Delfín boliviano es atracción y ya vive como especie segura


Dos delfines bolivianos en plena acción por las aguas caudalosas del Río Mamoré, donde abundan también los lagartos. Es un lugar para el ecoturismo.

Dos delfines bolivianos en plena acción por las aguas caudalosas del Río Mamoré, donde abundan también los lagartos. Es un lugar para el ecoturismo.



Qué bien se ven, como saltan y ríen, son bellos”, fue la expresión de María, una niña boliviana de padres españoles adoptivos. La frase la reprodujo el capitán del barco en la que estaba la delegación de periodistas que la semana pasada recorrió la “Ruta del Bufeo Boliviano”. Hacía un calor intenso, navegando las aguas del río Mamoré, pese a que se había nublado en Trinidad, es viernes 12 de septiembre, estaba que quería llover, pero eran puros “espanta flojos”, de repente aparecen los bufeos, más conocidos como delfines de agua dulce, delfines bolivianos únicos en su serie, en la Amazonia sudamericana. Ahora, ya solo con la amenaza de los lagartos en Bolivia, y tiburones en otros países,  para ser comida de sobrevivencia, viven a gusto, porque ya no están con riesgo de extinción.

“Alguna gente los utilizaba para exportar manteca”, confesó un beniano que pidió la reserva de su nombre. “Había personas que utilizaban su carne para anzuelo de pescados raros”, dijo Manihna Velarde Jordán. Su declaración tiene correlación periodística, ya que había gente que se dedicaba a coleccionar y disecar pescados como la Raya, Pirañas, Anguila Eléctrica , Pez Volador, entre otros, que los pescaban, con la carne del Delfín Boliviano, que era codiciado para colección en disecado, por millonarios excéntricos.

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Todo indica que es cosa del pasado porque ahora el Gobierno de Bolivia ya planifica políticas de concienciación para preservar esta especie, según detalló Luís Ledezma, del Viceministerio de Turismo, incluso, ya fue nombrado patrimonio  boliviano (lo propuso el diputado Rubén Darío  Rojo  y es ley vigente), que merece cuidados y consideración, y como ellos son inteligentes, algo que no es exageración, porque así lo determinaron estudios de biólogos, con más de 30 años de análisis, ahora viven tranquilos entre chapuzones familiares, deleitando a muchos niños, que ya saben de su existencia en tierras bolivianas.
“No hace mucho vinieron unos japoneses y se fueron chochos de la vida con sus hijos súper contentos porque ellos  jugaron  con los bufeos, ya que dicen que en Japón los extinguieron por completo…Los bufeos bebés son los que saltan y ríen con los turistas  que vienen a conocerlos”, contó el marinero Milton Rioja en nota exclusiva a La Estrella del Oriente.
Y yendo del dicho al hecho, las cámaras al agua, y ellos se hacían ver sacando sus cabezas, algunos mostraron sus casi enteros, uno que otro mostraba dientes, eran unos cinco, y en una de esas, uno de los marineros, que iba en una lancha aparte bordeando al barco, se puso a emitir sus gemidos, un tanto imitando al afamado delfín de película,  Flíper, y en dos por tres, en una de esas, uno de ellos, dio un minisalto, era una forma de saludarnos con cariño.

“Estos son bufeos adultos…Qué raro, ellos solo cuando el sol está fuerte aparecen por esta zona y cuando vienen atrapando peces saltan felices estando de fiesta”, apostilló el Rioja.
Parecía que los bufeos nos estaban dando la bienvenida y era para no creer porque La Estrella del Oriente junto a los otros medios del país, navegaban, por Puerto Los Puentes, a unos 8 kilómetros de la capital trinitaria, siendo que los delfines bolivianos, si bien son la atracción turística del Beni, más paran cerca a la frontera con Brasil, donde se juntan los ríos Ibaré, Iténez y Beni, porque son zonas más caudalosas, donde hay más pescados para que ellos tengan comida en abundancia.

Según relató el capitán del barco, Ramiro Cuéllar, ellos viven en familia por las aguas del río Ibaré, a donde llegan las expediciones con viajes en barco de cuatro a seis a días, dependiendo del pedido de las delegaciones navegantes, algo que no pudieron realizar los periodistas viajeros que escogió  una comisión del Viceministerio de Turismo, porque el tiempo no ayudó.

