El organismo internacional, un órgano de Naciones Unidas que vigila el cumplimiento de los tratados antidrogas, menciona que incluso observó en otros países el uso de aeronaves privadas para trasladar droga.
Fuente: paginasiete.bo
Luis Callisaya / La Paz
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) afirmó que Bolivia, al igual que Perú, son regiones donde se produce la cocaína para traficarla por rutas aéreas y marítimas hacía Europa. Según informes de la Fuerza Antidroga boliviana, un promedio de 3.000 fábricas de droga se destruyó por año en la última década.
“El sistema fluvial Paraguay-Paraná, formado por 3.400 km ininterrumpidos de ríos (…) parece haberse consolidado como puerta de entrada para el transporte de la cocaína fabricada en Bolivia (Estado Plurinacional de) y el Perú a los mercados internacionales de cocaína a través de puertos del Brasil y el Paraguay. Esto supone un nuevo reto para las autoridades, que estaban acostumbradas al tránsito de drogas desde el Estado Plurinacional de Bolivia principalmente por rutas aéreas y terrestres”, refiere parte del Informe 2021 del JIFE, presentado en Viena, Austria.
El organismo internacional considera que el Gobierno boliviano tiene el desafío de encarar la lucha contra el narcotráfico por vías fluviales.
Bolivia que, durante varios años, se consideró un país de tránsito de droga, ahora es vista como productora junto a otros países como Perú y Colombia.
Asimismo, el informe precisó que, tras las restricciones en la pandemia, a finales de 2020 el mercado de la cocaína comenzó a ampliarse en América del Sur, hubo grandes incautaciones y se intensificó el tráfico de drogas.
El JIFE develó que los grupos delictivos ampliaron mercados en la región y las redes criminales con base en Europa tienen que venir a América del Sur para gestionar los envíos de droga a ese continente; las sustancias controladas salen de los puertos de la región hacia África, que se va convirtiendo en el punto de tránsito, y luego pasa a Europa.
Además, el documento remarcó que en Brasil aumentó en un 35% la incautación de droga, sobre todo en regiones fronterizas con Bolivia y Perú.
Frente a este panorama, cabe mencionar que en la última década la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) destruyó 29.959 fábricas de droga entre 2012 a 2021, es decir, un promedio aproximado de 3.000 fábricas por año.
En 2013 se destruyó más fábricas de droga con un total de 5.930, en 2014 con 5.306 y 2012 con 4.433. En cambio, en 2019 se destruyó 841 fábricas, 1.105 en 2020 y 800 en 2021.
En ese mismo lapso de tiempo, los efectivos antidroga también destruyeron 515 laboratorios de cristalización de clorhidrato de cocaína y 450 de reciclaje.
Pese a ese contexto, el gobierno de Luis Arce insiste que el país es ruta de tránsito de droga. “Bolivia es un país de tránsito de droga, evidentemente eso no significa que no exista una fábrica de pasta base o un laboratorio de refinación de clorhidrato de cocaína en nuestro país”, justificó anteriormente el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.
Al informe del JIFE se suman otros reportes como el de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol), la Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos (EEUU), la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de Paraguay, la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile y la Policía Federal de Brasil, que muestran a Bolivia como la zona desde donde sale la droga a otros países.
Rutas de la droga
Según el JIFE, las rutas aéreas y marítimas son utilizadas en Bolivia para el tráfico de drogas. “Los traficantes han recurrido cada vez más al uso de avionetas para transportar cocaína entre Bolivia, el Brasil, el Paraguay y el Perú”, refiere el informe. Otra ruta importante pasa por el sistema fluvial Paraguay-Paraná, formado por 3.400 km ininterrumpidos de ríos que conectan la Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay con el océano Atlántico.
Los primeros días del mes, la Policía de Brasil y la Felcn descubrieron un megalaboratorio de cristalización de cocaína en el parque Noel Kempf (Santa Cruz). La droga circulaba por Perú y Bolivia vía área y pasaba por el río Iténez (Bolivia) hacia el río Guaporé (Brasil).
En la operación Turf, la Europol develó a una red que traficaba cocaína desde zonas productoras de Bolivia, pasando por Paraguay y Brasil. La droga se enviaba hacia España, desde donde se distribuía por Europa.
En la operación Los Andes, la DEA desarticuló una organización criminal, en 2021, que traficaba sustancias controladas, esa red pretendía enviar drogas desde aeropuertos de Bolivia hacia Nueva York (EEUU), a través de República Dominicana. Policías bolivianos fueron involucrados en ese ilícito.
Finalmente, el PDI, en operativo Manto Blanco, desbarató una red que traficaba drogas que eran adquiridas en Bolivia e ingresaban por el norte del territorio chileno y eran trasladadas en camión hasta Santiago.
Parece haberse consolidado como puerta de entrada para el transporte de la cocaína fabricada en Bolivia y el Perú a mercados
JIFE
Bolivia es un país de tránsito de droga, evidentemente eso no significa que no exista una fábrica de pasta base
Ministro Eduardo del Castillo
Fuente: paginasiete.bo