Plan municipal de democratización y calidad educativa pública

 

La pandemia del Covid 19 ha puesto de manifiesto la desgarradora situación de pobreza material y moral en la que sobrevive una inmensa mayoría de cruceños, ha desnudado las desigualdades estructurales, los altos niveles de desempleo y desprotección social de los ciudadanos, amén de la corrupción y demás males sociales ya endémicos en nuestro medio.



Sin lugar a dudas la inversión en políticas de desarrollo humano constituye la gran omisión en todos los planes de desarrollo de Santa Cruz, que con urgencia corresponde enmendar poniendo al ciudadano en el centro de las políticas del gobierno municipal.

Es importante destacar que el voto mayoritario del ciudadano cruceño fue para las dos fuerzas políticas que daban prioridad al desarrollo humano: CC con su eslogan Primero Vos y UCS con su oferta, consistente en tablets, bono escolar y cursos gratuitos de inglés y computación para los estudiantes de las escuelas públicas. Excepto el bono, la oferta fue un acierto y el voto reflejó nítidamente lo que espera el ciudadano de sus autoridades elegidas.

Evidentemente, el Gobierno Municipal tiene hoy la gran oportunidad de marcar un nuevo hito en el desarrollo de Santa Cruz priorizando la democratización y calidad de la educación pública como el puntal más importante para su crecimiento económico y social.

Es sabido que la educación es un instrumento poderoso de igualdad social que abre las puertas del progreso y bienestar de las personas y por ende es el principal motor de desarrollo de un país. La educación, además de proveer conocimiento, enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo lo que caracteriza al ser humano. Así lo entendieron muchos países que apostaron por la educación de su gente y hoy gozan de buenos estándares de vida y son fuertes economías emergentes.

La cuestión es simple.¿Queremos seguir siendo una ciudad sucia, desordenada, violenta? ¿Queremos permanecer indiferentes con la pobreza de nuestra gente, con nuestros niños y jóvenes en las calles pidiendo limosna, vendiendo, vagando o consumiendo drogas? O al contrario queremos empezar a construir un mejor futuro para nuestra ciudad y comunidad.

Para este cometido es preciso que el Gobierno Municipal realice un plan de largo alcance para la democratización y calidad y educativa pública cruceña con el propósito de desarrollar el talento, capacidades y destrezas de todos y cada uno de los cruceños para formar ciudadanos libres, democráticos, productivos, reflexivos y con ideales de altruismo, respeto, solidaridad y progreso colectivo.

El primer paso es la inclusión, sin excepción, de todos los niños y jóvenes en edad escolar dentro del sistema educativo público. Para ello debemos copiar la gratuidad total del sistema escolar público de EEUU o de los otros países de primer orden porque, sin lugar a dudas, la pobreza es el motivo principal para que los niños y jóvenes sean excluidos de la escuela.

En este sentido, el Gobierno Municipal debe proveer a los estudiantes los medios digitales, textos de estudio, material didáctico, uniformes, transporte escolar y alimentación nutritiva y saludable en desayuno y almuerzo. Además cada centro educativo debe contar con asistencia social, psicológica y enfermería. Y en aras de la calidad educativa, el plantel deberá complementarse con profesores de ética y liderazgo, inglés y computación, comprometidos por el alcalde.

Es fácil imaginar que la inversión en la gratuidad del sistema escolar público generará un efecto dinamizador de la economía porque supondrá un ahorro para las familias, que podrá ser invertido en cubrir otras necesidades. Habrá más consumo de alimentos y creación de empleos para su preparación y distribución. Así como para la dotación y mantenimiento de las computadoras y personal profesional adicional para la excelencia de la educación.

Serán los expertos en la materia quienes diseñen un plan que contemple las estrategias, programas y proyectos, leyes y reglamentos necesarios, a corto y mediano plazo, para lograr cobertura total y calidad educativa, tales como: actividades extra curriculares que involucren a la familia, centros de acogida para los menores de la calle, prohibición del trabajo infantil, guarderías para la atención a la primera infancia, etc. La exitosa y paradigmática Ciudad de la Alegría de monseñor Castellanos es el mejor modelo a seguir.

Y si lo dicho hasta aquí no fue suficiente para convencernos de priorizar e invertir en la educación de nuestra gente, agregamos la afirmación de JJ Ruiz, economista jefe del BID quien sostiene que “una educación de calidad es la inversión con la mayor tasa de retorno que un país puede realizar”.

Pues bien, invito a nuestro alcalde, concejales y ciudadanos a un minuto de abstracción para visualizar una Santa Cruz sin caritas tristes ni manitas extendidas, sin jóvenes limpia parabrisas, sin niños lazarillos cargando las miserias de los adultos, sin ‘carretilleros’ ni ‘cleferos’ porque todos ellos con el derecho de ser hijos de esta tierra pródiga están en un centro educativo cultivando sus mentes y corazones para ser ciudadanos de bien.

No cabe duda que apostar por el capital humano cruceño es hoy el desafío más importante e imprescindible para re encaminar el desarrollo de Santa Cruz con miras al destino superior que pergeñaron insignes y valerosos cruceños que sufrieron cárcel, destierro y no dudaron en dar la vida luchando contra el poder centralista de este país que persiste en su afán de negar nuestra cultura e identidad. Ya que, hoy por hoy más de la mitad de los bolivianos expresa sin ambages su desprecio por todo lo cruceño sin ocultar sus ansias de dominio de nuestro Santa Cruz.