Al finalizar la tarde, por increíble que parezca, luego de una expedición  selvática, volviendo a Puerto  Los Puentes, recorriendo el río Mamoré, bordeando playas benianas llenas de aves exóticas, volvieron a aparecer los delfines bolivianos, nos siguieron casi hasta orillas del Mamoré, ahí, donde  vive mucha gente que vive de la pesca, a nada más que unos cuantos kilómetros de la ‘Trinidad Citadina’. Pareciera ser que así como nos dieron bienvenida, nos daban una  tierna despedida, como dándonos a entender que ahora sí son los ‘pescados mimados del Beni’ que merecen respeto ya considerados parte de la familia boliviana con derecho a existir, sin  ser pescados comestibles, siendo más bien especie única en su género, por ser inteligentes, amigables, y muy nobles, sobre todas las cosas , ya que hay historias que datan de que incluso han salvado vidas humanas que estaban naufragando en aguas caudalosas.

Para el Viceministerio de Turismo, al mando de Marko Machicao, con la supervisión de Peter Zenteno, los bufeos ya son atracción turística de Bolivia para el mundo, por lo que al margen de presupuestar buena plata, recorriendo y apoyando otros emprendimientos turísticos por todo el país, hay una apuesta especial por explotar el turismo beniano, con el delfín boliviano, como bandera nacional.

cómo es el bufeo

  • El delfín rosado es también conocido como bufeo, boto, o delfín del Amazonas y es la especie dedelfín de río más grande. Existen tres subespecies: delfín rosado boliviano, delfín rosado del Amazonas y delfín rosado del Orinoco. Su territorio abarca alrededor de siete millones de km2 e incluye aguas marinas, aguas rápidas, cascadas y partes bajas de ríos. Pueden medir hasta 2.55 metros y pesar 185 kg y ellas medir 2.18 metros de longitud y tener 155 kg de peso. La coloración rosada la adquieren con el tiempo. Al nacer y en su etapa de juventud son grises, en la adolescencia son gris claro y a la llegada de la adultez se tornan rosados como consecuencia del desgaste de su piel. Su hocico es alargado y contiene hasta 28 pares de dientes afilados. Su dieta está incluida por 43 especies de peces diferentes. Los machos alcanzan la madurez sexual cuando llegan a la medida de 1.80 o 2 metros de largo y las hembras en menor tiempo, cuando llegan a los 1.60 o 1.75 metros de longitud. Debido a que en las aletas de los machos pueden observarse varias heridas de mordidas y abrasiones, se dice que compiten en temporadas de reproducción para determinar al ganador que tendrá el derecho de aparearse con la hembra. El período de gestación dura 11 meses y solamente tienen una cría.

El capitán de barco, Ramiro Cuéllar, en nota exclusiva a La Estrella del Oriente.

Delegación de periodistas que viajaron la semana pasada a tierras benianas

El Gobierno de Evo creó una ley para protegerlos

El bufeo se encuentra en el apéndice II de la Convención Internacional sobre el Tráfico de Especies Amenazadas de Fauna y Flora (Cites). En 2008 fue nominado como vulnerable, debido a su riesgo de extinción .
Amenazas. Sufren con la contaminación de los ríos, los motores de los botes, caza y el exceso de pesca. En Bolivia los utilizaban como carnada para otras especies, pero ya están en norma para que no sean extinguidos gracias al Gobierno de Evo Morales, mediante una ley desde 2012. En Perú, vivos los cortan y los lanzan en cajas a los ríos para atraer a los peces carroñeros.

VIAJE EN BARCO CON ANÉCDOTA Y LEYENDA PARA SABER

ANÉCDOTA. En el recorrido de la “Ruta del Bufeo”, rumbo a San Borja y San Ignacio, pasamos  por Santa Rosa del Yacuma. Se asemeja a una especie de zoológico. Ahí igual señorea el “Delfín Boliviano”, donde una vez una persona compartió un trago de licor con  un turista, con el bufeo agarrando la botella, luego tomó a gusto, para luego devolverle el botellón, con su pico grande, realizando una pirueta que causó las risas de los lugareños.

