Achacollo se abre a declarar; dice que el Fondioc fue un «botín de pegas» para 8 gremios

Nemesia Achacollo: ‘En algún momento tengo que salir (a declarar), no puedo dejar la acusación’

Las organizaciones indígenas, campesinas y originarias cuestionadas por la exautoridad son: la APG, CSUTCB, CIDOB, CNMCIO, Conamaq, CPEMB, CPESC y CSCIB que se cuotearon la repartición.



Montero. La exministra de Desarrollo Rural Nemesia Achacollo cuando recibió a La Razón en su casa.

Montero. La exministra de Desarrollo Rural Nemesia Achacollo cuando recibió a La Razón en su casa. Iván Condori.

La Razón  / Iván Condori / Santa Cruz 

La exministra de Desarrollo Rural niega las acusaciones en su contra, por el desfalco en el Fondo de Desarrollo Indígena y Campesino (Fondioc). Emplaza a sus detractores a presentar pruebas. Acusa a ocho organizaciones sociales de haber tenido su “botín de pegas” en el Fondioc. Las organizaciones indígenas, campesinas y originarias cuestionadas por la exautoridad son: la APG, CSUTCB, CIDOB, CNMCIO, Conamaq, CPEMB, CPESC y CSCIB que se cuotearon la repartición.

La exministra de Desarrollo Rural Nemesia Achacollo recibió a La Razón el fin de semana, cuando llegó de noche a su casa, en el barrio 27 de Agosto de Montero, Santa Cruz, luego de ir al área rural para hacer campaña para el referéndum del domingo 21. Tras recibir una serie de acusaciones sobre irregularidades en el Fondo Indígena, Achacollo dice que no tuvo poder de fiscalización y que esa repartición fue “botín de pega” de ocho organizaciones sindicales. Indicó que analiza declarar voluntariamente ante la Fiscalía.

— Las denuncias en su contra continúan, ¿cuál es su respuesta?

— Es un golpe duro para mí. Uno se siente impotente de escuchar tantas acusaciones sin fundamento y llenas de mentiras. Ellos (Marco Antonio Aramayo y la oposición) me difaman y culpan a través de los medios de prensa sin tener una sola prueba.

— ¿A cuántos directores del Fondo conoció en su gestión? ¿Cómo trabajaba con ellos?

— Cuando ingresé al ministerio en 2010 estaba Elvira Parra, colocada por las Bartolinas Sisa; Daniel Zapata, nombrado por la Asamblea del Pueblo Guaraní, y Marco Antonio Aramayo, cuota de la Organización Indígena Chiquitana. El vicepresidente, el director ejecutivo y el personal administrativo eran designados por las organizaciones sociales. El clima laboral era tenso porque desde el director ejecutivo hasta los administrativos me echaban en cara de que ellos no dependían de mí y, por tanto, no tenían la responsabilidad de rendirme cuentas. Esto ocurría cuando se pedía los informes del avance de obras.

— ¿Era responsable de fiscalizar la ejecución de las obras?

— “Una golondrina no hace verano”. En mi caso se asemeja a ello. Teóricamente era la responsable de la fiscalización de la ejecución de los proyectos, pero en la práctica nunca tuve la opción de la investigación del Fondo Indígena.

— ¿Qué hacía Aramayo? Dice que tiene pruebas en su contra.

— Era el responsable de orientar a las organizaciones sociales, verificar el avance de proyectos y emitir informes, lo que no ocurrió.  Si habla de irregularidades y que tiene pruebas en mi contra, entonces ¿por qué no las denunció en su momento y esperó estar preso para intentar salpicar con sus anomalías a otras personas? Era un hombre muy prepotente, no me dio la opción de fiscalizar. El trato entre ambos era tenso.

— ¿A qué cree que se deba que las organizaciones sean reacias a presentar informes?

— Aramayo corrompió a las organizaciones sociales, haciéndoles creer que ellos eran los dueños de los recursos económicos y que no tenían por qué rendir cuentas.

— A falta de informes, ¿qué hizo para frenar las irregularidades?

— En 2010 ingresé al Ejecutivo y en 2011 observé poco avance. Fue entonces que en 2012 se hizo la última aprobación de proyectos en Santa Cruz, luego se ordenó que no se aprueben más planes porque no habían informes. He cursado unas 26 cartas pidiendo informe del avance y cierre de proyectos, pero no tuve respuesta.

— ¿La fiscalización era blanda?

— El directorio del Fondo era juez y parte, aprobaba los proyectos y al mismo tiempo daba el visto bueno para desembolsos.  Hay casos en los que el director ejecutivo daba visto bueno a un proyecto aunque éste no haya sido ejecutado, ya que el dinero lo habían destinado a otro fin, esto debido a que las organizaciones le nombraron director. Ahí venía el chantaje porque iba a observar un plan al que le puso en el cargo.

— ¿Qué hizo al ver la fragilidad de la fiscalización?

— Planteamos la modificación del Decreto Supremo 28571 que creó el Fondo Indígena en la gestión del presidente Eduardo Rodríguez, en 2005. El mismo fue rechazado por las pocas organizaciones sociales que asistían a las reuniones porque la mayoría no iba cuando se trataba ese tema. La propuesta presentada planteaba una reestructuración del Fondo con mayor control a los desembolsos y avance de proyectos, reducción del personal administrativo y la incorporación de otro ministerio a la fiscalización.

— ¿Hubo otras falencias?

— El Fondo Indígena fue convertido en un botín de pega por las ocho organizaciones sociales que tenían su representación. Si había un nuevo presidente en un órgano indígena, éste venía y barría con todo el personal existente y colocaba a su gente.

— ¿Pensó en declarar voluntariamente ante la Fiscalía?

— Sí, pensé en esa posibilidad porque los ataques en mi contra son cada vez mayores y carecen de fundamento y pruebas. Mis abogados analizan esa eventualidad y en caso de ser necesario lo vamos a hacer. A veces, el chisme corre más rápido que la verdad, si bien este último se impondrá al final. En algún momento tengo que salir porque no puedo quedar con la permanente acusación que viene de la oposición y del mismo partido.

Perfil

Nombre: Nemesia Achacollo Tola.

Nació: 18-07-1967

Dirigente sindical

Nació en la localidad de Yapacaní, luego de que sus padres migraron de Oruro. En 2001 llegó a ser líder de la Federación Departamental de Mujeres Campesinas Indígenas Bartolina Sisa de Santa Cruz. Posteriormente pasó a ser la principal representante de esa organización social en el ámbito nacional. Seguidamente fue dirigente del Movimiento Al Socialismo (MAS).

Después de su carrera en la dirigencia sindical, en 2010, fue designada Ministra de Desarrollo Rural y Tierras por el presidente Evo Morales. El 31 de agosto de 2015, Achacollo renuncia a la titularidad del citado ministerio, luego de ser denunciada por el desfalco identificado en el Fondo de Desarrollo Indígena, Originario y Campesino.