El magistrado del Constitucional de Bolivia, Gualberto Cusi afirma que es rechazado laboralmente.
“¿A qué se refiere Calvimontes cuando me califica de doblemente peligroso?”, inquiere Cusi y dice que todo está planificado. “Buscan lincharme civilmente”
Gualberto Cusi, magistrado suspendido del TCP. Página Siete.
Página Siete / La Paz
«El ministro de Salud pretende que las familias y los enfermos de VIH-Sida sean estigmatizados y aislados, para que nadie los salude, que se les coloque una campana, para que sean despreciados, odiados y discriminados por la población. El hecho constituye una muerte civil”, dijo Gualberto Cusi, después de que Calvimontes calificó al magistrado como «doblemente peligroso”.
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En la plaza Murillo, el magistrado procesado por la Asamblea dijo que el titular de Salud recibió una instrucción y la está cumpliendo. «Hubiéramos pensado que fue un error, pero si fuera así, lo correcto era que (Calvimontes) presente su renuncia o el presidente Morales lo destituya y no fue así. Es una cuestión planificada para liquidarme civilmente”, aseguró Cusi.
Minutos antes, el ministro de Salud, en conferencia de prensa, había justificado sus revelaciones del pasado lunes sobre el mal que padece el magistrado. Calvimontes dijo que quiso precautelar la salud de la población, porque Cusi «es doblemente peligroso para la sociedad” por no tomar sus medicamentos. Ese hecho fue negado después por el aludido: «Yo nunca he dejado de cumplir mi receta médica”.
En un comunicado, Cusi aseguró que la nueva declaración del ministro de Salud le recuerda «una época que considerábamos desterrada y olvidada en el país y en la humanidad. Hace muchos años, todos los enfermos eran despreciados, odiados y maltratados (…) Hoy (ayer), como lo hizo el lunes 22, el ministro de Salud destruye la lucha por la dignidad, el honor y a la vida de quienes viven con VIH-Sida”, que son fuertemente discriminados y excluidos por el miedo al contagio y porque cada día cargan con prejuicios, aseguró.
En sus declaraciones, Cusi comentó que después de ser suspendido por el juicio de responsabilidades que le sigue la Cámara de Senadores , algunas autoridades universitarias le ofrecieron trabajo en docencia. «Pero luego que se enteraron de mi enfermedad, se excusaron”.
En su comunicado indica que aunque el Presidente y el vicepresidente Alvaro García Linera «calificaron las declaraciones de Calvimontes como un exceso sigue su campaña indignante, inhumana, violatoria de principios de ética y derechos humanos”.
«¿A qué se refiere Calvimontes cuando me califica de doblemente peligroso? Me duele que la autoridad del Estado, que el médico y ministro desconozca las vías de contagio. Me apena que haya optado por el linchamiento público, en lugar de velar por la información, educación y prevención, como principio de las políticas de salud”, sostuvo.
«Vivimos bajo un Estado de Terror. Y los bolivianos coincidirán en que Morales y García Linera toleran la calumnia, la infamia y la eliminación mediática de un enfermo”, añadió.
El magistrado agradeció a quienes lo apoyan, pero comentó que hay gente que «ya no me da ni el saludo con la mano”. «La enfermedad no me hace menos ser humano, no me quita la dignidad, ni me quita mis derechos”.
Los hechos
Lunes. El ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes, en conferencia de prensa reveló que el magistrado Gualberto Cusi padece una enfermedad terminal y tuberculosis.
Martes. Las organizaciones defensoras de los derechos humanos y el Colegio Médico criticaron esas declaraciones, ya que aseguraron que la Ley 3729 protege al enfermo y es prohibido revelar tal información. Ante ello, crecieron las voces de pedido de renuncia o de destitución del cargo.
Miércoles. El Presidente y el Vicepresidente lamentaron las declaraciones de Calvimontes, pero lo justificaron.
Viernes. Calvimontes justificó sus declaraciones y afirmó que Cusi es «doblemente un peligro” para la sociedad.