Gómez aseveró que toda modificación debe ir acompañada de políticas de eficiencia, a su vez apuntó que es bueno pensar en mercados externos para vender el excedente pero es mejor que en Bolivia se mejoren servicios, se mantenga tarifa y se estimulen inversiones para acrecentar el universo de usuarios de electricidad.
María José Oliva Grimalt
El consultor en energía del sector privado y actual ejecutivo de una compañía, Boris Santos Gómez Úzqueda, conversó con NUEVO SUR sobre la posible subida de tarifas de electricidad en el país, puntualizó que esta determinación perjudicaría de sobremanera al sector productivo.
En tal sentido, Gómez indicó que conforme información oficial habría en Bolivia una oferta de 1.900 megavatios MW de electricidad y demanda interna de 1.400 MW, por lo que tiene un excedente de al menos 500 MW (13.04.2017 Página Siete dato de ministro del área) subrayando que eso debería dar la tranquilidad suficiente al país para consumir, sin los nubarrones de la preocupación por déficit de demanda ni del tormento de esperar ajustes o subas de tarifas.
«Es bueno pensar en mercados externos para vender el excedente, pero es mejor que en Bolivia se mejoren servicios, se mantenga tarifa y se estimulen inversiones para acrecentar el universo de usuarios de electricidad”.
Resolución de ajuste de tarifas
Gómez apuntó que recientemente la autoridad estatal de regulación, autorizó un ajuste de las tarifas de electricidad (un 4%). La disposición emitida el 31 de mayo aprueba precios de nodo de energía y potencia, fórmulas de indexación, peajes unitarios de instalaciones de transmisión del Sistema Troncal de Interconexión STI y del factor de adaptabilidad para generadoras con fuentes de energías alternativas, correspondiente al periodo mayo 2017, octubre 2017, ajuste semestral que se presenta desde 2001, cuando se aprobó el Reglamento de Operación del Mercado Eléctrico.
De tal forma según el analista Gómez ese ajuste tendrá efectos multiplicadores negativos en precios de bienes de consumo.
«Todas las industrias producen en base a electricidad. Todas: desde compañías de harina y pan, carnicerías, frigoríficos, procesadoras, industrias de lácteos, arroceras, compañías de granos, cadenas de fríos, farmacias, hospitales y toda la gama de servicios utilizan electricidad; sin contar hogares, colegios y universidades. Y la electricidad en Bolivia tiene por fuente principal el gas natural, no habiendo aún generación masiva de electricidad en base a energías renovables. El país del gas debe tener tarifas muy bajas, por no decir planas, de electricidad», dijo Gómez a tiempo de invitar a que haya un encuentro técnico de ejecutivos de ONG`s y universidades junto a autoridades del Poder Ejecutivo para que se analice el tema de energía en el país.
Electricidad de costo moderado es estimular inversiones
Gómez recordó «no olvidemos que una forma de estimular inversión privada en sectores productivos es, cabalmente, que los precios de electricidad sean competitivos en parques industriales de ciudades que pretenden ser competitivas a nivel internacional. Donde hay electricidad de alto costo es más complicado tener mayor industria”.
El analista acentuó, coincidiendo con sectores productivos y juntas vecinales, «los costos de producción se van a elevar. Si bien la cifra de ajuste (4%) puede verse pequeña en economía la escala es la que importa, de manera que sí, evidentemente, se sentirá un incremento por culpa del ajuste, que además indica la prensa es el más alto de los últimos años»
Al subir la estructura de costos de la empresa son inmediatamente trasladados a los precios finales, que debe pagar el consumidor, el ciudadano. De manera que el ajuste es un ataque al bolsillo, ya esmirriado, del ciudadano, explicó.
Agregó “la argumentación principal del Poder Ejecutivo con relación al ajuste es que es una medida que pretende evitar que las empresas del sector eléctrico tengan déficits y como resultado bajen la calidad del servicio”.
A su vez, mencionó que se debería exigir que el Poder Ejecutivo, con el monopolio el sector energía e hidrocarburos, logre captar inversión extranjera privada en mejorar la estructura del negocio de manera de ampliarlo, modernizarlo y optimizarlo, siempre en beneficio ciudadano.
“Se declaró contrario a la mejora del servicio vía el ajuste del precio que afectará al consumidor, sino vía la búsqueda de inversiones», enfatizó.
Asimismo, resaltó que ya adelantaron las principales compañías eléctricas del país Cooperativa Rural de Electrificación CRE, Compañía Eléctrica Sucre CESSA y Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica Cochabamba S.A. ELFEC, que incrementarán tarifas de electricidad para el consumidor final, de tener que aplicar el ajuste.
Incremento con políticas de eficiencia
«Toda suba, ajuste o incremento del precio de la electricidad debe ir de la mano de políticas de eficiencia energética. Vale decir que de todo ajuste en tarifas debería ir acompañado, obligatoriamente, de políticas de ahorro para industrias, gobiernos municipales, y nacional», dio a conocer Gómez, quien desde 2016 viene impulsando implementación de políticas de eficiencia energética en el país, en el sector privado y público.
¿Cómo ahorrar electricidad?
Agregó «en hogares e industrias la recomendación es usar lámparas de bajo consumo. Municipios deben ingresar con fuerza, en sus presupuestos, con alumbrado público utilizando tecnología de bajo consumo: LED. Además de impulsar políticas de eficiencia energética, desde el poder ejecutivo central, departamental y municipal, urge impulsar políticas de etiquetado”.
Etiquetado
De acuerdo con la normativa internacional, existen siete clases de eficiencia identificadas por un código de colores y letras que van desde el verde y la A para los equipos que son más eficientes y el color rojo y la letra G para los equipos menos eficientes. A la hora de comprar un electrodoméstico es importante prestar atención a la etiqueta que indica el tipo de eficiencia energética del aparato. El etiquetado es obligatorio en lámparas, lavarropa, heladeras y equipos de aire acondicionado.
A la hora de la compra, hay que fijarse en el etiquetado de eficiencia y optar por aparatos que sean clase A, B o C aunque sean más caros, ya que esto se traducirá en un menor consumo. Un aparato clase G pude tener un consumo de electricidad tres veces mayor que uno clase A y por tanto su factura eléctrica será más elevada.
Por último, el analista destacó que el “fantasma” del incremento de tarifas siempre estará presente por ello es importante que los usuarios creemos una nueva cultura de consumo eficiente.
Fuente: http://www.diarionuevosur.com