El circo masista renovado

 

José Fellman Velarde ocupó el Ministerio de Informaciones con el estadista Víctor Paz. Dotado de notables cualidades el movimientista resultó hábil en la política de distracción y entretenimiento que aplicó ante la crisis posabril 52, matizada por la presión de los barones del estaño por cobrar del Estado una indemnización. En determinado momento abortó un nuevo conflicto con por  el río Lauca, circunstancia utilizada por Fellman para distraer la atención de la crisis económica/social atingente.



Lo hizo bien. La atención se posó en Chile, el Lauca, por tanto apeló al patriotismo y la vieja añoranza por el retorno al mar.

Nada importó que Bolivia no pudiese vender el estaño, ni la grave carencia de divisas para comprar lo más elemental, Chile y el Lauca era el tema, la distracción, el chismerío, Fellman se puso de actualidad, la política distractiva un logro. Así las cosas.

Arce y Choquehuanca en el poder, orden en la economía y reconciliación, que por consigna de Evo Morales cambia a confrontación, a controversia, a persecución y acoso al opositor. Ahora mismo mientras el Régimen ejecuta “ningún perdón ni olvido” persigue con saña a los líderes que ganaron las alcaldías y gobernaciones, ofrece un circo de encarcelamiento, castigos, torturas, violencia que los medios califican como “terrorismo de Estado”, haciendo olvidar los verdaderos problemas de falta de trabajo, pésima economía, encumbramiento de los verdugos que ejecutan la violencia de cada día, sigue adelante la repartija de cargos, prebendas, recursos para cumplir su tarea partidista.

En otras palabras “el circo ha vuelto y está siendo renovado” la actuación del masismo que parecía por un momento haberse humanizado, se ha vuelto descarada, abierta, tal la crueldad contra cocaleros de Los Yungas, originarios que marchan contra el avasallamiento, defensa de una política exterior afín al castro-chavismo, ciega y atrabiliaria.

Vamos mal. Bolivia se salió del concierto de naciones que inscribieron sus nombres en la carta de NNUU, de la OEA y adhirieron a la Unión Europea de la que recibe valiosos recursos para combatir al narcotráfico, la corrupción, el crimen organizado.

Los recursos mediáticos del Estado se emplean a fondo para transformar a Bolivia en otra Cuba, en otra Venezuela (convertida en el mayor fracaso del socialismo S. XXI) por los crímenes cometidos, el derrumbe de su economía, el éxodo inadmisible de millones de sus ciudadanos para no padecer el hambre, la cárcel, la total ausencia de libertades.

Estamos ante un nuevo circo, espectáculo distractivo cuando empresarios bolivianos han emprendido su autoexilio, la fuga de capitales, en suma el pánico generalizado.