Sólo las tiranías objetan los derechos humanos

Jimmy Ortiz Saucedo

jimmy-ortiz1 Noticia: Correa cuestiona a la CIDH y sugiere su desaparición (El Día 5-06-12).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, criticó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a los medios de comunicación "manipuladores", a las oenegés de los países desarrollados y a quienes "satanizan" a los Estados y la política pública.

Comentario: Objetar los derechos humanos es una patética forma de gritar su totalitarismo. Es inadmisible, que en pleno tercer milenio, a alguien se le ocurra cuestionar esta vital conquista humana.



Claro que este cuestionamiento, venido del Presidente Correa, el potencial heredero del liderazgo chavista, es totalmente coherente. De esta corriente política SI se puede entender. Para ellos la democracia, la libertad de prensa y los derechos humanos, son un estorbo en su revolución "democrática" y cultural.

Como también se podía entender los ataques a los derechos humanos de parte de los tiranos setenteros del Plan Cóndor. Pinochet no se sentía cómodo con los derechos humanos, tampoco Stroessner y mucho menos García Meza y Arce Gómez. Correa tampoco se siente cómodo con la crítica del periódico El Universo de Guayaquil (El Universo).

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El chavismo trasnacional llego al poder en brazos de la democracia, por un mero accidente de la historia, no por su vocación democrática. Instrumentalizaron la democracia porque era la "moda" del momento. A ellos les hubiera gustado muchos más llegar al poder en una revolución sangrienta, asesinado a los que piensan diferente. Por eso los derechos humanos le molestan, son para ellos un enemigo a derrotar.

Varios de sus miembros más notables son restos de la guerra fría, del fracasado comunismo estalinista que tanto hizo sufrir al hombre del siglo XX, especialmente en la ex Unión Soviética.

No pudieron superar la historia, aprendiendo de los errores del pasado. Insisten en una fracasada fórmula, queriendo logar con ella resultados exitosos. No les cabe en la cabeza que el hombre del siglo XXI es otro, que el del siglo XX, que ya cayó el muro de Berlín y la URSS. Que la humanidad avanza. Que es un camino natural seguir evolucionando de la oscuridad a la luz. No entendieron que la confrontación y el odio, no nos llevo a ninguna parte.

Porfían en la violencia y la imposición. Se niegan a intentar otros métodos, como por ejemplo la verdadera democracia. La democracia de la Carta Democrática Interamericana. Se niegan a intentar la concertación y el trato fraterno. Los hombres no somos enemigos, aunque pensemos diferente debemos de aprender a disentir en armonía, ese es signo de un ser superior. Todos queremos ser felices, vivir en paz, todos queremos vivir bien y tenemos derecho a ello.

Es una pena la aparición de esta corriente retrograda en el vecindario, será otra década pérdida. Desgraciadamente Bolivia está entre ellos. Cuánto me gustaría vivir en el régimen democrático de Brasil, de Uruguay o el de Chile.

No tengan duda, la historia los recordará como villanos, como se recuerda al Nacional socialismo. Ese será su epitafio.

Hago mías las recientes palabras del Presidente del Banco Mundial Robert Zoellick, sobre el chavismo: "Los demócratas de América Latina, de izquierda, centro y derecha, deben prepararse. Los llamados democráticos, para acabar con los matones que intimidan y defender los derechos humanos, las elecciones justas y el estado de Derecho deben venir de todas las capitales" (.) llamó a América Latina a aprovechar la "oportunidad" de convertir la región en "el primer continente democrático", un espacio de "democracia, desarrollo y dignidad", y no de "golpes, caudillos y cocaína" (Vanguardia).