TIENEN LEYENDA. Cuentan los antiguos habitantes de la orilla del río amazonas, que en noches de fiesta aparecían personas extrañas, de gran estatura, de tez blanca, y siempre usando un sombrero. Bailaban toda la noche, conquistaban a la mujer más bonita de la fiesta y luego se las llevaban sin que nadie supiera para dónde. Estas mujeres nunca más regresaban, jamás se les volvía a ver en lacomunidad. Al verse frente a estos sucesos inexplicables, los indígenas se dedicaron a observarlos y a darles mucho mazato para que así cayeran en sueño y pudieran verlos bien. Al estar ya borrachos uno de estos hombres dejó caer su sombrero que de inmediato se convirtió en una raya además dejó ver un pequeño orificio en la cabeza. Salieron corriendo hacia el rió ya con la mitad del cuerpo convertida en bufeo rosado y la otra mitad en persona, se lanzaron al Amazonas y no aparecieron más. Cuenta la gente que hasta ahora el bufeo sale de las aguas de la majestuosa Amazonia sudamericana para enamorar a las mujeres más bonitas de las fiestas.

Turismo beniano propone destinos muy cautivantes

El Viceministerio de Turismo, a tiempo de festejar el Día Mundial del Turismo, seguirá planificando más viajes por toda Bolivia para impulsar esta actividad que cobra cada vez más fuerza y en esa línea está la tarea de explotar a cabalidad el turismo por el departamento del Beni, algo que La Estrella del Oriente pudo  comprobar junto a otros medios de comunicación de todo el país, recorriendo la “Ruta del Bufeo”, que ya es atracción turística, siendo el delfín al que se le respeta su derecho a la vida, en toda la Amazonia de Sudamérica.

El viaje a tierras benianasfue para visitar: Rurrenabaque, San Borja, San Ignacio, llegando a hasta la mismísima Trinidad.
Para llegar a Rurrebanaque, el punto de encuentro, previo a los vuelos en aviones de la línea aérea BOA, fue el aeropuerto de El Alto de la ciudad de La Paz, de donde fue volar en un vuelo especial de Amaszonas, rumbo al primer destino turístico, antes mencionado. Ya en “Rurre”, la idea fue visitar Madidi travel, agencia turística que ofrece varias rutas llenas de aventura extrema con mucha fauna y flora. Todo se da en los predios de un pueblo chico pero con todas las comodidades existentes, como que por ejemplo, se pudo conocer el Hotel Mirador, ubicado en plena cerranía, al estar “Rurre”, cerca a Alto Beni, jurisdicción del departamento de La Paz. También hay un restaurante  de primera como lo es Nomádicos que su fuerte es el menú de pescados. Y para cenar y rumbear de noche , hay varios locales.

En viaje terrestre, gracias a la empresa Eco Terra, llegamos a San Borja, San Borja, Trinidad. Los “Sanbojereños” viven  en un territorio pequeño, pero cuenta con algunas peculiaridades, como el Hotel Las Palmas, donde  hay desayunos y almuerzos que son manjares para comer para todos los gustos, con comidas deliciosas en una comunidad, fundada por los misioneros jesuitas Francisco de Borja e Ignacio Sotomayor, el 10 de octubre de 1693, se ubica a orillas del río Maniquí. La población está compuesta de etnias Chimanes, Mojeños y Mosetenes. En este lugar se halla el Territorio Indígena del Bosque de Chimanes, que cubre 538.590 Hectáreas, que constituye la Reserva de la Biosfera llamada Estación Biológica del Bení.

San Borja tiene innumerables atractivos turísticos, con sus bosques extensos, sus expresiones culturales en las que entremezclan la herencia española con las tradiciones de los pueblos amazónicos. Es  propicia para el turismo de aventura y de investigación.
Y en San Ignacio, la gente nos recibió en caravana, con la presencia del subgobernador (Bejarano), quien fue el primer alcalde indígena en su pueblo, luego nos invitaron majadito, nos hicieron brindar con su famoso ‘Mariteo’, chicha de camote y maíz, bailaron danzas auténticas del oriente indígena boliviano, además que fuimos al Museo y a la Catedral.

La travesía, recorriendo la “Ruta del Bufeo”, terminó en Trinidad, donde abunda el pescado, pero también la carne de lagarto es deliciosa, en especial en el  único restaurante especializado en esta especie como arte culinario.

Y en La Estancia, hay carnes a la parrilla. El hotel Tapacaré fue en el que se alojó la delegación de periodistas, con todo pago por el Viceministerio de Turismo. Fue una experiencia  única con competencia de motonáutica incluida gracias al lago propio que tiene Tapacaré, a unos siete kilómetros de Trinidad.

Fuente: La Estrella del Oriente


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