Birmania: Aung San Suu Kyi condenada a cuatro años más de prisión

La opositora política Aung San Suu Kyi fue condenada el lunes a cuatro años de prisión por importar ilegalmente walkie-talkies, en un juicio calificado de «farsa» por sus abogados y la población. Esta es sólo la tercera de las once acusaciones que pesan sobre el ex dirigente y símbolo de la democracia, encarcelada desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021.

Con Juliette Verlin, corresponsal de RFU en Rangún




La nueva sentencia de Aung San Suu Kyi no es una sorpresa. Tras una condena de cuatro años, reducida a dos, por incitar a la violencia e infringir las normas contra Covid-19 el mes pasado, la ex dirigente cumple ahora un total de seis años de prisión, que seguramente cumplirá en arresto domiciliario. La Premio Nobel de la Paz, de 76 años, cumple su primera condena en el lugar donde ha estado incomunicada desde su detención hace casi un año.

El juicio, que se está celebrando a puerta cerrada en un tribunal especialmente creado para ello en la capital, Naypyidaw, puede durar aún meses, ya que quedan por investigar casi una docena de cargos. Sedición, corrupción, incitación al desorden público, fraude electoral..: Aung San Suu Kyi ha sido acusada en múltiples ocasiones en los últimos meses.

Una revolución que va más allá de la influencia de la ex presidenta

La organización Human Rights Watch señaló, no sin ironía, que la Junta debía acusarse a sí misma de importar los walkie-talkies, ya que los guardaespaldas a los que pertenecían habían sido nombrados por un ministerio bajo control militar en aquel momento. Según la fiscalía, el contrabando se descubrió durante el registro de la residencia oficial de Aung San Suu Kyi cuando fue detenida.

Afortunadamente, como reitera la organización, la revolución popular no depende de un solo líder o partido político. La influencia política de Aung San Suu Kyi ha disminuido mucho desde el golpe de Estado, con una nueva generación que se ha levantado contra la Junta y tiene opiniones más progresistas. La gente espera que Aung San Suu Kyi pase el resto de su vida en prisión, por lo que la revolución se ha construido como un movimiento de masas, unido tras un único objetivo: derrocar a la Junta.

Fuente:Radio Francia Internacional