Las primarias

Las primarias, como evento electoral previo y vinculante, para elegir las candidaturas de los binomios presidenciales al interior de las fuerzas políticas, ha cobrado particular relevancia, a partir de la decisión de la Cumbre Multipartidaria de suspenderlas. En el encuentro de jefes y representantes de 11 partidos políticos y dos agrupaciones ciudadanas, se arribó a ese acuerdo. Evo Morales no suscribió la “Declaración por la Democracia”, pues proclama una postura totalmente contraria. Quiere elecciones primarias cerradas.

Los próximos escenarios políticos estarán directamente relacionados con la promulgación, o no, de la Ley de Suspensión de las Elecciones Primarias.



Conviene, para entrar más en detalle, describir brevemente el espíritu de las Elecciones Primarias y su aplicación en sus dos versiones: cerradas o abiertas.

Las elecciones primarias, en los sistemas políticos, han sido concebidas, fundamentalmente, para fortalecer la democracia al interior de los partidos. También, para dotarles de institucionalidad y acabar con las decisiones “a dedo” de los caudillos y “propietarios” del partido. Tendencia muy marcada en América Latina y, particularmente, en Bolivia. En estas, los partidos, seleccionan a sus candidatos o al binomio presidencial que terciara en las elecciones.

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Pueden ser cerradas, donde la participación se limita a los militantes registrados en el partido. Pueden ser abiertas, cuando la participación se amplía, de manera libre, a todos los ciudadanos. Sus resultados son vinculantes. Estos procesos de democratización interna se han implementado en Argentina, Chile y Uruguay. En Argentina, dicho sea de paso, son abiertas. En la democracia norteamericana, las elecciones primarias, tienen las dos modalidades, abiertas y cerradas.

En Bolivia, se implementan las elecciones primarias con la Ley N° 1096 del 1 de septiembre del 2018. Su puesta en marcha fue muy polémica. Más allá de su diseño, su implementación fue forzada, para habilitar, dotando de legitimidad y legalidad, la candidatura de Morales, rechazado por el voto popular del 21F. Mientras los “intelectuales transgénicos”, del bloque azul en el poder, realizaban sendos seminarios, charlas y conferencias de socialización de la Ley, explicando, como cajas de resonancia, las bondades, virtudes y beneficios; la elite azul, de entonces, utilizó el mecanismo de las elecciones primarias para habilitar al binomio cuestionado, aprovechando su inmensa mayoría en el Congreso. Fue, en ese sentido, una regla impuesta.

Vean ustedes, el proyecto inicial de la Ley de Organizaciones Políticas, enviado por Tribunal Supremo Electoral (TSE), al Congreso fue estratégicamente modificado. Su aplicación, es decir, su implementación, estaba prevista recién para las elecciones del 2024. Sin embargo, anticipan su aplicación para las elecciones del 2019, con la clara intención de sellar, a través de este mecanismo, la candidatura rechazada.

En ese marco, en enero del 2019, se realizan las primeras elecciones primarias, con candidaturas de “binomio único”. Vean ustedes lo insólito.  Al no haber competencia, esas primarias, quedaron completamente desvirtuadas. Para su realización se utilizaron cerca de 29 millones de bolivianos. Todo esto, confirma la tesis de que la implementación de las elecciones primarias, fueron forzadas. Vean, como, desde el inicio, la esencia y espíritu fueron desvirtuadas.

En las circunstancias actuales, también, el espíritu de las primarias, está siendo desvirtuado. Por Ley, los partidos deben someterse a estos procesos. Si no se aprueba en el Congreso, la Ley de Suspensión, el TSE, en agosto, debería estar publicando la convocatoria.

Las posturas de los actores, frente a su realización, están polarizadas. Evo Morales, habiéndose proclamado en varias oportunidades como candidato único del MAS, “a las buenas o a las malas”, obviando a las primarias; ahora se convierte en el más recalcitrante defensor. Pretende obligar la realización de estas, como mecanismo para forzar, nuevamente, su habilitación. Vean ustedes, otra vez, la instrumentalización de la Ley. Morales, ahora, se proclama como su principal defensor, al extremo tal de amenazar con “defender las primarias en las calles”. En contradicción con su espíritu autoritario, orondo y pintorescamente, afirma que: “sin primarias no hay democracia”. Seguramente, en sus planes, tiene, nuevamente, la estrategia del bloqueo que tantos réditos le ha otorgado.

En el otro extremo, están el oficialismo y la oposición política tradicional. Estos, conformando una abrumadora mayoría, dejando aislado y en ridículo a Morales, acordaron en la Cumbre, en sintonía con la propuesta del TSE, suspender las primarias para dar prioridad a las elecciones judiciales.

La decisión final, sobre la realización o suspensión de las de las primarias, tendrá un impacto significativo en los próximos escenarios políticos. Si se promulga la Ley, la competencia electoral, de cara a las elecciones del 2025, tendrá inicio, con la convocatoria a elecciones primarias, el próximo mes. Luego, como resultado de estas, ya tendríamos los binomios habilitados. En ese breve tiempo, también, se dilucidará la habilitación, o no, de Evo Morales.

De lo contrario, la disputa por las candidaturas, se prolongarán hasta marzo o abril del próximo año. Así mismo, la enconada “querella” por el control del Movimiento al socialismo, tendrá más batallas.

Rolando Tellería es profesor de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Mayor de San Simón