Iglesia Católica de Bolivia pide elecciones judiciales sin manipulación

La Conferencia Episcopal aboga para que el presidente Evo Morales escuche las voces contrarias que existen. Instan a independencia en el proceso. Abogan por una democracia sanaEsta mañana los representantes de esa instancia abordaron diferentes temas con periodistas. (Foto, Marco Chuquimia)La Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) abogó para que las elecciones judiciales no sean manipuladas políticamente. Recordaron que en el pasado alertaron sobre los errores para votar por los actuales magistrados, pero no fueron escuchados.»Ojalá este proceso no sea un proceso políticamente manipulado y, volvemos a insistir, en un Estado democrático la justicia tiene que ser independiente, todo lo que colabore a eso, bienvenido, porque va a ser más sana nuestra democracia», dijo el padre José Fuentes, Secretario General Adjunto.Sostuvo que «todo lo que contribuya a la manipulación del proceso hará que nuestra democracia no sea sana y eso irá en perjuicio de todos», pidiendo que prevalezcan los méritos antes que la afinidad política de los postulantes.Ayer los presidentes de las Cámara de Diputados y Senadores, Gabriela Montaño y José Alberto Gonzales, respectivamente, informaron que ocho delegados de las universidades públicas y privadas estarán a cargo de la valoración de los candidatos al Tribunal Constitucional, al Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal Agroambiental y el Consejo de la Magistratura.Los comicios judiciales están previstos para el 22 de enero y actualmente se elabora la convocatoria para los postulantes, misma que contemplará los criterios de evaluación. Inicialmente se conoce que de 100 puntos, 40 serán de evaluación curricular, 30 de una prueba escrita y otros 30 para la entrevista.Sobre el bloque crítico a EvoEl monseñor Aurelio Pesoa, consultado sobre el manifiesto conjunto de nueve líderes políticos y el rechazo del presidente Evo Morales a debatir, aseveró que «en la democracia hay ideas que contrastan, no podemos pensar en una sola línea«.Concluyó señalando que «el diálogo debería ser el elemento importante, es decir, escuchar a todos y no solo a los que me caen bien. Vivir en democracia no es vivir en empatía o antipatía. Tengo la obligación de escuchar incluso a los que no me caen bien».EL DEBER / Jesús Reynaldo Alanoca Paco