El patético show de Whitney Houston. Esta semana quedó patente el efecto de 10 años de consumo de drogas en la otrora maravillosa voz de la gran diva de la música negra.
El desastroso directo de Whitney Houston
Escrito por IL77 en Beijing Rocks
Parece que John Cobra no ha sido el único que ha cabreado el público esta semana. Horas después de que el “rapero” valenciano se llevará repetidas veces las manos a la entrepierna con su mirada clavada en el respetable, una desgastadísima Whitney Houston veía como parte del auditorio abandonaba su último concierto en Australia indignado por el patético espectáculo que habían pagado por ver. Esta semana quedó patente el efecto de 10 años de consumo de drogas en la otrora maravillosa voz de la gran diva de la música negra.
Cuentan los asitentes, y prueba de ello son los videos que circulaban por internet a los 5 minutos, que la cantante ofreció un concierto aburrido y falto de energía, que tuvo que parar para descansar tras solo dos temas en el escenario y que intercaló voz y tos en buena parte del repertorio. Solo seis temas después cedió a su hermano Gary la voz cantante, consciente de lo lejos que quedaban los viejos tiempos. Como dice el blogero WWTDD, la gira bien se podía haber llamado “Voces de acompañamiento y una bateria demasiado alta y estrella invitada: Whitney Houston”. Me temo que tenía más gracia en el inglés original.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
La bella Whitney en otros tiempos
El concierto, cuyas entradas rondaban los 165 euros, tuvo su momento álgido en la interpretación del emocionante I will always love you, tema de Dolly Parton que popularizara Whitney Houston en 1992 tras su aparición en la película El Guardaespaldas. La cantante no solo paró (¿pausa drámatica?) a la mitad para beber un poco de agua sino que, en palabras de algunos críticos, destrozó su popular nota alta final como si de un aspirante a concursante de O.T. se tratara.
La presencia de Whitney Houston en Australia ya venía acompañada por la polémica, después del episodio de divismo y pobre vocabulario de su llegada al aeropuerto de Brisbane para los susodichos conciertos. Tras hacerla esperar ¡2 minutos! en la puerta de la terminal a que llegara su limusina Mercedes Benz, la actriz y cantante empezó a resoplar y disparar barrabasadas al aire igual que el loco de turno con el que te toca esperar en la parada del bus. Sus “bullshit!” fueron contestados por un fan, un tanto buen rollista y no menos entrometido, que le dijo: “quítese el gorro y las gafas de sol y disfrute de esta mañana tan maravillosa” a lo que Whitney le contestó, no sin algo de razón, que se fuera al cuerno. Y es que solo hay una cosa que me molesta más que la gente que se queja en voz alta de lo que tarda el autobús, y son los que, encima, les entran al trapo.