Fusiones bancarias en Bolivia, causas y experiencias

banegasRoger Alejandro Banegas Rivero*Causas principales para la fusión empresarialUna fusión empresarial conlleva a la sinergia entre dos o más entidades con razones sociales independientes a la constitución de una nueva sociedad (sin liquidación) en función de la interacción o combinación comercial (crecimiento en la participación de mercado),  estructura de financiamiento (abaratando el costo y acceso de capitales) o con la perspectiva de razones operativas-administrativas (mayor eficiencia en los costos).A manera de ejemplo, la fusión de dos entidades independientes (A) y (B) en la consolidación de una nueva entidad (AB), sólo es factible si la nueva organización consolidada genera mayor valor financiero (riqueza o flujos futuros para los accionistas) de forma conjunta en comparación con la suma individual de las entidades (comportamiento de forma separada).La fusión empresarial se basa en algunos principios: costos de oportunidad, maximización de beneficios e incentivos para los accionistas. Los costos de oportunidad se refieren a alternativas que se descartan a las cuales podrían decidir los inversionistas: oportunidad de invertir en otros segmentos, otros países, etc. En consecuencia, la causa principal para realizar una fusión es la maximización de beneficios, como incentivos para los accionistas (directores) en obtener mayor participación de mercado, crecimiento u otros objetivos financieros consolidados (Ej. para bancos: crecimiento de cartera, diversificación de riesgos, solvencia, liquidez, estructura financiera y rentabilidad).Experiencias de fusiones financieras en Bolivia y en la regiónLa diferencia entre fusión y absorción contiene aspectos financieros y legales. Para el caso de la absorción, una marca permanece y la otra desaparece, donde los activos, pasivos y patrimonio de la entidad absorbida pasan al balance de la entidad que absorbe, así lo establece el código de comercio (Art. 405-412). La  absorción se puede presentar de manera voluntaria (ejemplo: salida de capitales) o en mecanismo forzoso (quiebra o intervención del ente regulador-ASFI).Un dato histórico en América Latina, y por supuesto en Bolivia, se vincula con el fenómeno de capitales golondrinas en alusión aquellos flujos que llegaron por períodos cortos, aprovechando altas tasas de rentabilidad, para luego salir volando en analogía con las golondrinas o inclusive con expectativas políticas y económicas (Chile, 2014 con Itaú Unibanco y Corpbanco; Venezuela, Costa Rica y Bolivia (2006), Argentina con BBVA y la Banca pública Argentina (1999).En nuestro país, se concibió la fusión del Banco Mercantil y el Banco Santa Cruz (Capitales con orígenes del Banco Santander), donde el primer banco compró el 96% del paquete accionario mayoritario del Banco Santa Cruz cambiando de denominación a Banco Mercantil Santa Cruz S.A (BMSC), rescatándose los nombres de ambas entidades por su importante posicionamiento en el mercado. Un ejemplo más reciente para Bolivia, por concepto de mala administración (intervención), es la Mutual La Paz absorbida por el BMSC (junio, 2016).Beneficios y riesgos de una fusión financieraTal como se indicó de forma previa, los principales beneficios se centran en la sinergia (comercial, operativa-administrativa, financiera). Para el caso de las entidades financieras, los principales riesgos se centran la calidad de la cartera de créditos (principal activo del banco) y por lo tanto en su rentabilidad.Las condiciones contrarias a la sinergia se evidencian cuando el resultado financiero consolidado (con fusión) es menor que el resultado logrado de forma individual (sin fusión). Un ejemplo de riesgo financiero, se presenta frente a la posibilidad que un banco quebrado y absorbido arrastre a la quiebra del banco que absorbe (caso extremo).Normativa de regulación y sus incidenciasEl debate central se centra en la excesiva regulación del mercado bancario versus la libre discrecionalidad del mercado. El mercado de intermediación financiera indirecto (ahorro-créditos) funciona como cualquier otro bien, donde la mejor forma de organización se basa en las fuerzas de oferta y demanda bajo condiciones de libre competencia (los ofertantes y demandantes no tienen poder de mercado), desde luego existe un rol del regulador, que es proteger a los depositantes de manejo inadecuado de los recursos por parte de las entidad financieras (externalidades provenientes del inadecuado manejo financiero de los bancos); sin embargo, el principio de baja competencia en la oferta bancaria puede llevar a las políticas de regulación como una posible acción para mejorar los resultados del mercado.En el caso de Bolivia, existen investigaciones comprobadas que durante la década de los 90’s, el sistema bancario boliviano se caracterizó por ser de tipo oligopólico-colusivo; es decir, pocas entidades que se coludían entre sí  (tasas de interés o márgenes financieros y crecimiento con poder de mercado). Después del 2000, ciertas modificaciones y cambios de leyes (ley del 21 de octubre de 2013, transformación de fondos financieros a bancos múltiples y pymes)  han incrementado el número de bancos: año 2000 (12 entidades); año 2016 (17 bancos), por tanto, los segmentos y productos crediticios  presentan heterogeneidad, se diferencian entre sí, como características de una estructura de mercado monopolística.Finalmente, el debate del exceso de regulación en términos de la rentabilidad, se aduce a la reducción de incentivos bancarios para el direccionamiento del sistema bancario: fijación de límites para la composición de la cartera en el sector productivo, establecimiento de límites mínimos en colocaciones de vivienda social; fijación de tasas de interés máximas (Decreto Supremo Nº 1842, 2013), lo cual genera costos de oportunidad en sus niveles de rentabilidad. Frente a ello, capitales extranjeros en el sistema bancario evalúan otras alternativas de inversión,  en el caso de conglomerados financieros externos, o inclusive el mercado interno deja de ser atractivo (salida de capitales).A nivel de riesgos, las regulaciones señaladas al mercado bancario pueden inducir en niveles de sobre-endeudamientos en ciertos sectores (productivo y vivienda) y desviaciones en la eficiencia de financiamiento otros sectores, sin mencionar las distorsiones en las tasas de interés.*Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales ‘José Ortiz Mercado’