Cohesión opositora vs. 2/3 del MAS

elecciones_bolivia El retorno del MNR al principal bloque opositor, así como la permanencia en el mismo de la senadora Carmen Eva González, parece marcar el principio del fin de la tormenta desatada por sectores disconformes con el diseño de las listas parlamentarias.

De consolidarse la cohesión opositora en una alianza relativamente amplia, cabe un moderado optimismo en cuanto a las probabilidades de evitar la repetición de los 2/3 del MAS en el Órgano Legislativo, algo que permitiría:

1) Bloquear una reforma constitucional que habilite la re-re-reelección de Evo Morales el 2019.



2) Forzar el nombramiento concertado de nuevos magistrados del Tribunal Supremo Electoral, Fiscal General, Defensor del Pueblo, Contralor, etcétera.

Esto significaría un retroceso oficialista en materia de hegemonía institucional, abriendo un poco más el juego a la perspectiva republicana de pesos y contrapesos.

Adicionalmente, y no menos importante, la cohesión puede preservar a Santa Cruz como bastión de resistencia, objetivo de alta importancia estratégica por su valor psicológico y moral en la guerra de posiciones electorales entre el oficialismo autoritario y las fuerzas democráticas.

Por último, un avance opositor en los comicios de octubre mejoraría la performance para las elecciones departamentales y municipales del 2015, donde el Movimiento Al Socialismo podría perder plazas como la gobernación de Tarija.

Se esgrimirá tal vez contra estas expectativas el peligro cierto del fraude, pero la experiencia histórica muestra que los bloques opositores de unidad (ver los casos de Nicaragua contra el sandinismo y Chile contra Pinochet) pueden revertir incluso las distorsiones impuestas desde el poder, cuando el oleaje es demasiado grande…

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