nuestro estado de ánimo: 

1.- Evitar la práctica de ejercicio físico. Además de mantener el cuerpo en forma, el ejercicio físico mejorará tu estado de ánimo. Puede ayudar incluso cuando existen síntomas claros de depresión y ansiedad. La práctica regular de ejercicio parece tener una efecto positivo sobre la química cerebral y las hormonas relacionadas con el estado de ánimo, por ello se le confiere algunos beneficios psicológicos como el incremento de la autoestima y la confianza. 
¿Qué puedes hacer? Es normal que si estás triste te apetezca quedarte tumbado en el sofá. Por ello al principio no conviene que te pongas metas muy ambiciosas. Pero una actividad modesta como puede ser una caminata de entre 15 y 20 minutos ya será suficiente para empezar. Los estudios demuestran que incluso estas pequeñas rutinas de ejercicio tienen un impacto positivo en el humor y en el estado de ánimo.



2.- Vivir en medio del desorden. Aunque te de pereza organizar el sitio donde vives, hacerlo te puede ayudar a despejar la mente. Probablemente el desorden de tu cabeza se parezca mucho al estado de las cosas que te rodean. “El desorden te hace sentir agobiado y sobrecargado, y ha sido relacionado con los estados de depresión, ansiedad y con la ganancia de peso”, explica la psicóloga Dawn Buse, del centro médico Montefiore de NYC. 
¿Qué puedes hacer? Si llevas más de un año sin usar algo, deshazte de ello. Deja de comprar cosas y haz tu vida lo más simple posible. Así no te costará mucho tiempo organizar tus cosas. Si no estás en condiciones anímicas de recoger tu casa, y te lo puedes permitir, reserva un presupuesto para que alguien vaya un par de horas por semana a organizar tu espacio. Será un dinero bien invertido en tu salud mental.

3.- Beber demasiado. El alcohol puede parecer que te alegre pero en realidad deprime el sistema nervioso. Además, impide que tengas un sueño reparador aunque en ocasiones tengas la sensación de que te ayuda a dormir. 
¿Qué puedes hacer? Limita tu ingesta de alcohol a niveles moderados, para los médicos esto es una copa al día para las mujeres y dos para los hombres. Si en alguna ocasión especial decides exceder estos límites, intenta estar en paz contigo misma e intercala vasos de agua entre la copas. Recuerda que nada te hará sentir peor que la resaca del día después.

dormir4.- No dormir suficiente. La falta de sueño te hará sentir más irritable y te pondrá de peor humor. Además, al día siguiente el agotamiento tampoco te ayudará a mejorar tu ánimo. Así que vale la pena hacer un esfuerzo para organizar el sueño y dormir las horas adecuadas. La falta de sueño incrementa el riesgo de desarrollar depresión y trastornos de la ansiedad. 
¿Qué puedes hacer? Prioriza las horas de sueño y practica comportamientos saludables que te ayudan a relajarte antes de dormir. Limita el consumo de cafeína y alcohol a partir de las seis de la tarde. Aleja el ordenador y el teléfono móvil de la cama, e intenta no revisar internet ni el correo electrónico antes de irte a dormir.

5.- Comparar tu vida con la de los otros. La tendencia a valorarnos a partir de las comparaciones con los demás es uno de los hábitos que nos hace infelices. Hay que poner manos a la obra para romper con esta rutina. Cada quien tiene su vida y a todo el mundo no le hacen felices las mismas cosas. Así que lo mejor es concentrarte en tu vida y en tu felicidad. 
¿Qué puedes hacer? Concéntrate en sentirte agradecido por lo que tienes, y dedica tiempo a disfrutarlo. Algunos estudios sugieren que llevar un diario de las cosas buenas que te pasan en cada momento ayuda a ser más optimista y a aumentar la satisfacción con tu vida. Suena naïf pero podrías probarlo. A veces damos demasiadas cosas por hechas y convendría apreciarlas un poco más. 

6.-  Obsesionarte con un asunto. El pensamiento obsesivo te hace dar vueltas y más vueltas a un mismo tema. Esto solo sirve para perder tiempo y consumir energía. No va a cambiar la realidad. Así que tienes que parar de pensar. Mientras das vueltas a las cosas obsesivamente sometes al cerebro y al cuerpo a un estrés inútil y haces un sabotaje a tu salud emocional. 
¿Qué puedes hacer? Aprende a reconocer los pensamientos que vuelven una y otra vez y que te hacen sentir mal e intenta evitarlos. Puede ayudarte respirar profundamente. Piensa que cada vez que uno de esos pensamientos viene a tu cabeza estás rumiando, dando vueltas con una bola en la boca y además lo haces una otra vez. Supongo que no te gustará esa imagen de ti misma. Toma cartas en el asunto y piensa en otra cosa. En cuanto te vengan ciertos temas a la cabeza, tu misión será expulsarlos de tu mente.

Fuente: www.mujerhoy.com