La Federación de Ganaderos del Beni (FEGABENI) ha declarado un estado de emergencia debido a la grave sequía que afecta al sector ganadero en este departamento boliviano.
Fuente: La Palabra
La escasez de lluvias ha provocado un impacto devastador en la producción de alimentos y ha incrementado la vulnerabilidad de miles de cabezas de ganado, poniendo en riesgo la economía de la región.
La sequía ha agotado los pastizales y los recursos hídricos esenciales para la cría de ganado, lo que ha llevado a numerosas explotaciones ganaderas al borde de la subsistencia. Las pérdidas significativas en la producción de alimentos no solo afectan a los ganaderos, sino también a toda la cadena de suministro, desde los proveedores de insumos hasta los mercados locales y nacionales.
Esta situación crítica ha obligado a FEGABENI a tomar medidas urgentes para mitigar los efectos de la sequía. La federación está trabajando en coordinación con las autoridades locales y nacionales para implementar estrategias de emergencia que permitan asegurar el abastecimiento de agua y alimento para el ganado. Entre las posibles soluciones, se está evaluando la posibilidad de transportar agua desde otras regiones y la compra de forraje para alimentar al ganado en los próximos meses.
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La crisis en el sector ganadero del Beni no solo tiene implicaciones económicas directas, sino que también afecta la estabilidad social de la región. La ganadería es una de las principales actividades económicas del departamento y una fuente crucial de empleo y sustento para muchas familias. La disminución en la producción y el posible aumento en la mortalidad del ganado podrían llevar a un incremento en los precios de la carne y otros productos derivados, afectando el costo de vida de los consumidores locales.