Denuncian persecución y castigos en las FFAA de Bolivia. El suboficial Johnny Gil llegó ayer a la Inspectoría de La Paz para una declaración y fue mandado a un calabozo.
Detienen al presidente de Ascinalss en el Estado Mayor
Su abogado fue echado por efectivos de la Policía Militar en un altercado que se registró cuando presentó un incidente legal antes de la declaración de su cliente.
Página Siete. El suboficial Gil a mediados de abril, al iniciar las protestas.
Página Siete / La Paz
El presidente de la Asociación Nacional de Suboficiales y Sargentos de las Fuerzas Armadas (Ascinalss), Johnny Gil, fue detenido ayer en el Estado Mayor tras presentarse a declarar por el proceso que se le sigue tras las movilizaciones de abril.
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Ramiro Cabrera, abogado del uniformado de baja graduación, denunció que la detención se ejecutó cerca de las 15:00 de ayer, sin ninguna resolución y además Gil fue enviado al calabozo. «Mi cliente fue citado para presentar una declaración indagatoria en la Inspectoría. En esas instancias presentamos un incidente y cuando al juez sumariante Orellana se le pidió una aclaración con respecto a la fundamentación legal, directamente me dijo que no le hable así, que es ‘calentón’”, relató.
Minutos después Orellana ordenó la detención del suboficial, llamó a efectivos de la Policía Militar para que el abogado sea sacado del Estado Mayor, según el relato de Cabrera. «Me echaron bajo una orden de restricción de otro ingreso, por lo que dejaron al presidente de Ascinalss en estado de indefensión”, manifestó.
Página Siete se comunicó con el jefe de Relaciones Públicas del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas, Hernán Crespo, quien manifestó que no conocía lo sucedido, pero aclaró que en la Inspectoría podían dar alguna información al respecto. Cuando este medio se comunicó con el inspector del Ejército, José Soliz, éste manifestó que no podía dar ninguna declaración por teléfono.
El suboficial Gil lideró las movilizaciones y protestas de centenares de uniformados de baja graduación que a principios de abril demandaban igualdad de trato dentro de la institución castrense así como la modificación de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (FFAA). Asimismo, el uniformado del Ejército fue uno de los primeros cuatro suboficiales en ser retirados de la entidad durante los días de la movilización.
El Comando en Jefe acusó a los cuatro militares por amotinamiento, entre otras faltas graves. Días después, el número de sancionados con el retiro obligatorio alcanzó a 715. El pasado 5 de mayo, los suboficiales y sargentos, y sus esposas, suspendieron sus medidas y regresaron a sus unidades luego de que varios jefes militares dejaron sin efecto los retiros y anunciaron que no iban a haber sanciones adicionales para los movilizados. No obstante, entre el lunes y martes se conoció que 97 uniformados fueron cambiados de destino como represalia. Esto fue confirmado por el comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), Víctor Hugo Meneses, quien precisó que no eran sanciones sino se seguía el proceso.
El abogado de Gil presentará en las próximas horas una acción de libertad en favor de su cliente y además una querella por vulneración al trabajo en contra del coronel Orellana.
El asambleísta departamental Roberto de la Cruz anunció ayer que en adelante será el vocero de Ascinalss y que los sargentos y suboficiales se movilizarán durante la realización de la Cumbre G-77 más China en Santa Cruz.
Militar tuvo que desocupar su casa
Un suboficial del Ejército tuvo que desocupar su vivienda ubicada en el Regimiento Ingavi luego de recibir una nota de servicio, un día después de que los militares de bajo rango suspendieran sus medidas de presión y regresaran a sus respectivas unidades.
«Mi comando tiene a bien informarle que tiene que efectuar la desocupación de la vivienda que actualmente ocupa hasta el 9 de mayo”, señala parte de la carta enviada.
Según el documento, las viviendas son otorgadas a instructores destinados a ese cuartel.
Asimismo, le piden al uniformado que entregue la casa con los servicios básicos pagados, sin ningún tipo de deterioro, la instalación eléctrica en perfecto estado de funcionamiento, entre otros.
El suboficial afectado aseguró que el desalojo de su casa es una sanción adicional por haberse movilizado el mes de abril en demanda de un trato equitativo en las Fuerzas Armadas. «Tuve que salir de ahí porque de lo contrario me iban a dar otras sanciones”, manifestó.
Denuncian persecución y castigos en las FFAA
Suboficiales y sargentos que protagonizaron movilizaciones entre abril y mayo denunciaron que tras reincorporarse a sus unidades fueron y siguen siendo objeto de persecución y sanciones por parte de sus jefes.
«Me abrieron otro proceso por amotinamiento cuando esa figura ya no existe después de que paramos las movilizaciones. Hay camaradas que no pueden pedir permiso para alguna emergencia de salud o familiar porque no les dejan salir”, contó a Página Siete un suboficial de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) que prefirió permanecer en el anonimato por temor a represalias.
Otro suboficial contó que sus superiores iniciaron un sumario informativo luego de que vieron su nombre en diferentes publicaciones de prensa escrita.
«Yo no tengo miedo porque sé que puedo defenderme con mi abogado. Sé de otros camaradas que ya no pueden salir de sus casas, que son permanentemente perseguidos en cualquier actividad que realizan”, denunció.
Los suboficiales, si bien permanecen en sus unidades, manifestaron que en cualquier momento pueden salir públicamente a denunciar los castigos a los que son sometidos.
«Estamos siendo arrestados sin motivo. Nuestros oficiales hallan cualquier razón para castigarnos y nos tenemos que aguantar”, señaló.