El militar retirado cree que para recuperar la honorabilidad de la institución armada habrá que hacer una reingeniería, pero se necesita echar a los agentes cubanos
Carola Briceño Peña
Penetrada por la corrupción, manipulada desde el poder por quienes se empeñan en imponer la doctrina castrocomunista y realmente fragmentada se encuentra hoy la Fuerza Armada Nacional de Venezuela, institución que cada día pareciera más plegada a los deseos del chavismo que al servicio del país. Y recuperar la institucionalidad de este cuerpo armado definitivamente no es tan fácil ni tan rápido, pues se necesita primero un cambio de Gobierno y echar del país a los agentes cubanos que se han colado en todas las instancias del poder.
Ésta es otra de las consideraciones que el general retirado del Ejército Ángel Vivas, militar venezolano que demandó la ilegalidad del lema “Patria, Socialismo o Muerte” como saludo militar, reveló esta semana a DIARIO LAS AMÉRICAS en entrevista exclusiva.
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De acuerdo con el militar, la destrucción de la institución fue un plan muy bien calculado de Fidel Castro hace medio siglo, desde cuando el exdictador cubano estaba tratando de tomar el control de Venezuela para apalancar económicamente su proyecto de construir en América Latina un eje de poder contra los intereses de Estados Unidos.
“En este momento la FAN está fragmentada, los ancianos sanguinarios de los Castro primero destruyeron a la FAN para así tener el camino despejado y encargarse de la destrucción de la República”, asegura.
Sostiene que los militares, aunque son acusados por una parte importante del país de cobardía, realmente han sido víctimas en medio de esta situación, porque estuvieron en un escenario complicado en el que Castro consiguió como aliados justamente a quienes institucionalmente llegaron al poder político y representaban a la República, a quienes los militares, por mandato constitucional, deben respetar. Los militares trataron de mantenerse institucionales y firmes ante esa situación, pero los superiores, el generalato, sí se prestaron a hacerle el juego a castrocomunismo.
“La mayor parte son unas víctimas, pero éstos que están ahorita en la cúpula son unos traidores”, explica, al tiempo que recuerda que el punto de quiebre de la FAN se registró cuando se permitió que se usara el lema “Patria, socialismo o muerte”.
Señala que ése fue el momento crucial, en el que desde el poder se jugaron todo para despedazar a la institución militar. “El lema politizó y dividió a los que eran militares socialistas y de los que no lo éramos. Hubo una fragmentación y las unidades quedaron puestas al servicio de la ideología”, comenta y destaca que por eso es que él se opuso a que se permitiera el uso de esa frase.
Sin embargo, asegura que los mandos medios y bajos no están comprometidos con la doctrina castrocomunista que desde el Alto Mando han dejado imponer. Cree que para recuperar la honorabilidad de la institución militar, habrá que hacer una reingeniería, pero este paso sólo se debe dar luego de que se recupere la República y echen a los cubanos que han venido sometiendo a la nación.
Amenaza castrocomunista
El general también estima que la región está en riesgo de sucumbir ante una doctrina que, valiéndose de hombres sin escrúpulos, busca destruir la economía, llevar a la miseria a sus poblaciones y controlarles la vida. Advierte que este cáncer está haciendo metástasis en América Latina sin que la gente reaccione y le busque remedio a la enfermedad.
“Ecuador y Bolivia ya tienen gobiernos plegados a Cuba, pero lo más preocupante es que Brasil, donde vemos que avanzan en sus planes de meterse en las instituciones y en la vida de los brasileros”, señala.
Asegura que en Colombia de alguna manera también han ganado terreno durante el Gobierno de Juan Manuel Santos y que otros países de la región le sonríen al mal que propaga el dictador cubano.
“Hay un peligro muy grande de que toda América Latina quede bajo una banda criminal de ancianos asesinos como Raúl y Fidel Castro, gracias al dinero de Venezuela”, destaca.
Explica que ese siempre ha sido el sueño de Fidel Castro y que si los dirigentes y líderes políticos de la región no reaccionan, los pueblos podrían terminar siendo usados para construir un eje de poder que se enfrentará a los intereses estadounidenses.
Diario Las Américas – Miami