El caso que dividió a la sociedad en 1993 volverá a la televisión. Lorena Bobbitt estaba harta de los abusos físicos y sexuales de su marido
John Wayne Bobbitt reapareció en la televisión de EEUU para recordar la «pesadilla» que vivió cuando su ex esposa, Lorena, le cercenó el pene mientras estaba dormido con un cuchillo de cocina en 1993.
A sus 51 años relató que aplicó presión en su zona íntima antes de buscar la ayuda de un amigo que gritó y enloqueció en su camino al hospital. Ahí, «los médicos preguntaban de qué parte del cuerpo salía la sangre. Me pidieron ver mis muñecas», pero Wayne Bobbitt señaló su pene para explicar de dónde provenía la hemorragia.
Los médicos me vieron «y sus quijadas se cayeron», recordó en una entrevista que se estrenará el 4 de enero por la cadena ABC.
En el adelanto de lo que se presentará en televisión los primeros días del 2019 también recogieron la declaración del urólogo James Sehn, quien recordó que lo despertaron de madrugada y «lo único que yo sabía en mi camino al hospital era que un pene había sido amputado y el órgano estaba desaparecido».
Lorena había dejado la escena del crimen con el pene en la mano. Lo tiró en un campo desde la ventana de un vehículo Mercury Capri. La policía encontró el miembro y lo llevó al hospital en una caja de hoy dog llena de hielos, justo a tiempo para que los médicos pudieran recolocarlo en una cirugía que duró 9 horas.
El programa especial de la cadena ABC se titula «Los Bobbitt: El amor lastima», y será transmitido el viernes 4 de enero a las 21:00 horas.
El caso escandalizó y dividió a la sociedad. La pareja se divorció después del juicio donde Lorena fue juzgada, pero un rapto de demencia temporaria fue lo que provocó el infame ataque. Antes de la castración, John Wayne Bobbitt llegó borracho a su casa y violó a su esposa.
Hace dos años él ya había recordado el hecho en televisión. En ese entonces confesó que la solución que analizó fue matarse. «Miré hacia abajo y vi que había sangre por todos lados. Fue una cosa devastadora que te pasa de un momento a otro. El suicidio parece ser la única respuesta».
Aunque le reconstruyeron el pene, no podía tener sexo. Después de la recuperación Bobbitt inició una corta carrera en la industria pornográfica, donde utilizaba una prótesis. «No culpo a Lorena. Ambos nos dañamos. Le deseo lo mejor», reflexionó hace un par de años.
Lorena, en cambio, optó por un perfil más bajo. Comenzó a trabajar en un salón de belleza, volvió a casarse y se cambió el nombre. Quería escapar de su pasado tormentoso donde su marido la abusaba física y sexualmente.
Durante una entrevista con Steve Harvey, Lorena explicó que tenía «una nueva vida» y que pretendía enfocarse en lo que era bueno para ella y rodearse de «gente positiva». «Entendemos que ahora mi historia tiene algo de humor, pero también arrojamos luz sobre lo que es la violencia doméstica».
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Fuente: infobae.com