Nada menos que 300 millones de dólares le cuesta a los contribuyentes bolivianos el satélite Túpac Katari, cuyos “beneficios” para el país son un misterio, como acaban de confirmar los maestros de la enseñanza fiscal en el marco del encuentro Educa Innova.Frente al propio Evo Morales, los docentes subrayaron que el satélite “no se siente” en las aulas, a lo que el mandatario alegó que la implementación de los servicios del aparato “es todo un proceso”.Un proceso bastante largo, añadiremos, si tenemos en cuenta que el Túpac Katari fue lanzado al espacio en diciembre de 2013.“Lamento decirlo, pero la utilización o darle utilidad al satélite de comunicación (es difícil), ni para mis espacios me lo instalan”, dijo Morales.Todo apunta a que la llamada “liberación tecnológica” ha sido un bluff propagandístico, un despilfarro de fondos públicos que habrían merecido un mejor destino en educación o salud.Posdata: Nicaragua le compró a la República Popular China un satélite con las mismas características, pero logró una significativa rebaja del precio a 254 millones de dólares. ¿Bolivia pagó un sobreprecio o los negociadores de Evo se [email protected]