Usar mucho el ordenador en clase no ayuda al alumno, según la OCDE

Pilar Álvarez



Abusar de la tecnología empeora en ocasiones los resultados de los alumnos, según concluye el último informe PISA. El análisis elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) rechaza que disminuir la brecha digital sea por sí solo la solución para los malos resultados educativos; se necesita sobre todo del papel del docente. Por países, España queda por debajo de la media tanto en resolución de problemas matemáticos desde el computador como lectura on line.



La OCDE se centra en el último informe PISA en la relación entre ordenadores, alumnos y conocimiento. El estudio compara los resultados en las pruebas que realizaron alumnos de 15 años en 31 países en 2012 en los que completaron encuestas sobre el uso de tecnologías.

Los estudiantes, que realizaron parte del examen de lectura y matemáticas con los ordenadores, respondieron además a preguntas sobre cuánto usan las computadoras en el colegio y con qué frecuencia en actividades como chats, envío de correos, navegar por Internet para hacer los deberes, bajar material de la web del colegio, subir trabajos a esa web o repetir las lecciones en la pantalla. El 48% de los alumnos hace sus deberes en el ordenador, el 38% usa el correo electrónico para enviar sus deberes y un tercio comparte el material con otros compañeros a través del ordenador, según los resultados del estudio.

Los analistas de la OCDE concluyen al cruzar los datos que el uso del ordenador en el colegio no supone una ventaja en sí misma. “El uso moderado y limitado a ciertas actividades es más provechoso que utilizarlos de forma indiscriminada”, ahonda Francesco Avvisati, autor del informe. “Es bueno que enseñen a los estudiantes a buscar en Internet de forma inteligente, pero las tecnologías no son útiles cuando se intenta por ejemplo aprender una lengua con ejercicios repetitivos”.

El tiempo de clase o la experiencia del docente influyen más en los resultados que las tecnologías. En lo que sí resultan beneficiosas, prosigue el análisis, es en el aprendizaje por proyectos o en la organización de las prácticas de los alumnos. “También ayudan a romper el aislamiento del enseñante en su clase, le permite relacionarse con otros que tengan más experiencia e intercambiar materiales”, prosigue el autor. “Pero si un país hace una inversión importante en tecnología sin preguntarse cuáles van a ser los usos, el dinero le servirá de poca ayuda”, advierte Avvisati.

“Reducir la brecha digital no es la solución para mejorar los resultados académicos”, añade Catherine L’Ecuyer, investigadora educativa y autora del libro Educar en la realidad. Las conclusiones de sus trabajos son similares a las que apunta ahora la OCDE en este último informe. Es más, L’Ecuyer defiende que el uso “indiscriminado puede suponer un sobreestímulo para los alumnos”.

En el análisis por países, España se sitúa por debajo de la media en este tipo de competencias. Obtiene 466 puntos en lectura digital (frente a 497 de media en la OCDE) y 475 frente a 497 en problemas matemáticos. “España es un país muy tecnológico, pero el 5% de los alumnos no sabía siquiera por dónde empezar cuando se enfrentaban a un texto on line; se perdían en la navegación y pinchaban en el primer vínculo que encontraban, casi al azar”, señala Francesco Avvisati.   

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Fuente: elpais.com