La Iglesia espera más diálogo y que Evo sea quien llame al encuentro


Ven que Evo Morales necesita mostrar imagen conciliadora con miras a las Elecciones Generales de 2014.

La visita del presidente Evo Morales al papa Francisco abre la esperanza de ser el punto de inflexión que transforme la, hasta ahora, distante y a veces tensa relación entre el Gobierno y la cúpula de la Iglesia Católica en Bolivia.

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EL DEBER

El encuentro abrió la esperanza de una relación mejorada con la jerarquía católica en Bolivia.

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“No hay que ver este encuentro como un hecho ideológico o político”, dijo la ministra de Comunicación Amanda Dávila, que explicó que al presidente le gusta el modo de ser del papa Francisco y que lo ve, en relación a la Iglesia, igual a lo que él ha sido en la política boliviana: un gestor de cambios y de inclusión social. A la luz de esas declaraciones no habría que esperar un giro en el relacionamiento de la máxima autoridad nacional con la jerarquía eclesiástica boliviana.

En cambio, para la Conferencia Episcopal la iniciativa de visitar al papa es una oportunidad para que mejore la relación entre la Iglesia y el Gobierno. No obstante, los obispos del país no buscarán un encuentro con el primer mandatario, sino que esperarán que sea él quien tome la iniciativa de invitarlos al Palacio Quemado. “Pienso que el presidente tendría que ser quien dé el paso y los obispos estarían llanos para aceptar una invitación”., afirmó José Fuentes, secretario de la Conferencia Episcopal.

Distancia

Hasta antes del Gobierno de Evo Morales, el catolicismo era la religión oficial en Bolivia y ese peso se sentía a nivel de determinaciones políticas de los gobiernos de turno. En cambio, el MAS aprobó por mayoría una Constitución donde se define que el Estado boliviano es laico y que ninguna religión es más que otra. Además, en las celebraciones departamentales y nacionales, se sustituyó el Te deum católico por la ceremonia interreligiosa. Es decir, se bajó el perfil y se intentó bajar la influencia del catolicismo en Bolivia. El presidente ha mantenido una visión crítica sobre la jerarquía eclesiástica al señalar que hace política y que debería mantenerse en los templos.

Por su lado, la Iglesia, especialmente a través de la voz del cardenal Julio Terrazas, también tuvo una postura no complaciente respecto al Gobierno: criticó el aumento del narcotráfico en Bolivia, así como defendió a los perseguidos políticos, entre algunas de sus manifestaciones más duras.

El secretario de la Conferencia Episcopal admite que en este momento el diálogo es escaso y hace votos porque se propicie un encuentro que esté basado en el servicio a los más necesitados, pues considera que ese debe ser el punto de unión entre ambas instituciones.

En cambio, la ministra de Comunicación cree que no hay malas relaciones e insistió en que no se debe politizar ni ideologizar la reunión entre el papa y el presidente, porque se trató de un encuentro entre dos personas afines, que tienen en común que “ambos son revolucionarios”, Morales en el Gobierno y Francisco en la Iglesia.

Las miradas

El analista Carlos Cordero considera que el encuentro abre la esperanza para que se construya un país con más tolerancia y respeto y confía en que el papa haya mostrado al presidente la buena fe de la Iglesia.

Para el ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, este encuentro ha sido propiciado por la necesidad electoral de Evo Morales que apunta a suavizar sus intervenciones, ya que varias encuestas demuestran que la ciudadanía no quiere más confrontación. Para Cordero, la prueba de fuego se vivirá desde ahora hasta el día de los comicios, para ver si se nota un cambio de actitud en el Gobierno. En cambio, la analista Elena Argirakis descarta esa posibilidad al señalar que Evo Morales es espontáneo y coherente, que entre sus características no está el cálculo político.

El presidente se reunió 30 minutos con el papa. Uno de los temas abordados fue precisamente la relación del Gobierno con la Iglesia boliviana. Las miradas consultadas hablan de una esperanza de conciliación. No obstante, será difícil que la cúpula del catolicismo recupere los espacios de poder que perdió con la Constitución. 

EL ENCUENTRO 

Las primeras palabras

El presidente dijo: “Hermano Francisco” y el papa respondió: “Así debe ser, así debe ser”.

El intercambio de regalos

Francisco obsequió un libro sobre la Teología de la Liberación y el presidente entregó otro sobre la reivindicación marítima.

Una sintonía que hay que celebrar

CARLOS D. MESA

EX PRESIDENTE

No hay duda de que el papa impresiona al presidente Morales. Le es próximo por su sencillez (de la que nuestro gobernante irónicamente no hace precisamente gala) y por su postura que recupera el mensaje social de la Iglesia. Francisco está muy cerca de una mirada que vincula a la Iglesia con una gran responsabilidad social.

El encuentro entre ambos se da en un momento oportuno, pues coinciden en que no se debe respaldar un ataque de EEUU a Siria. Morales ha dicho que se suma a la jornada de ayuno propuesta por el Papa (aunque su respaldo al régimen de Al Assad me parece inaceptable).

¿Marcará este encuentro una distensión entre el Gobierno y la Iglesia Católica boliviana? Sin ser categórico, me parece que es un momento de oportunidad. El presidente y su Gobierno son impredecibles cuando asumen que hay un imperativo político, pero la Iglesia debe tomar esta ventana con serenidad y prudencia. Lo complejo es que esa aproximación no se puede ni debe hacer a costa de la voz crítica que la Iglesia ha tenido con un gobierno con tantas tentaciones autoritarias. ¿Podrá extenderse esta buena sintonía entre el presidente y el Santo Padre a la relación entre Gobierno y jerarquía eclesiástica? No es fácil, pero es posible.

¿Cuáles son los puntos de contacto? Una mirada común sobre la sociedad y sus desafíos. Un objetivo común en la preferencia por los pobres y una línea contraria a la exclusión social. 

Necesita mostrar imagen conciliadora

VÍCTOR HUGO CÁRDENAS

EX VICEPRESIDENTE

Significa un cambio de actitud del Gobierno hacia la Iglesia Católica, considerada hasta ahora como  enemiga. ¿Qué provoca este cambio? Sin duda, la necesidad de la  campaña electoral. Varias encuestas demuestran que la opinión pública se ha cansado de un liderazgo confrontador y agresivo. Por eso, el gobierno necesita urgentemente una foto de Evo Morales con el Papa y sería un milagro si se anunciara que lo convenció de visitar Bolivia. 

Las relaciones con la Iglesia serán retocadas con terciopelo durante la campaña electoral pero después  resurgirán las convicciones anticristianas y antieclesiales de los líderes del Gobierno. Así actuó en el pasado y lo hará en el futuro.