Quién se puede imaginar que una mujer dulce, sencilla y de gran corazón haya pasado momentos difíciles y complicados en su vida.
Y es que detrás de la sonrisa de Alejandra Durán se esconde una mujer luchadora y fuerte, no por nada ha sabido sobresalir de las tempestades que la vida le puso en su camino, eso sí, no lo hubiese podido lograr sin el apoyo de su esposo, Fernando Parada, y de toda su familia.
«El 2012 fue un año que marcó mi vida con una de las lecciones más fuertes, tuve un diagnóstico de salud muy negativo que iba a afectar muchísimo mi calidad de vida», confesó Durán.
Pidió por un bebé. A raíz de este problema le recomendaron que mejor no tuviera más hijos porque su salud se podía deteriorar demasiado, fue entonces que con mucha fe Alejandra se acercó a Dios y pidió que llegara un hijo más para complementar su hogar.
«Desde lo más profundo de mi corazón, deseaba poder darle una hermanita a Andrés», dijo la dama. A pesar de que le dio depresión, eso no le impidió para que siga en búsqueda de su gran sueño: ser madre por segunda vez. «Con mi esposo salimos a buscar nuevas opiniones médicas al exterior del país y nos fue muy bien». Ahora ella, su esposo y su pequeño hijo disfrutan de la compañía de la pequeña Ana Fabia (1), quien llegó como un verdadero regalo de Dios para la familia.
Emprenderá un nuevo reto. Después de casi cuatro años de estar dedicada absolutamente a su familia, ella retornará a su actividad laboral con una empresa con la que muy pronto estará dando muchas sorpresas. «La verdad que no estaba en mis planes volver a las canchas este año, pero las condiciones se dieron y estoy trabajando desde casa para una de las industrias más tradicionales de Santa Cruz», dijo Ale, quien cuenta que es un verdadero honor estar a cargo de una marca con tanta trayectoria en el mercado cruceño.
Fuente: www.eldia.com.bo