“Era muy joven”. Con esa frase Nicole Kidman justifica por qué se caso con el actor Tom Cruise, y lo hace en una extensa entrevista concedida a la edición americana de la revista «Vanity Fair». Kidman y Cruise se casaron cuando ella tenía 23 años, estuvieron juntos 11 años y adoptaron dos hijos.
Tras el divorcio cada uno rehizo su vida por separado. El protagonista de «Misión Imposible» se casó con Katie Holmes y Kidman hizo lo propio con el cantante Keith Urban. «Sin restar valor a lo que tuve con Tom, he conocido a mi verdadero amor ahora, y realmente no sabía que eso iba a pasar. Lo deseba, pero no quería pasar de una relación a otra. He estado mucho tiempo sola, algo que fue realmente bueno porque era una niña cuando me casé y necesitaba crecer».
Kidman estaba rodando «Las horas», película en la que interpretaba a Virginia Woolf, cuando anunció su divorcio de Cruise y ese filme le hizo superar el mal trago. La actriz tenía que grabar una escena en la que interpretaba el suicidio de Woolf: «Caminar hacia el río con las piedas en mi bolso me hizo elegir vivir, estaba en un momento muy bajo e interpretar a Woolf me hizo apreciar la vida».
Y es que Nicole vivió unos años rodeada de fama y perseguida por los papparazi debido a su relación. «Hay un momento de tu existencia en que vives en una burbuja, solo centrado en el otro, y es algo que intoxica. Creo que Angelina y Brad sienten lo mismo porque no hay nadie que entienda excepto la persona que duerme a tu lado», he explicado.
Tras la presión mediática y después de rehacer su vida, Kidman se fue a vivir a Nashville con su marido y sus dos hijas, sin extrañar nada de Hollywood.
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«No puedes vivir en Hollywood si quieres tener una familia, porque allí todo gira en torno a eso».
Fuente: www.abc.es