La verdad inobjetable y la defensa del medioambiente

El primer lugar, como es natural y como no puede ser de otra manera, particularmente me declaro un firme defensor del Desarrollo Sostenible, el cuidado del medioambiente y la preservación de los recursos naturales, plenamente consciente que es una tarea prioritaria de todos en favor de la vida.

Hace más de 12 años con un grupo de vecinos, autoridades y empresarios de Porongo iniciamos una larga y angustiosa lucha para lograr que se construya en segundo puente de conexión vial entre los municipios de Porongo y Santa Cruz de la Sierra, que permita, especialmente a los porongueños, mejorar su calidad de vida.



En el transcurso de esos largos años hubo argumentos de toda naturaleza para postergar esta legítima aspiración y muchos de ellos amparados en “la defensa del medioambiente”.

Por ese tiempo ya se tenía la información que el proyecto de la carretera kilómetro 13 a Buena Vista tenía importantes avances y se mostraba como una alternativa de solución al enclaustramiento de esta importante y abandonada comunidad cruceña.

Según los registros, este proyecto carretero tiene más de 20 años de existencia, desde que en la entonces Prefectura Departamental y en la misma Alcaldía Municipal de Porongo se dieron los primeros pasos para delinear este tramo vial como parte de ruta troncal nacional y reconociendo los importantes beneficios para el departamento de Santa Cruz y el país en su conjunto.

Desde entonces hasta nuestros días a demandado infinitas horas de estudios técnicos, económicos y ambientales, hasta que luego de marchas y contramarchas se materializó, a través del Gobierno central, un financiamiento de la CAF hace aproximadamente 8 años.

Increíblemente, en la “típica boliviana” nos encontramos que ese proyecto, que supuestamente ha sido sujeto durante años a todos los procesos de revisión técnica, económica y normas medioambientales establecidas, es inviable. Provocando naturalmente la frustración e indignación de las poblaciones afectadas, las mismas que reaccionan con bloqueos de las principales vías carreteras, dañando aún más la frágil economía del país.

Se conocen posiciones de especialistas en la materia, que no coinciden con el argumento de que el trazado de esta carretera haría peligrar la provisión del agua vital a la Metrópoli Cruceña, y que las razones por las cuales se cuestiona el proyecto existente, que tiene el financiamiento asegurado, tienen definitivamente otras razones e intereses subrepticios.

No será la primera vez, así como pasó hace un tiempo con el segundo puente a Porongo denominado “Bi Centenario”, que se confundan intereses particulares económicos y políticos para paralizar una obra de importancia para el desarrollo regional, usando el sensible argumento medioambiental.

Las declaraciones del presidente de la SIB deberían ser tomadas en cuenta, este profesional ha declarado «la carretera no afecta los acuíferos, podrían si los impactos inducidos, allí debe concentrarse la atención, evitar impacto inducido y no postergar la integración del departamento, qué tanto cuesta y tanto se necesita”.

La recarga de acuíferos está en función del área qué recibe las precipitaciones y el área qué ocupa la carretera es ínfima si se compara con el área en cuestión.

Es evidente que toda obra emprendida por el ser humano trae aparejadas consecuencias ambientales, la mera existencia del ser humano determina daños a la naturaleza. Sin embargo, es también evidente que todo proyecto de infraestructura contiene un Plan de Mitigación de dichos daños y para exigir su estricto cumplimiento está la Autoridad Ambiental competente.

No intentamos de ninguna manera desvirtuar y menos desmerecer un profundo estudio de revisión efectuado por especialistas en la materia, que, fuera de todo interés político o económico particular, llegue a una conclusión técnica especializada e inobjetable, que anteponga sobre todo el Bien Mayor. Cuestionamos definitivamente la forma a «la boliviana» que se maneja, tanto en el nivel central como departamental, temas tan delicados e importantes, como las necesarias obras de interconexión vial nacional, politizándolos al extremo y desperdiciando irresponsablemente algo tan valioso como es el tiempo y los escasos recursos económicos de todos los bolivianos, creando además expectativas falsas a la población en general.

 

Fernando Crespo Lijerón