Dirigente del MAS reconoce flaquezas de Choquehuanca en el manejo de la ALP


Fidel Surco estima que uno de los factores que precipitaron la difícil situación que atravesó la gestión de Arce fue la falta de acompañamiento desde el Legislativo.

eju.tv / Video: Wara TV

Uno de los principales problemas que enfrentó el gobierno de Luis Arce fue la debilidad en el manejo de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), la cual fue atribuida a la incapacidad del presidente nato de ese órgano del Estado de establecer mecanismos de coordinación para generar los consensos entre las fuerzas políticas con representación parlamentaria, más aún, después de la escisión del Movimiento al Socialismo (MAS), que representó la irrupción de una nueva oposición liderada por Evo Morales.



A pocos meses de la conclusión del mandato de Arce Catacora, las críticas son más persistentes desde el interior del propio partido gubernamental, que apunta al manejo político del Órgano Legislativo como una de las causas de los problemas sufridos durante los casi cinco años de gestión; en esa ruta, el dirigente masista y exsenador Fidel Surco reconoció públicamente que la débil conducción de ese órgano, bajo la presidencia de Choquehuanca, ha sido un factor clave en la falta de respaldo legislativo al Ejecutivo.

“Crítica y autocríticamente, David Choquehuanca ni Gustavo Torrico (viceministro de Coordinación Parlamentaria) han podido resolver ese tema de las alianzas estratégicas para poder resolver (los problemas) en la Asamblea Legislativa””, afirmó el dirigente del partido en función de gobierno quien estimó que el próximo gobierno dependerá aún más de la capacidad de quien asuma como presidente nato de la ALP, porque enfrentará un panorama complicado por la fragmentación que se vislumbra tanto en el Senado como en Diputados, aspecto que afectará la gobernabilidad.

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David ChoquehuancaChoquehuanca es criticado por su gestión como presidente de la ALP. Foto: El Deber

Para Surco, el vicepresidente del Estado no tuvo la capacidad de articular una línea de trabajo conjunta con las bancadas, ni de generar consensos necesarios en momentos clave, afirmación compartida por otros actores del oficialismo y denunciada en muchas ocasiones por la oposición, que apuntan a esa falta de liderazgo como el detonante del estancamiento legislativo y la consecuente afectación a las políticas públicas promovidas por el nivel central, pero también desde el ámbito regional y local.

David Choquehuanca asumió la presidencia de la ALP en noviembre de 2020 como vicepresidente del Estado, esa posición exige habilidades de negociación y liderazgo para coordinar entre el Ejecutivo y ambas cámaras legislativas. Sin embargo, durante su gestión, la ALP ha sido escenario de bloqueos sistemáticos, pugnas internas y falta de avance en leyes clave, incluyendo reformas judiciales, económicas y electorales. Surco presume que el próximo gobierno podría afrontar problemas similares dado el momento político, económico y social que atraviesa el país.

Partidos políticos con representación parlamentaria analiza créditos. Foto: ALPUna sesión de la ALP bajo el mando de Choquehuanca. Foto: Visión 360

“A mí lo que me preocupa es que en la Asamblea Legislativa va a haber nomás una polarización, viendo las encuestas en este momento, aquí va a depender mucho quién será el vicepresidente del Estado Plurinacional, porque es donde se maneja (las leyes), además, la coordinación gubernamental, porque en este momento, autocríticamente, no se ha podido resolver eso”, puntualizó Surco  a manera de establecer un probable panorama legislativo a partir del 8 de noviembre, cuando se instale la próxima ALP.

Pese a que Arce tenía todas las herramientas para gobernar de manera holgada, su situación se complicó tras la ruptura interna del MAS en 2023, cuando un bloque leal al expresidente Evo Morales se consolidó como una fuerza de oposición dentro del mismo partido en abierta confrontación al actual gobierno. En lugar de fungir como mediador o articulador político, Choquehuanca mantuvo una postura que muchos calificaron como distante o neutral, lo que dejó a la ALP sin una dirección clara y al Ejecutivo a merced de un bloqueo sistemático por su debilidad en el Legislativo.

El dirigente del MAS, Fidel Surco. Foto: captura pantalla

Decenas de proyectos de ley enviados por el Ejecutivo quedaron paralizados por la falta de consensos entre las tres principales fuerzas parlamentarias: el oficialismo dividido, Comunidad Ciudadana y Creemos, también fragmentados. Esta parálisis legislativa afectó temas sensibles como la renovación de los altos tribunales de Justicia en los comicios de 2024, que fueron efectuados de manera parcial; el presupuesto estatal, aprobado por decreto en los dos últimos  años; y los créditos internacionales, que fueron archivados en algunos casos por más de dos gestiones.

Pese a contar con una mayoría nominal en ambas cámaras al inicio del mandato, el MAS no logró hacer uso pleno de ese control político. Analistas apuntan a la falta de liderazgo firme en la vicepresidencia como uno de los factores que debilitaron la capacidad de gobernabilidad del presidente Arce, especialmente en tiempos de crisis política y social. Aunque Choquehuanca ha mantenido un discurso centrado en la ‘sabiduría ancestral’, el ‘vivir bien’ y la ‘descolonización del poder’, sus críticos afirman que ha evitado tomar posiciones firmes o mediar activamente en los conflictos legislativos, en contraste con el papel activo que asumieron sus antecesores en gestiones pasadas.